Dadas mis creencias y Fe, ante
situaciones que me sobrepasan recurro a lo único que sé y me reconforta: la oración y petición de
acogida para los vilmente asesinados y resignación y fortaleza de ánimo para
sus deudos. En dichas oraciones y peticiones no pongo por supuesto sexo, color,
origen, religión ni orientación sexual.
Rezo y pido acogida para el alma, que a todo ser humano por el hecho de
serlo, en principio le adjudico.