El 31 de octubre del pasado año, en este mi blog
publique bajo el título al que conduce el presente link Tres
excelentes noticias y una espera interminable… donde
a un comentario de un ex alumno, compañero y amigo daba respuesta, viéndome obligado
a dar asimismo “más respuesta” a la “telefonada” de otro ex alumno muy “patriotereo” él.
Al margen de rezar una oración por su eterno
descanso y aseverar el encabezamiento del presente escrito, me ratifico en todo
el contenido de lo entonces vertido. Reproducción literal que sigue, incluso
con el formato original:
Asunto: Contactar tras largo tiempo
Buenos días tenga U.
Ínclito Comandante Willie (Abuelon) de la Chamaquita:
Como siempre que ocasión tengo, sigo sus sentidas inquietudes y reflexiones, quedándome solamente siete meses de chueco silencio impuesto por el Reglamento. Lo pior es verse fregado y sentirse haciendo de mal tercio. Pero cuando quede rancia la obediencia debida, verán los vaquetones cuantos acéiteme las manos saco a la puritita luz.
El primo de U. Sr. Joshua queda muy sorprendido de verle en un retrato común sobre la mesa de mi escritorio. Así le aclaro que fuimos sus alumnos y camaradas de U. en el HMS Thunderer. Él está en negocios de Crustáceos con mi hijo chico y que ni que lo mucho que le respeta y quiere a U.
Yo esperaba ahorita, que U. mentase a los petulantes mandatarios y mandamases, reunidos en París con las celebraciones del centenario de los “greengos” cociéndoles los frijoles a los güeros arrogantes europeos. Deseo se anime y nos deleite con una purga de las suyas. Me permití contarle a su Sr. primo, las historias de los sucesivos presidentes de Perú, a los que añadir a los anteriores, las últimas cuatro presidencialadas. Ganas tengo de poder dejar de hacer de mal tercio.
Una vez más con los acatos de su siempre camarada e incondicional amigo y “hermanísimo”.
C.A. RR. JC.
Mucho le agradecería me copiase y prolongase.
1.
Capt. Willie22
de noviembre de 2018, 13:12
Muy distinguido
compañero y ante todo amigo:
Siempre es grato saber de aquellas personas a las que se aprecia y respeta, en mi caso por partida doble: directamente por Vd. mismo y por mi querido primo Josh, quien me telefoneó en la mañana de hoy para felicitarme el día de Acción de Gracias y comentarme, el lugar de privilegio que ocupamos los cinco hispanos del HMS “THUNDERER”, en en su mesa de escritorio.
Me sentiré muy satisfecho, cuando el “bozal” impuesto por su tránsito en la actual Escala de Reserva se superado y pueda opinar con total libertad, sobre mis “poco ortodoxas” opiniones. Los comentarios telefónicos que en ocasiones me hace, se corresponden perfectamente con ese concepto del mundo que ambos tenemos, así les “rejoda” a los que mandan y no gobiernan.
Me acuso públicamente de mis divagaciones sobre historia, en clase de una “asignatura tan afín a ella”, como la “Mecánica de los Fluidos”, pero a su vez les acuso a Vds., creo que los diecisiete, que muy arteramente me conducían a ella, con gran disgusto de nuestros tres “paisanos”, los doctorandos peruanos, que llegaron a amenazar con demandarme por glosar la historia del Banquero Chileno, propietario de minas de carbón, proveedor de tal combustible a la heroica y eficiente armada chilena, y… casualmente y todo a la vez Presidente de la República de El Perú, que viendo lo que tenía que perder en esa fratricida guerra, decidió levantarse con la cuestación de joyas recopiladas en la ciudad de Lima, largarse y “ahí os quedáis los peruanos” y la guerra en la que os embarcaron los bolivianos.
A veintidós años vista, supe de un historiador peruano, que bebiendo en las mismas fuentes archivísticas que yo, les ganó un pleito a los miembros de la pomposa fundación “Mario Ignacio Prado”, el héroe en el arte de correr para que no le “corrieran”. ¡Qué le vamos hacer! “Mi” historia de mis hermanos americanos, es la que es para bueno y para malo y tratarla de reescribir cuando existen documentos manuscritos por los mismos protagonistas historiados, tratando de ignorarlos, “cagar fuera de la pota”.
Aunque ligeramente tarde, dedicaré mi correspondiente opinión a todos los figurantes del centenario de la I Mundial. Al éxodo humano que produjo y a la real “cocida de frijoles” de la juventud USA, muerta por la LIBERTAD de una Europa, que algunas veces dudo lo sí lo mereció, tanto hace 100 como hace 73 años.
Siempre admiré en Vd. y en sus compañeros de armas, el respeto que muestran a los héroes anónimos, con independencia de su nacionalidad y aunque esos héroes sean “greengos”.
Reciba el fuerte abrazo de este su siempre amigo y compañero, al que en el día de hoy le deseo un feliz “Acción de Gracias”, extensible a todos los hombres de buena voluntad, con independencia de sus creencias.
Siempre es grato saber de aquellas personas a las que se aprecia y respeta, en mi caso por partida doble: directamente por Vd. mismo y por mi querido primo Josh, quien me telefoneó en la mañana de hoy para felicitarme el día de Acción de Gracias y comentarme, el lugar de privilegio que ocupamos los cinco hispanos del HMS “THUNDERER”, en en su mesa de escritorio.
Me sentiré muy satisfecho, cuando el “bozal” impuesto por su tránsito en la actual Escala de Reserva se superado y pueda opinar con total libertad, sobre mis “poco ortodoxas” opiniones. Los comentarios telefónicos que en ocasiones me hace, se corresponden perfectamente con ese concepto del mundo que ambos tenemos, así les “rejoda” a los que mandan y no gobiernan.
Me acuso públicamente de mis divagaciones sobre historia, en clase de una “asignatura tan afín a ella”, como la “Mecánica de los Fluidos”, pero a su vez les acuso a Vds., creo que los diecisiete, que muy arteramente me conducían a ella, con gran disgusto de nuestros tres “paisanos”, los doctorandos peruanos, que llegaron a amenazar con demandarme por glosar la historia del Banquero Chileno, propietario de minas de carbón, proveedor de tal combustible a la heroica y eficiente armada chilena, y… casualmente y todo a la vez Presidente de la República de El Perú, que viendo lo que tenía que perder en esa fratricida guerra, decidió levantarse con la cuestación de joyas recopiladas en la ciudad de Lima, largarse y “ahí os quedáis los peruanos” y la guerra en la que os embarcaron los bolivianos.
A veintidós años vista, supe de un historiador peruano, que bebiendo en las mismas fuentes archivísticas que yo, les ganó un pleito a los miembros de la pomposa fundación “Mario Ignacio Prado”, el héroe en el arte de correr para que no le “corrieran”. ¡Qué le vamos hacer! “Mi” historia de mis hermanos americanos, es la que es para bueno y para malo y tratarla de reescribir cuando existen documentos manuscritos por los mismos protagonistas historiados, tratando de ignorarlos, “cagar fuera de la pota”.
Aunque ligeramente tarde, dedicaré mi correspondiente opinión a todos los figurantes del centenario de la I Mundial. Al éxodo humano que produjo y a la real “cocida de frijoles” de la juventud USA, muerta por la LIBERTAD de una Europa, que algunas veces dudo lo sí lo mereció, tanto hace 100 como hace 73 años.
Siempre admiré en Vd. y en sus compañeros de armas, el respeto que muestran a los héroes anónimos, con independencia de su nacionalidad y aunque esos héroes sean “greengos”.
Reciba el fuerte abrazo de este su siempre amigo y compañero, al que en el día de hoy le deseo un feliz “Acción de Gracias”, extensible a todos los hombres de buena voluntad, con independencia de sus creencias.
2.
Capt. Willie25 de noviembre de 2018, 10:10
A pesar de poder
entrar en muchas más y datadas aclaraciones, me limito a dar respuesta a “un
mamarracho”, debiendo hacerlo por la extensión en dos sucesivas respuestas. Ya
que si lo hiciese como escrito autónomo, podría ofender a muchas personas, a
las que a priori, les concedo la duda de la buena fe.
A QUIEN CONCIERNA…
A través del presente blog, en ocasiones anteriores que me referí al respeto, como sentimiento positivo que despierta por su comportamiento y/o hechos una persona, sociedad, entidad o colectividad.
El respeto que me merecen a nivel personal e individual determinados ciudadanos peruanos, queda patente en el número de amigos que poseo entre nacionales de dicho país y en los más dispares estratos sociales. La consideración que de mi reciben algunos estamentos de sus instituciones, también, a la vez que las dudas que en mi despiertan las reincidentes tendencias a la torticera interpretación “patriotera” de ciertos individuos, a los que se les llena la boca con la “cantinela” de su concepción democrática occidental e imperio de la Ley. ¿De qué concepción o de qué ley, me pregunto yo? En un momento dado de mi vida, haciendo uso de la libertad de cátedra, en un país como U.K. me permití opinar sobre la “vida y milagros” de un pájaro de cuenta llamado Mariano Ignacio Prado Ochoa, de quien pocas cosas buenas se pueden decir, máxime tras leer la correspondencia contrastada de su puño y letra, tanto privada (con su esposa), como la pública. La cual por sí desmonta toda posible defensa a las continuas y reiteradas felonías por él cometidas, siempre y en todos los casos a fin de obtener lucro económico. Entonces fui amenazado con querellas por tres “patrioteros” peruanos y, con las que “me tendría que ver, si me descolgaba por el Perú”. “Puro duro y claro bozal democrático patriotero”.
Llovía sobre mojado, como fue habitual siempre que me encontré en El Callao. A pocos meses del “fujimorazo”, un fin de semana más, fui invitado a cenar en una casa particular en la zona de Miraflores en Lima. Después de la cena, confortablemente rodeado de amigos e instalado ante un batido de “Tía María”, de forma casual, la conversación derivó en la situación de inseguridad ciudadana que estaba viviendo en aquel momento el país. Dos de los asistentes, confundiendo mis palabras y posicionamiento, trataron de mezclar y “hacer un coctel”, con mi repulsa a la dictadura “fujimorista” y una hipotética defensa de unos criminales, narco - terroristas entonces identificados bajo el “genérico” de Sendero Luminoso. Cuál no sería mi sorpresa, cuando ya en la Residencia, en horas de madrugada, recibo la visita de un amigo participante en la velada a la que hago referencia, sugiriéndome la inmediata salida del país, ya que consideraba que mi seguridad corría peligro. No podía dar crédito a lo que me estaba diciendo. Confirmación que me llegó prácticamente de forma inmediata y por otra vía. Así y a la vista de lo que había, tomé contacto con algunas personas amigas e inmediatamente, siguiendo sus consejos, preparé el equipaje y la correspondiente “coima”, y como un miembro más del equipo de seguridad de una multinacional técnica de asistencia petrolífera, sobre el medio día salí subrepticiamente del país. Tras una corta escala técnica en Panamá, me vi libre de toda presión en la acogedora ciudad de Guaymas en México, en la cual viví nueve días de descanso, y retorné a mi casa sano, salvo y con un reiterado y renovado afecto a los mexicanos y la consiguiente prevención hacia el democrático Perú de aquel momento.
Capt. Willie
…/…
RespuestasA QUIEN CONCIERNA…
A través del presente blog, en ocasiones anteriores que me referí al respeto, como sentimiento positivo que despierta por su comportamiento y/o hechos una persona, sociedad, entidad o colectividad.
El respeto que me merecen a nivel personal e individual determinados ciudadanos peruanos, queda patente en el número de amigos que poseo entre nacionales de dicho país y en los más dispares estratos sociales. La consideración que de mi reciben algunos estamentos de sus instituciones, también, a la vez que las dudas que en mi despiertan las reincidentes tendencias a la torticera interpretación “patriotera” de ciertos individuos, a los que se les llena la boca con la “cantinela” de su concepción democrática occidental e imperio de la Ley. ¿De qué concepción o de qué ley, me pregunto yo? En un momento dado de mi vida, haciendo uso de la libertad de cátedra, en un país como U.K. me permití opinar sobre la “vida y milagros” de un pájaro de cuenta llamado Mariano Ignacio Prado Ochoa, de quien pocas cosas buenas se pueden decir, máxime tras leer la correspondencia contrastada de su puño y letra, tanto privada (con su esposa), como la pública. La cual por sí desmonta toda posible defensa a las continuas y reiteradas felonías por él cometidas, siempre y en todos los casos a fin de obtener lucro económico. Entonces fui amenazado con querellas por tres “patrioteros” peruanos y, con las que “me tendría que ver, si me descolgaba por el Perú”. “Puro duro y claro bozal democrático patriotero”.
Llovía sobre mojado, como fue habitual siempre que me encontré en El Callao. A pocos meses del “fujimorazo”, un fin de semana más, fui invitado a cenar en una casa particular en la zona de Miraflores en Lima. Después de la cena, confortablemente rodeado de amigos e instalado ante un batido de “Tía María”, de forma casual, la conversación derivó en la situación de inseguridad ciudadana que estaba viviendo en aquel momento el país. Dos de los asistentes, confundiendo mis palabras y posicionamiento, trataron de mezclar y “hacer un coctel”, con mi repulsa a la dictadura “fujimorista” y una hipotética defensa de unos criminales, narco - terroristas entonces identificados bajo el “genérico” de Sendero Luminoso. Cuál no sería mi sorpresa, cuando ya en la Residencia, en horas de madrugada, recibo la visita de un amigo participante en la velada a la que hago referencia, sugiriéndome la inmediata salida del país, ya que consideraba que mi seguridad corría peligro. No podía dar crédito a lo que me estaba diciendo. Confirmación que me llegó prácticamente de forma inmediata y por otra vía. Así y a la vista de lo que había, tomé contacto con algunas personas amigas e inmediatamente, siguiendo sus consejos, preparé el equipaje y la correspondiente “coima”, y como un miembro más del equipo de seguridad de una multinacional técnica de asistencia petrolífera, sobre el medio día salí subrepticiamente del país. Tras una corta escala técnica en Panamá, me vi libre de toda presión en la acogedora ciudad de Guaymas en México, en la cual viví nueve días de descanso, y retorné a mi casa sano, salvo y con un reiterado y renovado afecto a los mexicanos y la consiguiente prevención hacia el democrático Perú de aquel momento.
Capt. Willie
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3.
Capt. Willie25 de noviembre de 2018, 10:11
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Por aquello de que no existe el dos sin el tres, con motivo de mi respuesta anterior al comentario que le precede, recibo en el día de hoy, los improperios telefónicos de un antiguo alumno, que dentro de su complejo de inferioridad no superado a través de los años, vuelve a cantarme la “peruviana”. Extremo que me obliga a preguntarle a él y a quien respuesta pueda darme: ¿Salvando excepciones, qué clase política existe en ese país…? Con presidentes en la cárcel, fugados y en petición de exilo político. ¿Los presidentes a los que hago referencia son extraterrestres o son peruanos? ¿Acaso al “robicio” les conduce la “maldición” del palacio de Pizarro, o ya acceden a él malditos y contaminados…?
A mí que nadie pudo, ni puede jamás tacharme de “fujimorista”, pregunto y les pregunto: ¿Dónde empieza la justicia y la persecución de la familia del “Chino”? ¿Qué garantías procesales pueden ofrecer ciertos alegres y desenfadados jueces y fiscales? ¿Les suena el nombre de Richard Concepción o Domingo Pérez? ¿Qué decir de él, del “Moqueguazo” y del propio presidente Martín Vizcarra? ¿Existen injerencias presidenciales dentro de la justicia? ¿Qué pasa con Pedro G. Chavarry? I don't know.
Lo siento amigos peruanos. Con una DICTADURA a “todo trapo” como la del “Chino”, me tratasteis de convencer de que no existía. Bajo el “eufemismo de situación excepcional”, encubríais dicha DICTADURA, y como me resistía a admitir el embolado, me la tratasteis de vender a manera de imprescindible, para poder combatir a unos vulgares asesinos narco – terroristas como “Sendero”. A la vista de lo que veo en la distancia y ante los mismos argumentos que me disteis en aquellas fechas, o yo no distingo una democracia de pleno hecho y derecho o vosotros necesitáis formación específica al respecto.
Quede claro y aclarado, que no admito confusionismo alguno sobre simpatías personales con vuestros vecinos del S. o N.. Las simpatías o antipatías son una cosa y los hechos tangibles otra. No estamos hablando de “pleitos de lindes”, una vez más hablamos de derechos inalienables de la persona como tal.
Capt. Willie
RespuestasPor aquello de que no existe el dos sin el tres, con motivo de mi respuesta anterior al comentario que le precede, recibo en el día de hoy, los improperios telefónicos de un antiguo alumno, que dentro de su complejo de inferioridad no superado a través de los años, vuelve a cantarme la “peruviana”. Extremo que me obliga a preguntarle a él y a quien respuesta pueda darme: ¿Salvando excepciones, qué clase política existe en ese país…? Con presidentes en la cárcel, fugados y en petición de exilo político. ¿Los presidentes a los que hago referencia son extraterrestres o son peruanos? ¿Acaso al “robicio” les conduce la “maldición” del palacio de Pizarro, o ya acceden a él malditos y contaminados…?
A mí que nadie pudo, ni puede jamás tacharme de “fujimorista”, pregunto y les pregunto: ¿Dónde empieza la justicia y la persecución de la familia del “Chino”? ¿Qué garantías procesales pueden ofrecer ciertos alegres y desenfadados jueces y fiscales? ¿Les suena el nombre de Richard Concepción o Domingo Pérez? ¿Qué decir de él, del “Moqueguazo” y del propio presidente Martín Vizcarra? ¿Existen injerencias presidenciales dentro de la justicia? ¿Qué pasa con Pedro G. Chavarry? I don't know.
Lo siento amigos peruanos. Con una DICTADURA a “todo trapo” como la del “Chino”, me tratasteis de convencer de que no existía. Bajo el “eufemismo de situación excepcional”, encubríais dicha DICTADURA, y como me resistía a admitir el embolado, me la tratasteis de vender a manera de imprescindible, para poder combatir a unos vulgares asesinos narco – terroristas como “Sendero”. A la vista de lo que veo en la distancia y ante los mismos argumentos que me disteis en aquellas fechas, o yo no distingo una democracia de pleno hecho y derecho o vosotros necesitáis formación específica al respecto.
Quede claro y aclarado, que no admito confusionismo alguno sobre simpatías personales con vuestros vecinos del S. o N.. Las simpatías o antipatías son una cosa y los hechos tangibles otra. No estamos hablando de “pleitos de lindes”, una vez más hablamos de derechos inalienables de la persona como tal.
Capt. Willie
2.
Capt. Willie28 de noviembre de 2018, 15:19
Si al golpe de estado
del día domingo 5 de abril de 1992, lo definieron como el “fujimorazo”. ¿Cómo
definirían el golpe contra el yerno del “Chino”? ¿Quién manda en la democracia
peruana…? Repito lo dicho en 1992. La libertad como concepto debe de estar
garantizada por la ley, La ley no puede asentarse en jueces y fiscales
justicieros, si en la justicia. La democracia es de hecho y de derecho, no
puede basarse en el “Concepcionazo”; “Perezazo”; “Moqueguazo – Vizcarrazo”.
Joder… yo cuando paso por las inmediaciones de la esquina de la casa de Pizarro en Trujillo, cruzo los dedos, no me afecte como a los habitantes del palacio homónimo de Lima y a sus adalides
Creo
que todo lo que se podría decir sobre la forma de ejercer y actuar la justicia
de ese democrático país, ya quedo dicho. Los justicieros de hoy, muy
posiblemente sean ajusticiados mañana, lo que sí estoy seguro, es que ninguno
de los cuatro, para bueno o para malo ocupará en la historia del país los
renglones que ocupa y ocupara su Trofeo de Caza… Alán García. Joder… yo cuando paso por las inmediaciones de la esquina de la casa de Pizarro en Trujillo, cruzo los dedos, no me afecte como a los habitantes del palacio homónimo de Lima y a sus adalides
Capt. Willie
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