sábado, enero 08, 2022

No te acerques a una cabra por delante, a un caballo por detrás y a un tonto por ningún lado. (Six Part)

                                                                                                                      Antiguo proverbio judío

   Qué duda cabe, que apeados por la rotundidad del proverbio y contenido que de él se desprende, lo hipocorístico del idioma se fue al “traste”, como a poco más que se empeñen y sí el Espíritu Santo no lo remedia, se marchará por el mismo camino la ICAR, bajo la nefanda dirección del “Tano Peronista” y la corte de prelados o “pelados”, de la que, cual vulgar capo de “piñateros”, se rodea. Entre profesores de educación física, venidos a doctos especuladores inmobiliarios, a su vez doctores en materias no académicas, declaradas secretas vía “Bolletino”, experto/s el/los/les en el pelotazo inmobiliario; “sportistas”, “gourmets” y lo otro…, en los ratos de ocio, arzobispos como elemento de financiación de las enunciadas aficiones; “ordinarios” de gustos “finísimos” y ellas orondas, dados a las “plateras”, fabricantes de “platerinas” y “fundidores de la plata” diocesana”, hasta dejar sin viabilidad una antigua y hasta hace poco prospera diócesis, y… las que nos quedan por ver tras los nuevos “alumbramientos”, no nombramientos, a punto de salir. El que esto suscribe, llegó al pleno convencimiento, que la cabra, el cabrón, los mordiscos y las coces, se pueden sobrellevar. Lo que no se puede soportar y mucho menos alcahuetear, es la total “majadería” e “imbecilidad”, acompañada de la mayor de las canallescas formas y modales de la que hacen gala los dúos y tríos, que de todo hay, las iglesias vacías y otras “destechadas”, a punto de caer sus cerramientos. Quizás con esa total compresión hacia el “desvalido musulmán” (que permite acceder y “administrar” sustanciosos medios públicos de ayuda al inmigrante) les regalen los derribos para la construcción de su mezquita. La “rectoral” y fincas anexas no, eso es materia reservada a financiar posibles “tronadas” de los Sres. ordinarios/as/es.