jueves, septiembre 17, 2015

Jugando a ver quién es más Papanatas, Bueno e Infiel


 Por principio y convicción me siento como un "elemento" humano, lleno de contradicciones y defectos, pero con algunos principios tal vez equivocados, pero totalmente "claros" y "aclarados" en lo más profundo de mis creencias. Las personas son personas: Con  independencia del sexo con el que la madre naturaleza los procreó, y/o a las inclinaciones sexuales a los que su vivir les hayan podido conducir; del origen geográfico de procedencia, color  de su piel, cultura o creencias religiosas. Con la misma convicción a lo anteriormente expresado, me encuentro "preso" por el  “papanatismo” manifiesto y/o "buenismo" que me rodea en el ámbito político - religioso - social imperante en estos inicios del siglo XXI.


Allá por los años cincuenta del pasado siglo XX, mi Abuelo (q.e.e.), utilizaba un concepto prácticamente desconocido y hoy totalmente "manido" el tercer mundo, siempre y en todos los casos cuando a él se refería, lo hacía seguido de la categórica afirmación, "el cuarto mundo está pegado a la verja que rodea  nuestra casa”

Aquel dicho de mi Abuelo me persiguió y persigue a través de los años y de las múltiples experiencia vitales que el destino me deparó: Viví en primera persona "el tercer mundo"  en el Golfo de Guinea y aledaños (Biafra y la "diáspora", expresión muy benigna con respeto a la situación en la que sobrevivieron los Ibos, que sobrevivieron. Katanga y las luchas fratricidas entre  Lubas y Lundas de finales de los sesenta principio de los setenta). La América Central donde “reinaban” unos "finqueros" dueños de vidas y haciendas, que respondían a nombres “tan familiares” como Tachito Somoza (Nicaragua), Arturito Armando Molina (El Salvador), Charly (for the friends) Manuel Arana Osorio (Guatemala), países, donde por  razones obvias de seguridad, para algunos, no era recomendable el dormir dos noches seguidas bajo el mismo techo y donde la Compañía de Jesús  y las Hermanas Vicencianas (familiarmente "Pauilinas", hermanas para todo lo bueno imaginable) entre otras órdenes religiosas se "batían el cobre" cotidianamente. Donde  "pasar" a la entonces "Honduras Británicas" y acogerse a la sin límite hospitalidad y bonhomía del  Dr. D. Adolfo García (oriundo de El Pito – Cudillero), significaba el acceder a un mundo diferente y seguro en lo físico y psíquico.

El “cuarto mundo” al que mi Abuelo hacía referencia lo vivía en aquellos principios de la década de los setenta (del pasado siglo), en mis cortos periodos vacacionales, en Tremañes y en la Cábila en este mi Gijón natal, y como no podía ser de otra forma, de la mano de los SJ. del “Gedo” y de la “Inmaculada”, sin perjuicio, que posteriormente y cuando todo estaba encarrilado, los honores, los llevase algún que otro desvergonzado, eso sí,  con fama de “progresista”.

De todas estas mis andanzas (demostrables con fechas, lugares y nombres propios) solamente saqué una conclusión: Occidente como concepto se perdió y dicha pérdida trajo aparejado el “papanatismo = buenismo” que nos “inunda”.  Las actuales corrientes migratorias que tanto ocupan y preocupan a nuestros políticos de “Filesa – T.E. - compoluto de Guido Brunner”, “Barcenas” - “Acualias”, “Eres” -  Aznalcóllares, etc., etc., etc.  y clérigos de misa con excelente vino, buena olla y mejor pasar, tendrían una “válvula de seguridad” con el simple hecho de dejarse de “papanatismos” y “buenismos” mostrando a esos hermanos en Cristo de religión Musulmana, que existen mapas donde en distintos colores aparecen  los países afines a su religión sean sunitas, chiitas y/o alauitas. Que algunos de dichos países gozan de rentas per cápita superiores a las de los países europeos a los que pretenden emigrar y si es posible denigrar. Que en su “diáspora” hacia dichos países hermanos en lo religioso, no se encontrarían en ningún caso con ayuda humanitaria identificada por el odiado logotipo de la “Cruz Roja”, ni “rodeados por Infieles”. Tampoco correrían el riesgo de verse ahogados en el Mediterráneo, las “veredas” que conducen a esos Estados fieles a sus creencias carecen de la interposición de mares.

Que le vamos a hacer,  una vez más, mis reflexiones suenan fatal, carecen de los elementales principios de la “solidaridad”. Pues sí, puede que esto sea fruto de la más firme creencia y convicción en la “caridad”, entendiendo tal, como aquello que “yo” a nivel personal  y a mi costa y/o con la ayuda de otros puedo hacer y/o realizar.  No por cuenta y a cargo de los demás, como  es habitual con la “solidaridad”.

Por último. Reafirmarme que el “tercer mundo” que conozco, me preocupa muchísimo, pero el “cuarto”, que siento en  mis inmediaciones, al que pertenecen mis vecinos, aquellos a los que les cortan la energía  eléctrica, el agua o los desahucian. ME PREOCUPAN  MUCHO MÁS. Sigan los políticos y los clérigos de misa con excelente vino, buena olla y mejor pasar ejercitando el “papanatismo y el buenismo”, jugando a la “solidaridad” y a ser en el mejor de los casos “Infieles”,  en el peor “Perros Infieles”. Lo cierto y verdad, es que los unos y los otros ladrar, ladran.

                                                                                     Capt. Willie

2 comentarios:

  1. Poruque quitaron ese comentario , no les gusto lo que les decían.

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  2. Aclarar que el comentario que mi administradora retiró, no tenía contenido alguno, ni a gusto ni a disgusto, pues queremos creer respondía a algún tipo de prueba realizada y que consistía en una secuencia de letras repetitivas seguidas. No obstante no se quiso quitar (aunque si se puede), corriendo el riesgo cierto de que surjan preguntas como la suya.

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