sábado, mayo 23, 2020

De todo un poco y nada bueno…

EL “KAPO” DEL INMENSO CAMPO DE CONCENTRACION QUE ES CHINA, al fallarle el pago e ingresos previstos por parte de créditos y suministros “políticos” de dudoso cobro, volvió sus ojos sobre Hong Kong y ese, para él, teórico concepto: “un país, dos sistemas”. Tratando de aprovechar la actual coyuntura sembrada por la “Peste China” en el mundo y esa agresiva reacción a las “verdades del barquero” preconizadas por Mr. D. Trump y  Mr. M. Pompeo.

    La seguridad de Hong Kong es secundaria, lo importante es conducirla al  mismo “inmenso campo de concentración” que es el resto del país. A la vez que en base a su hipotética “ley de seguridad”, esquilma la propiedad privada, de todos aquellos disidentes incomodos al “dictador mandarín”  y sus secuaces.

   Esa es la única y verdadera cara de la dictadura china, de su “Kapo” y del “inmenso campo de concentración” por él custodiado. Sus agresivos y truculentos representantes diplomáticos, al margen de cargar la tinta sobre el Presidente y Secretario de Estado USA, lo que debía/n de hacer es explicar fehacientemente porqué la “Peste China” no afectó a la capital política o centro direccional del “inmenso campo de concentración”, Pekín, ni a la económica o de la explotación del hombre por el hombre a través del Partido Comunista Chino,  Shangái.

   La “Peste China” resulta un tanto selectiva, fuera del ya citado y repetido “inmenso campo de concentración que es la República China”, no distinguió capitales políticas ni económicas de ningún país. ¿Este razonamiento es acaso un pensamiento conspiratorio…?

viernes, mayo 15, 2020

La “Peste China” y su entorno putativo…

     China, con independencia de quien la mande, nunca gobierne, ante la impopularidad que “ganó a pulso” con la generación y propalación de la “Peste China”, mal nombrada en base a esa extensa familia de virus, como coronavirus o “covid-19”. Sin ocultarlo, está dando señales de sentar las bases de una post economía, utilizando así algo en lo que tiene milenaria tradición: falsificar la historia.

    En China, la sucesión de dinastías a lo largo de su historia, siempre y en todos los casos fue escrita por seguidores de Confucio, los cuales, a la vista de las documentadas convulsiones descritas por contemporáneos a ellas, no tienen similitud alguna con los hechos trasladados al papel. Hecho este que ratifica el dicho “el papel soporta lo que le escribas”. Así, cada vez que el historiador de turno “historiaba” la derrota de la dinastía defenestrada, aprovechaba la oportunidad para “ganar méritos”, en base a la denigración de la “largada”, a la vez que al ensalzar al vencedor,  el propio historiador se situaba en la nueva circunstancia sobrevenida. Esto hace bueno el dicho de ellos aprendido: “la historia la escriben los vencedores”.
 
   Desde que la “Peste China” trascendió y a pesar del encubrimiento del servil afin ideológico, el “etíope comunista” extrañamente aun no cesado de cobrar y vivir como un capitalista, al “Kapo” del inmenso campo de concentración chino, a través de sus embajadores y representantes en el mundo, siguiendo los pasos de sus predecesores falseadores de la historia, trataron de reescribir el origen de la pandemia de la “Peste China”, su inicial procreación, ocultación y propalación a todo el mundo. Culpando lógicamente de su “mala praxis” (a la larga veremos sí adquiere calificativos más serios y contundentes), a los USA, por el simple hecho de disponer de los medios satelitales, donde de forma clara y contundente demuestran las sucesivas falsedades en las que incurrieron al “desinformar”, desde el foco de inicio y propalación, número de infectados, “difuntados” y demás consecuencias por ellos conocidas en todo lo concerniente a la ya reiterada “Peste China”. Con pretensiones, en base a posicionamientos totalmente agresivos, rallando en el chantaje, convertir a la culpable CHINA y su régimen de terror, en la victima. 

miércoles, mayo 13, 2020

Gaslighting o simple “iluminación de gas…”

    Aquellos que en un lejano día tuvimos la suerte o desgracia de destacar o salirnos de la tónica del momento y en el momento, en los entornos en los que nos movíamos, lógicamente se nos consideraba “peligrosos” ya que poníamos en cuestión “derechos adquiridos”, en base a “hipotéticos” servicios prestados, donde la “hipótesis” de partida se asentaba en ir lentamente tomando atribuciones, que nadie con capacidad para ello les hubiesen conferido, pero que a su vez, al no negárselas expresamente, tal auto – concesión iba creciendo en oportunidades y provechos. Una vez “adquiridos” estos, no estaban en disposición de que se les cuestionasen y menos aún, ceder esas prebendas sociales y económicas que ese staff auto – adquirido les confería.
 
     Así el que esto suscribe y desconociendo la existencia del concepto que encabeza el presente, vivió en primera persona y por partida triple los efectos de la manipulación interesada de aquellos retribuidos auténticos usurpadores de atribuciones y funciones. A tal fin y fruto del desenfado de los pocos años e inexperiencia, fui presa fácil de los manipuladores interesados, debiendo de agradecer siempre y en cada uno de los tres ámbitos a los que oportunamente aludo, la existencia de personas que con su integridad moral y autoridad a ellas sufragáneas, me protegieron del soterrado descredito, al que interesadamente me llevaban comentarios más o menos afortunados, convertidos en “cuentos y chascarrillos”, unas veces por mi referidos y en la mayoría de las ocasiones, dichos por otros e indebidamente a mí atribuidos.

lunes, mayo 11, 2020

Comunismo, socialismo del siglo XXI ergo inutilidad y desvergüenza…


    La carencia de formación jurídica a la que reiteradamente, a través del presente, hago referencia, no me impide el saber que la LIBERTAD, es el más preciado bien que demando, siendo básica en mi concepción de la vida. La LIBERTAD en mi caso, siempre, en toda circunstancia y ocasión, solamente admite un  límite y condición: ese punto de inflexión es donde comienza la LIBERTAD ajena. Siendo por tanto la LIBERTAD, el único bien del que demando más de la que gasto. 

    La cobardía y la desvergüenza suelen ir parejas y emparejadas, confundiendo esos paladines de la administración de la libertad ajena, sus ansias de mandar y no gobernar, entrando en todos los casos en una serie de subterfugios falsos y rastreros, a la hora de justificarse y acusar a todo aquel y aquello que de forma clara desvirtúe sus planteamientos de índole dictatorial: sean estos en lo social, político o económico. En vez de criticar cobardemente mis afirmaciones demostradas y demostrables sobre lo que es un régimen comunista, donde lo “folclórico” del clima y consiguiente “idiosincrasia” lo particularizan. No alterando en absoluto la restricción total de libertad, para los “mandados”, siendo asimismo en lo económico y social el clásico embudo, donde la parte ancha es para los mandantes y afines, la estrecha para los mandados. Cuanto más ajenos sean los “mandados” a lo que mandan  los mandantes y no gobernantes, más estrecha es la parte cónica que se les aplica.

domingo, mayo 03, 2020

La peste china… y encima se cabrean…

   Lo peor que puede sucederle a un comunista, es tratar de engañar a alguien que siendo muy muy joven, en un verano, vivió y vio por sus propios “ojos pecadores”, la “leche”, mejor dicho la “bilis infecta” de aquel campo de concentración que era Polonia, bajo la corrupta dictadura del  camarada W. Gomulka y la del homónimo alemán, su colega, el también vulgar delincuente y asesino, W. Ulbricht.

    La suma de aquellas mis experiencias en Darlovo y Swinoujscie, unidas a las de Rostock, me permitirían hacer un amplio tratado sobre la esclavitud humana, incluida la sexual, de jóvenes de ambos sexos. Unido a un despilfarro propio de las “mil y una noches”, en la trastienda de los “Baltona”, en nada acorde con todo racionado, incluido aquel pan, de un color parduzco “ennegrecido”, con un papel pegado para identificar la pieza.

   Pueblerino de mí, en aquellas paupérrimas poblaciones, descubrí que existía el champan francés Moët & Chandon, y que dicha bebida servía, aparte de para beberla, como elemento con el que bañar, o mejor remojar de cabeza a pies, a un sinnúmero de jóvenes polacas, seguramente prostituidas en base a la necesidad y miseria imperante. Espectáculo que por sí era vomitivo y del que en base a las más variadas disculpas, lograbas evitarlo.

   A pesar de las diversas y dispares actividades profesionales - académico – económico – sociales, en las que me vi involucrado en este “malhadado mundo capitalista”, nunca vislumbré tan abyectos comportamientos, como los observados por los “hombres de las estrellas doradas en la solapa”. Del campo de concentración alemán y, jugándose la vida, puedo decir, que vi meterse en el escaso espacio existente entre el mamparo y las dos cajoneras laterales de la mesa de la telegrafía y, las piernas de la “Sparky”, como mínimo a cuatro personas y en cuatro ocasiones, en un peligrosísimo viaje hacia la libertad.