domingo, abril 10, 2016

Del antimilitarismo al desarrollo utilitario de la hoja de parra…

    Más bien, un mal día, que bueno. El político de turno, al no conciliar el sueño durante la noche y haciendo honor a sus exiguos conocimientos y excesos de meninges, ideó (no pensó) en convertir nuestra  tropa, marinería y “polillas” (estos últimos, que hacían la “milí”, en el ambiente de servicio, estrechez económica  y entrega en que nacieron y crecieron), de remplazo en “soldados”, ya que pasaban a cobrar “soldada”. Dicho y hecho: este político y su corte de ojetes, quedaron satisfechísimos de haber solucionado un problema que no existía, pero que otros “genios” de su mismo calibre y distinta ideología, llevaban en programa. ¡Se anticiparon!

     Así, dada la inicial premura, falta de previsión y legislación, mor a la profesionalidad de unas capaces y disciplinadas cadenas de mando militares, consiguieron encauzar aquella heterogénea agrupación de jóvenes, que dan respuesta a las primeras convocatorias de tropa y marinería profesional. En más ocasiones de las que pensar cabe, haciendo convivir en un mismo “Pelotón” o “Rancho” y compartiendo el ídem (el alimenticio) a enemigos acérrimos (Recuérdese que a la vuelta de la esquina están las guerras declaradas o no, del “Chaco”, “del partido de futbol”, del “falso Paquisha”, “Cenepa”, “Canal del Beagle” y un sinnúmero de continuos desencuentros fronterizos, que al día de hoy subsisten).


     Superados los problemas anteriormente apuntados, por parte de los pertenecientes a unos escalafones de clases, oficiales y jefes (*1) con una cualificación humana y profesional muy por encima de la media de los políticos de entonces. ¿Qué decir de los de ahora?. Pasamos con tan “progresista” solución, al divorcio que se estableció de hecho, entre lo civil y lo militar, divorcio que los que lo vimos y denunciamos, pasamos a ser unos “militaristas”. Vamos, “cuasi golpistas”.

      Qué “chachi”, mi hijo por el hecho de serlo, yo su padre y/o su madre, tras una noche de farra, en la mañana le llevásemos el desayuno a la cama y le arropamos, ¡pobrecito!  ¿Cómo lo íbamos a dejar en manos del “desalmado” suboficial u oficial de servicio, que en la “milí”, no solamente no le llevasen  el desayunito a la cama, a la mínima que se desmandase el “malandrín”, le cantaban la verdad del barquero? Nuestro hijito, que el pobre come tan mal y es tan “tiquismiquis” para comer, por el “refalfie” al que su mama le acostumbró y yo, su padre, consintió. ¿Va a comer rancho?. Curiosamente su padre y su abuelo lo comieron y sobrevivieron a él, y aquí están para contarlo y alcahuetearlo. Por rumbos que siguieron estos derroteros, todos los bien y mal pensantes, se dieron un atracón de satisfacción.

     Entretanto y pese a los años transcurridos desde la profesionalización de la tropa y marinería, es raro no ver periódicamente en los diarios impresos locales, las convocatorias de comidas o cenas de hermandad de los “quintos” o “peludos” de  los distintos llamamientos y/o remplazos del año tal y del cual. Las invitaciones que se cursan a los mandos de ésta o la otra agrupación, unidad, cuartel, buque o dependencia. Invitaciones, que salvo rarísimas excepciones, siempre son acogidas y respondidas con total cariño y participación del/os invitado/s. Las conversaciones recurrentes que se dan en bautizos, comuniones, bodas y entierros, cuando surge el tema “mili”.  

    Conclusión: entre las prioridades de la política española de la década de los años noventa (tras nuestra participación con marinería de remplazo en la primera guerra del golfo), posiblemente estuviese cambiar el modelo de movilización, prestación y duración del servicio militar e inclusión en igualdad de condiciones y obligaciones a nuestras féminas. Pero en mi opinión personal, no en profesionalizarla totalmente, pues contrariamente a esa modernidad y similitud con los países de nuestro entorno, se nos olvidó contemplar ese otro, al que algunos quisiéramos imitar, la Confederación Helvética o aquel ejército, que guste o no, por su operatividad toda persona responsable quisiese para su país. El IDF. Israel Defense Forces.

    Cierto es, que nuestros planteamientos políticos – formativos – sociales y económicos, siempre adolecen de visión de futuro. Pasamos de la más pura y dura autarquía a que “inventen ellos” o al cainita “yo y/o nosotros o el diluvio”. Así llegamos a desarrollar mentalidades como la de esa Sra. Alcaldesa (la escasa de créditos universitarios). Quien puede que haciendo honor a esa falta o algo mucho más serio, falta de los más elementales principios del conocimiento, desde el “enciclopédico” al socio – económico, con total desparpajo (que es lo único que tiene o al menos exhibe) se permite, entre otros muchos “anti”, el militar. Claro está, ignora que a los pacifistas - antisistema tipo a ella, les debemos el pleno desarrollo de la “hoja de parra” para tapar nuestras partes pudendas. Que cuando ella y sus pensantes colegas utilizan un mando a distancia, teléfono inalámbrico, reloj digital, navegador, adhesivo a base de cianoacrilato (instantáneo), etc., etc. o cuando este país, España, es conocida tecnológicamente en el mundo, no es por las “simplezas” ni el mal olor corporal y moral, que desprenden ella y algunos colegas suyos, es por las plataformas y equipos que desarrollaron unos “militaristas” como Navantia Astillero y Sistemas, Saes,  etc., etc.. Quizás sea que disponen de personal con todos los créditos académicos al completo y un mínimo de seso en la cabeza. Extremo del que ella, colegas y coleguillas, siempre que tienen oportunidad, hacen gala de carecer. Salvo para los sueldos a asignarse, que para eso sí que son prolijos. Lógico, lo que es del pueblo, para el pueblo. Y ella es puro pueblo. ¡O cuando abre la boca se pasa pueblos enteros…!

                            Capt. Willie

(*1) Deliberadamente excluyo a la escala de Generales y Almirantes, dado que para alcanzar dichos grados en nuestras fuerzas armadas es preciso pasar por las dos escalas previas, donde rarísimas excepciones, que haberlas las hay, Su altísimo grado de formación humana y profesional queda fuera de toda duda.

4 comentarios:

  1. En algunos ambientes que tú defines como “culturetas” o afines a la “progresía de oportunidad”, siempre gozaron de excelente salud dos antis: el clerical y el militar o el militar y el clerical. Lógicamente, ambos representan dos estamentos claves en toda sociedad que se precie. Dentro del batiburrillo de “batidora o mixer”, en España tenemos una gran experiencia y tradición. Mientras unos morían en Trafalgar: otros cantaban chirigotas y bailaban fandanguillos; a la vez que Cervera acataba la orden y salía derecho a que le diesen el “matarile”. Dada la correspondiente diferencia horaria, nuestros políticos, ponían el clavel en el ojal para ir a los toros.
    Yo soy muy “cultureta”…, sinónimo de anticlerical, pero… por aquello, de lo mejor para mis hijos… los mando al “subvencionado” de los SJ., CMF, Dominicos, Salesianos, etc..
    La Guardia Civil… No. No tengo problemas con la casita de campo, suelen andar por los caminos los de la “Rural”, ya sabes… con su sombra es suficiente.
    Detrás de los anteriores, ya el infinito… la modernidad del Castrismo, Chavismo, Evomoralismo, Correismo. Evitemos “ismos” y llamémoslo por su simple nombre LENINISMO – STALINISMO, puro duro y Maduro, solamente que en plan moderno.

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    1. Bendita sea esa Escuela, a la que tras superar una muy seria oposición accedimos. Los seis años de diferencia en edad y formación no significaron nada. Deseemos que Bobonia, no abobe a los próximos y para bueno, regular o malo, tengan tan claro como nosotros lo que significan valores incuestionables y libres de todo relativismo.
      Cuando mi hermano mayor se pone serio, le quiero un poco más.

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  2. Muy dilecto Comandante Willie:
    Damos por validadas las razones que invoca para habernos retirado nuestro anterior saluda.
    No obstante U. nos insistía una y otra vez, que los sentimientos nobles no es necesario celarlos, muy por el contrario. “Es de caballeros de bien expresarlos”.
    Estos cinco “Booorricos” o “Baaarravases” llamados así por U. con esa “rr” tan inconfundida y por nosotros evocada. Una vez más muestran respeto al EJEMPLO, MAESTRO e INSTRUCTOR. El recóndito afecto y agradecimiento por lo que nos procuró en lo personal, técnico y profesional. Los cinco gestionamos nuestros saberes con los “Pilotines” unos y Pablito con el “Co” e “Ingeniero”. Como las fregaba U. con nosotros. No podemos dejarle de viaje en ello. Nos formó como oficiales y pilotos, pero nos regaló HUMANIDAD y nos la regala de nuevo al acordarse de nosotros y de nuestros problemas fronterizos, no palabrea, nos acolitó y acolita como un padre en la distancia, fresco.
    En nuestro interior tenemos siempre en presente el: “Booorricos, Baaarrabases: Lo que os une, es más de lo que puede dividir esa jodida línea de frontera, los de ambos lados compartís el miedo en el mismo idioma. En Español. Sois los mismos bajo distinta bandera”. Comandante: Que gran verdad.
    Aquí y ahorita 4 de 5 del EGV-1P

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    1. Una vez más les doy las gracias por ese cariño y respeto que en toda ocasión me muestran. Es cierto que cuando hice referencia a esos enconados conflictos fronterizos que aquejan a mi muy querida América del Sur y Central, les tuve muy presentes a Vds. Créanme que les vi uno a uno en lo físico y en lo humano y me sentí muy orgulloso de haber compartido aquellos meses con los jóvenes que encontré y a los “paisaninos” que dejé. Creo que esa fue mi despedida, a pie de nuestros dos “goteantes” S-208M.
      Lo que no recordaba es que fuese tan mal hablado y utilizase un “taco” para definir la línea fronteriza, o puede que fuese más contundente en la expresión. Lo que sí puedo afirmar y en ello me mantengo, es que cualquiera de esas guerras a las que hago mención, las sigo considerando auténticas “guerras civiles”, pues si toda guerra es reprobable, las fratricidas lo son aún más, si cabe. Posiblemente en aquellos momentos, cuando hablábamos de esas hipotéticas conflagraciones, yo se las razonase con esas frases que entrecomillan. A pesar de los muchos años transcurridos sigo manteniendo el espíritu que de ellas se pueda desprender.
      Ante el desastre natural que afecta a ese querido país y a sus conciudadanos, por proximidad, le pido a Él les tenga presentes.
      Con todo mi afecto

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