Nos
toca vivir momentos posiblemente apasionantes, pero a su vez desconcertantes,
como siempre que la humanidad alumbra cambios transcendentes: Consiguiente a la
pérdida de valores espirituales y de la
sustitución de la ética o moral (estudiar griego o latín hoy, es anticuado) del
“conocimiento clásico” por el tecnicismo, está sobreviniendo una sociedad donde
los discípulos de Maximilien Robespierre, por ignorar quien era el individuo y
carecer totalmente de su formación cultural ¿Sera cuestión de darle gracias a
Bobónia(*1)?, se consideran o se atribuyen la capacidad de juzgar todo aquello que
nos les gusta o va simplemente en contra de sus intereses particulares o de grupo.
Así, prestigiosas universidades en otros momentos próximos inmediatos, están
viendo recortar el elemental principio de “libertad de catedra” por la mordaza
que esos “nuevos cagócratas” tratan de implantarnos; dando lugar a que
califiquen de “fascista” o “proselitista” a todo aquel que no asienta y
comparta su forma de pensar (si es que su cabeza tiene capacidad neuronal para
ello). Independientemente de que, ante una petición de aclaración de lo que es
el fascismo, no sepan decir ni un monosílabo y que el nombre de Benito
Mussolini, les suene a un antiguo artista italiano del cine mudo. Tengo
testigos de la afirmación que antecede. Como de experiencias en “campus” USA
este pasado verano, donde algún que otro “cagócrata" (*2) exponía sin rubor alguno, la
urgente necesidad de abolir la Primera Enmienda de la Constitución
norteamericana, que desde “antes de ayer” 1791, prohíbe cualquier ley federal o
estatal que impida o restrinja la libertad de culto, expresión, prensa y
reunión.
Mal que les joda a muchos “cagócratas” USA
y a pesar del marido musulmán de la de las anchas espaldas, que habla de
blanquitos. Siguen siendo los EE.UU. de Norte América, donde la libertad de sus
ciudadanos corre pareja a la de sus ideas y protección legal para poderlas expresar.
¡Con todos sus defectos, esos son los Estados Unidos a los que yo conozco, respeto
y, por tanto quiero!
Un conocido, ex funcionario jefe de servicios
de Correos y Telégrafos en la oficina principal local, asiduo irregular de la
tertulia matinal que todos los viernes
no festivos mantenemos a las 07h. 30’, asistió ayer a la misma, ya que entre
otras cosas, necesitaba mostrar su extrañeza ante el silencio, por mí guardado,
con respecto a la condena a cadena perpetua a que fue sentenciado el criminal –
genocida Radovan Karadzic. Pues él recuerda con todo lujo de detalles mi
peregrinar por las ventanillas del patio de Correos, “mendigando” al funcionario
que gestionaba la certificación, que me sellasen las copias de las cartas
certificadas con acuse de recibo, que en inglés, italiano y dos en polaco, dirigía
a las máximas autoridades de países musulmanes sunníes, a sus embajadas
acreditadas en Madrid y Londres, al hoy Okupa de los Altares y a su embajador
plenipotenciario; rogándoles por favor, que en nombre del Altísimo, interviniesen en forma
alguna para evitar el asesinato en masa, violaciones de mujeres y niñas que se
estaba acometiendo con los bosniacos (musulmanes
sunníes) y por los bosniacos musulmanes
sunníes contra los serbo – bosnios, en menor medida (tan humanos los unos como
los otros). Aquello, estaba empezando. Según pude comprobar: Esta, su
referencia, se corresponde en el tiempo al periodo comprendido entre el 2 de febrero
de 1993 (primeras) y 3 de julio de 1995 (últimas). Desde aquí, le doy las
gracias a dicha persona, por recordar tan nítidamente mi compromiso de lucha entonces
“contra molinos de viento”. A mis once misivas, NO obtuve ni acuse de recibo,
salvo el de la administración de correos de España para siete de ellas, donde
certifica que mis cartas fueron entregadas en sus respectivos destinos.
Pareja e inútil actuación también, puedo
demostrar documentalmente de mi “clamar en el desierto”, a las masacres del
último semestre de 1996 en los grandes lagos africanos, donde la única
diferencia con el anterior caso citado, está en que el servicio postal
utilizado, fue el de U.K., desde Devonport – Plymouth y a finales de dicho año
de Portsmouth. Momentos aquellos en que a través de la BBC y de radio exterior
de España, en la voz de María Ángeles Abruñedo (for the friend “Marige”), las
noticias al respecto sobrecogía el alma, incluso, el de los más desalmados.
Por más que les joda a algunos y mucho más
a otros: los acontecimientos que anteriormente relato les cogieron auténticamente
en “calzoncillos” y con el “pantalón bajado”, mientras que al que ahora se
permiten tildar de “islamofóbo”, en
fecha ya tan lejana como los días 7, 8 y 9 de agosto de 1991, a la vista de la
deriva a la que iba caminando lo que quedaba de la antigua Yugoslavia del
dictador Tito, perdía su tiempo tras las opíparas cenas que le servían “hablando
hasta las tantas” con el marido (ciudadano marroquí y supongo que musulmán
sunní) de la dueña del restaurante “Marko Polo” en la encantadora ciudad de
Zadar. Éste no dudaba ante la falta de taxis a aquellas horas, en salir de su
casa para devolverme a mí, sano y salvo al final de Starka. Esta pareja, de la
que por mi hija, en su último viaje, sé que a D.g. siguen bien, les debo el
conocer anticipadamente (con dos años de antelación) todo lo que sucedería en
la Federación Yugoslava, incluido el nombre de algún confirmado posterior
asesino y genocida. Gracias a los dos, amigos míos.
Quien suscribe, a estas alturas de su
vida, mal que les pese a muchos, tiene muy pocas actuaciones que justificar y
esas, llegado el momento, se las justificará por rendición de cuentas a Él.
Quedándome solamente recordarles a esos ocupados y preocupados vividores a
costa de…. Que al margen de pobres musulmanes a la deriva por el mar
Mediterráneo, tantos, o más posiblemente, con origen en las costas de Bangladés
y Birmania están muriendo de sed y hambre a bordo de “buques patera” en el
golfo de Bengala y en el mar de Andaman. Si tienen dudas sobre mi afirmación
les sugiero contacten con Mr. Leonard Doyle, en la central de IOM de Ginebra. Sí
es cierto, que aquellos pobres no son todos musulmanes, ni que los “intereses”
que allí se mueven son tan “interesantes” como los de Siria, tampoco cabe la remota
posibilidad de que los bofetones, que entre las distintas ramas del islam se
vienen dando desde el siglo VII, las solucionen algunos expertos islamistas en
Centros dependientes o afines a Universidades Pontificias y por Doctores en
Emigración.
Capt. Willie
(*1)
Bobónia: sinónimo de bobo, bobada, bobería
o necedad, que sustituye el nombre de una ciudad italiana, que se utiliza para
definir la regulación académica de la ignorancia y desconocimiento universitario reglado.
(*2)
Cagócrata: sinónimo de individuo que
por padecer “diarrea mental”, ocurrencia que concibe, ocurrencia que caga. Sus ocurrencias suelen
atañer, en todos los casos, a poner coto a la libre expresión de conceptos e
ideas que no concuerden con sus ocurrencias.
Querido Guiller:
ResponderEliminarComparto contigo la práctica totalidad de las aseveraciones que aquí viertes. Por conocerte, como te conozco: A quien no te conozca… doy fe del compromiso y posición, que siempre y en todo momento adoptas a favor de los más pobres y desfavorecidos.
Te sugiero, qué desde esa libertad a la que siempre haces gala, expongas cual sería tu planteamiento a tan inhumana situación creada. Sin olvidarte del Índico. Asimismo, me permito recordarte tu apodo como “Vademécum” y tu diplomatura en AEM, NO Bobónico, ni por Bobónia.
S. Q. de L. y A. – Z.
Independientemente de la oportunidad o inoportunidad de algunas personas. Este “bloguista” ni tiene ni cree en las soluciones fáciles a problemas difíciles. Lo que si por experiencia vital sabe, es que a todo problema cabe un planteamiento y por tanto la consiguiente solución. De no ser así, pasa automáticamente a ser un “Coñazo” y ahí sí es donde pueden intervenir personajes tan cualificados como nuestros amados lideres “El Ama de casa”; “el putero”; “el vago, gris inútil” o su “Saltimbanqui”, algunas veces en neglillé; “El musulmán, casado con la de las anchas espaldas, que habla de blanquitos”, “El próximo okupa de los altares laicos y quizás eclesiales” (el moderado Recep Tayyip Erdoğan); “los doctores en emigración e inmigración”, “Clérigos, frailes y monjas” y un largo, etc., que está empeñado en confundirnos y confundir los refugiados políticos con los inmigrantes ilegales de carácter económico. Emigrantes estos últimos, muy muy respetables. Toda persona, por el hecho de serlo, tiene derecho a aspirar a mejorar. Pero dentro de un orden, que mal que nos pese, ya está establecido.
EliminarEn un futuro próximo, puede que en contra de “estómagos delicados” me extienda.