De antiguo suelo oír un proverbio que según quien me lo cite, le da un
origen distinto, pero que en definitiva siempre es el mismo: “No hay mal que
cien años dure, ni cuerpo que lo resista”. De acuerdo a la historia
conocida de la humanidad, a toda tiranía y consiguiente tirano, le precedió y
contemporizó un número indeterminado, pero sí numeroso de Estulto Pijo
Progres. EPP, que hay que ubicar en el tiempo y el espacio, del momento
justo donde se dan las circunstancias para la implantación y consolidación de
la tiranía y la prevalencia final del tirano. Pues salvo rarísimas excepciones,
al final, salvo en Argentina, siempre termina uno con los otros dos y se erige
en Tirano único a lo “Tirano Banderas”.
Fruto del conocido como “Acuerdo de Londres
de 8 de agosto de 1945”, se firma en Berlín el 6 de octubre de 1945, por
cuadruplicado, en los idiomas de los tres vencedores de la 2ª Guerra Mundial, y
de “le grandeur”, de quien aún hoy, ignoro los méritos para figurar entre los
vencedores (quizás sea por el oportuno “changement de chemise et veste” (vulgo cambio de camisa y
chaqueta, entre Vichy y lo sobrevenido), el “Estatuto del Tribunal Militar
Internacional de Núremberg”, que dio paso al inicio del proceso que
históricamente conocemos como “Juicio de Núremberg”; del que el pasado 20 de
noviembre se cumplieron setenta y un años. En el de forma excepcional y por primera
vez en la historia conocida de la especie humana, se juzgaban las actuaciones y
posibles responsabilidades, de delitos prácticamente no definidos en los
códigos de la época. Viendo la luz conceptos, no por sucedidos antiguamente conocidos
y repetidos, sí totalmente nuevos al derecho internacional: “conspiración
contra la paz”; crímenes de guerra” o “crímenes contra la humanidad”. En las
trece vistas de dicho proceso se plantearon serias acusaciones contra 611
inculpados, todos relacionados directamente con el nazismo. Posteriormente el mismo
método, pero en Tokio, una vez más mostró bien a las claras, qué: “no
todos somos iguales ante la ley”, confirmando con la familia imperial japonesa y los
criminales de guerra a ella pertenecientes, que al igual que en 1919 con el
Káiser Guillermo II de Alemania, “la justicia siempre va a la cabeza, pero… lógicamente, a la del más pequeño. Lo
contrario posiblemente fuese anarquía” El precedente de enjuiciamiento internacional que
establecen Núremberg y posteriormente Tokio, sienta las bases para la ulterior
creación de la “Corte Penal Internacional”. Corte que se fundamenta
oficialmente en base al “Estatuto de Roma” de 17 de julio de 1998. Dicho
tribunal, como todo aquello que depende de la ONU, funciona, como funciona, en
el mejor de los casos a “trompicones”, en el peor… cómo funciona…
Prueba evidente de cómo
funciona… la tuvimos clara en la amigable o “friendly” reunión de
despedida, recientemente celebrada en la finca caribeña de los hermanos
castrones, donde la reunión de “TIRANOS” (con letras
mayúsculas, negritas y subrayadas) alcanzó la mayor concentración por metro
cuadrado que se recuerda en los últimos años, claro está, acompañados por todo Estulto
Pijo Progre, que de tal se precie. Puestos a justificar la existencia de
dicha Corte Penal Internacional, y acogiéndonos a sus estatutos fundacionales, ¡Que
oportunidad perdida para hacer una redada y sentar en el banquillo a tanto
“cabrito desmandado”!, empezando por el propio “Castrón” que hizo de anfitrión.
Tristemente haciendo honor a lo dicho en el párrafo que antecede: ni
todos somos iguales ante la ley y “la justicia siempre va a la cabeza,
pero… lógicamente, a la del más pequeño.
Lo contrario posiblemente fuese anarquía”. Prueba de ello es que no hay ningún Tirano
juzgado, condenado y que cumpla sentencia, en pleno desempeño de la tiranía.
Véanse y léanse los fallos emitidos al día de la fecha por dicho tribunal:
- Limpieza étnica de la antigua Yugoslavia.
- Genocidio de los grandes lagos africanos en Ruanda.
- Mutilaciones y violaciones sistemáticas de Sierra Leona.
- Camboya y el exterminio sistemático de los jemeres rojos.
- Magnicidio Libanes de Rafiq Hariri, con 22 muertos más como mínimo, y
noventa y tantos heridos, incluso con amputaciones de extremidades.
- ¿Qué está pasando y pasará, con los casos en instrucción o subjudice
sobre: Costa de Marfil; Georgia; Kenia; Libia; Mali; República Centro –
Africana; República Democrática del Congo; Sudan o Uganda?
- ¿Qué pasó con: ¿Armenia; Liberia;
etc.?
La agresión y posterior anexión
para unos, adhesión para otros, de Crimea a la Confederación Rusa ¿Cómo
interpretarla? ¿Fue una agresión o una liberación? Lo cierto y verdad es que el
actual Zar de todas las “Rusias”, futuro emperador de las mismas, por si las
moscas… hizo mutis por el foro, no fuese cosa de que en el teatro
generalizado de estos inicios del siglo XXI, a algún genio con atribuciones
judiciales, se le ocurriese la gracejada de hacer la “pinochada”. “Pinochada”
que muchos estamos esperando, por el SUPERJUEZ que la emprenda
sobre la reciente y amigable o “friendly” pandilla de la Habana; sobre su
anfitrión, el Castrón heredero de la finca caribeña, y metidos en gastos, se
podrían incluir a los Estulto Pijos Progres (EPP), qué con su
estulticia acreditada y manifiesta, su estómago agradecido y la más elemental
falta de ética y estética, hora a hora, día a día, le dan oxígeno a esas
putrefactas dictaduras y a sus Tiranos. “Tiranatos” que obviamente están en la
mente de todos, empezando por la propia finca de los “Castrones”, la de
“Danielito”, “Madurito”, “Obianguito” y un largo etc.
Aunque mi deseo fuese otro, no puedo
sustraerme a recordar la existencia del futuro sultán de Turquía, y sus
continuas tropelías. Amigo de su valedora la “cartofelera”, que con la elección
de Mr. Trump, dentro de las más estrictas normas democráticas, por los
electores USA. A la “pobrecita” al igual que a su “palanganera”, les causó “enorme
conmoción”, la misma que ambas (la “cartofelera” y su “palanganera”) le
ocasionan al que esto suscribe, y que de no andar listos, la “bola de ojetes”
que nos mandan, no nos gobiernan, cuando quieran darse por enterados estaremos en
las andadas: por lejano que les parezca: en la Tercera…
Capt. Willie
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