Hace mucho tiempo, en mis
años mozos, estuvo de moda una canción de “twist”, que posiblemente fuese de
Chubby Checker, o de otro cantante que destacase en aquel panorama musical de
mi juventud. Su letra, en una traducción muy libre por efecto de la distancia
temporal, vendría a decir algo así como: “Yo he caminado mucho, mucho por el mundo y, sé muy
pocas cosas buenas en total, en Roma las palomas…” (Yo diría también mucho “palomo cojo”).
Aplicada esta letra de “twist” y sus consiguientes vueltas y revueltas, a mis
conocimientos eclesiales y a la fe que me da y consolida el Credo de Nicea, me
conducen a hacerme planteamientos, donde ignoro si me están llamando tonto o
por el contrario, tengo que llamar imbéciles y majaderos a otros, o algo peor
cínicos, rozando la total impudicia.
¿Dónde
empieza una posible “caza de brujas”, el mirar para otro lado y las milongas? A
esto, sí realmente quisiese, podría responder el cabeza visible de la ICAR y
Obispo de Roma, pues indudablemente la ocultación y la alcahuetería entre
“cuates” pueden encubrir “pecados” de todo tipo, desde los veniales de: robos, falsificaciones, espolios, malversaciones
de fondos eclesiales o ventas fraudulentas. Los mortales: donde esos “cuates” actuando como tales, encubren
todo tipo de canalladas, entre otras, la propia pederastia. Pederastia que en
más ocasiones de las que se pone coto, se alcahuetean, aunque el rum, rum está
ahí, negándose en la mayoría de los casos a escucharlo por parte de la
correspondiente autoridad eclesial. Autoridad eclesial actual, que en más casos
de los que confiesan, antes de serlo o lo cortaron por sí mismos o las padecieron.
De la afirmación que antecede, quien
quiera profundizar en ella se le hace muy difícil, por la “omerta” o ley de
silencio impuesta desde adentro. Pero por las pistas e indicios, si realmente
se quisiese poner coto se podría hacer, pero claro está, que no se quiere. ¿Eso
lo ignora o quiere ignorarlo S.S.?
Que la tolerancia y el respeto a la persona
como tal sea uno de mis más arraigados e importantes conceptos vitales, no
quita que me escandalicen esas “locas desaforadas”, de entradas triunfales con báculo
y estola salmón (del color de la antigua ropa interior femenina elegante). Pues
sí para ser ordenado se necesita ser varón, como me explican que en la
Archidiócesis a la que pertenezco, el perfil requerido sea el de gay, y que
encima se le note, no valen los “disimulones”. El resto, no dan el “perfil
requerido”. Nos ha jodido… el Santo Padre y sus milongas.
Desde aquí y ahora, quedo a su entera
disposición y a la de todos sus «ofendidos boys o “bays”», para ir aclarando
posiciones, pues ante la duda y para no caer en la “caza de brujas”, siempre se
puede recurrir a la prueba pericial clínica, y no a la hormonal. Extremos que
mal que a algunos les pese, distingo perfectamente. En la gran mayoría de los
casos, no se hace necesario ni llegar a tal prueba: solamente con saber el
número de melones enteros que tienen que consumir, para que al bajar el peldaño
del altar, no les caigan los garbanzos o las alubias enteras por la parte
inferior de las perneras, es suficiente.
Una vez más reitero, que la orientación
sexual, color o credo, es personal e intransferible, pero… sí para recibir el sacramento
del orden en la ICAR hay que ser varón,
al concepto que se desprenden de las dos primeras acepciones del Mª. Moliner,
todos aquellos que no lo sean y encima ejerzan como gays, deben de abstenerse
por respeto al ministerio que deben ejercer y por el gran escándalo que
producen sobre sus potenciales fieles.
Lo dicho, nada de “caza de brujas”. En la
gran mayoría de los casos es suficiente el hacerles un speaker y pedirles un
corto paseo, pero… ante la duda, la pericial clínica. No es un problema de
homofobia, es un principio de equidad y no de tratar que “los fieles comulguen
con ruedas de molino”. Los creyentes ante “tanta loca desaforada” nos sentimos
incomodos, pues todos somos el prototipo de anti o no homofobia, pero… si
tenemos que compartir vestuarios, servicios sanitarios u otros espacios donde
lo que algunos perdieron, pero otros conservamos, que se denomina o al menos se
denominaba “pudor”, la cosa cambia. Como cambia el ir a confesarse y contar tus
intimidades a alguien, que de entrada, te está engañando deliberadamente, pues
es varón hasta donde dejó de serlo y, él lo sabe y su Obispo o Arzobispo
también lo sabe o lo comparte.
Menos paca, paca o bla, bla, bla o al final
terminaremos diciendo: “el último en salir, que apague la luz”, pues desde que
las compañías suministradoras de energía, ante las deudas de algunas
parroquias, obligan a poner fianza previa, llegado ese momento no tendrán problema
pues acabaran cobrando de ellas. Los fieles brillan por su ausencia y en
disminución. ¿Vamos a buscar una solución real…? Del Romano Pontífice depende o
damos un rápido “cod of the track” o el propio “vértice de la trayectoria del
ciclón” nos hace desaparecer. Soy muy pesimista y eso pese a mi fe
inquebrantable en el Espíritu Santo.
Capt. Willie
I believe that every right implies a responsibility; every opportunity, an obligation; every possession, a duty.-John D. Rockefeller.
ResponderEliminarA mi modesta creencia, en los ultimos millenovecentottantadue anni, probabile en toda hora, momento y lugar de la historia, tu seas la persona menos adecuada para poder considerar la corriente situazion del solio pontificio. ¿Por que Albino Luciani alcanza el papado, en vez de Giovanni Benelli? ¿El perché de algunas conductas del por ti nominado “Okupa”? ¿Por que no Pablo VII y a posteriori Pio XIII?
Ahi te queda este interrogatori…
Tu vas a reproducir esta esquela… Tu le vas a responder…
No soy capaz de poder afirmar, quien de las dos personas es que por edad y dignidad me pueden dirigir el texto que precede y su contenido. A cualquiera de los dos posibles decirles, que a pesar de la reconvención que encierra, les agradezco que con veintitrés o más años por encima de los míos y el tiempo transcurrido siga/n teniéndome presente en sus amonestaciones, prueba evidente del cariño y respeto que en un lejano tiempo le/s merecí y me merecieron.
EliminarComo única respuesta a mi alcance, afirmar qué: ”El hombre propone y Él dispone” y Él dispuso de acuerdo a su excelsa capacidad.
Que El llegado el momento nos juzgue con la misma benevolencia, con la que cualesquiera de los dos posibles signatarios del escrito que antecede, siempre y en todo momento me juzgaron a mí.
Que el Sr. sea con Vd/s.