jueves, junio 20, 2019

Si albergaba alguna duda sobre los ecologistas, estas me fueron disipadas…

        Soy consciente, que incluso desde algunos ámbitos familiares se me acusa de padecer la enfermedad de la “titulitis”, dada mi innata curiosidad en conocer la “procedencia académica” de todo aquel que haga o realice exposiciones, conjeturas o afirmaciones, que encierren cuestionamiento sobre hechos o ideas más o menos consolidadas por la racionalidad de la ciencia, la ética y/o moral (no cuestiono la antigüedad o prelación de similares conceptos, sigo el orden alfabético).

     Comprenderá el amable lector, que si en un entorno tan limitado como el doméstico, muestro mi escepticismo a todo aquello que no cumple con esos mínimos anteriormente citados, “malajemente” puedo admitir las elevadísimas aportaciones a la pseudociencia de una indocumentada adolescente, por muy sueca que ésta sea y los muchos “vividores que la rodeen”, piensen “vegetar o vivir a su sombra”, empezando por su propio padre.

     Quizás por la multidisciplinar formación a la que Él me dio la oportunidad de acceder, mientras no consigan demostrarme lo contrario, en climatología y consiguientemente en la “ecología científica” o ciencia a tratar por ecólogos, NUNCA por ecologistas y/o afines, me afirmo en los cinco movimientos a los que está sometido este Planeta Azul que yo habito. Estos tienen vital importancia en esos “fenómenos”, que inexplicablemente se producen para aquellos de los dos movimientos únicos: rotación – traslación. Claro que decirles a “ecologistas de pro”, que el gato, sin contar el rabo tiene cinco patas, es inconcebible, pero… así es. Amenos que esos “científicos de vía estrecha” (no puedo evitar mi complejo de superioridad: nací y crecí en vía ancho internacional 1.435mm., actual UIC), me puedan demostrar que los movimientos de “Precesión”, “Nutación” y “El Bamboleo de Chandler” no existen y que los mismos no influyen en la acción del astro rey, sobre esa “mierdecilla” cósmica que es mi planeta, precisamente Azul por los gases atmosféricos y océanos. A más “inri”, en ambos casos componentes externos, pero de vital importancia al combinarlos con la “actividad interna o vida propia de la parte sólida y no tan sólida de la Tierra”.

    Puede que por carecer de originalidad, me “pita” y repita una y mil veces: para ser considerado un aprendiz de “ecólogo”, o se tiene una formación técnico – científica multidisciplinar, o bien con una formación - titulación científica de partida, la inmensa suerte de poder interactuar en un equipo, que cuantas más ramas de la ciencia abarque, aumentan las posibilidades que dan el considerarse como tal. De ahí, que cuando cualquier licenciado e incluso Dr. “cum laude”, que no haya presentado ni leído la tesis sobre la “Faba de la Granja” o la de las “Escombreras de Hunosa”, se considera apto para hablar y explicar desde la geomorfología costera, a la dinámica atmosférica, pasando por el ciclo del agua, el del carbono o del efecto lunar sobre el líquido amniótico y en función de la posición de nuestro “ensoñador” satélite, si el alumbrado será niño o niña, la “jodimos”. Sea su acreditación la de “titular” o “catedrático” por herencia consanguínea o política.

    Mis limitados conocimientos y múltiples experiencias vitales, me condujeron a admitir muy humildemente mi pertenencia a la especie del “homo sapiens”, considerándome ser mucho más “homo” que “sapiens”, a la vez que acepto mi infinita necedad ante los múltiples y desconocidos principios y reglas, por la que se rige el complejo equilibrio de este Planeta en el que habito, su real relación y dependencia del Sistema Solar del que forma parte. Estando seguro de no alcanzar a percibir determinados fenómenos quizás de suma importancia y/o mal interpretando aquellos que se manifiestan de forma clara.

     Tras sobrevivir a dos ciclones tropicales, ver excesivamente de cerca el vórtice de un tornado, sentir bajo mis pies la terrible inseguridad que produce un serio movimiento sísmico y contemplar a cierta y prudencial distancia los efectos de la consiguiente entrada en erupción de un volcán dormido, lo que sí sé y tengo claro, es que no sé nada.

    Los conocimientos reglados que poseo, unidos a las experiencias anteriormente citadas, me condujeron a conclusiones quizás erradas, lo que no evita que me haga pensar, que otros, que careciendo de esas vivencias y estudios, cuando hablan, opinan y afirman, lo que muestran, aparte de su osadía y desvergüenza, es que están herrados y no calzados. De ahí que el hablar en ellos y no rebuznar, sea para evitar les motejen de bilingües. Con estas y fruto de ellas, mí total convicción de “mierdecilla” insignificante, dentro del contexto de grandiosidad que encierra el sistema planetario en el que me veo inmerso, como habitante de la Tierra, me impiden otear y atribuirme capacidad alguna para poderlo alterar en su desconocido equilibrio, máxime cuando tengo pruebas científicas claras y contrastadas de que la evolución del Planeta  a Azul, para llegar a ese color, pasó por múltiples y muy variados periodos, donde ni las vacas, ni los habitantes de a pie y ni tan siquiera los múltiples políticos y demás vividores, a costa del sudor de la frente del de enfrente, eran minorías. Con la misma capacidad contaminante que se podría atribuir hoy a la población correspondiente a la provincia de Teruel, donde sus emisiones de SO2, CO2 por la combustión de lignito en su Central Termo Eléctrica, llegado el caso es prácticamente despreciable en comparación con una entrada salida a Madrid y/o Barcelona en hora punta.

     También es cierto que por ahí atravesados andan y caminan: “Kioto”, el tal H. Kohl, padre de la reunificación de su pacifista, nunca pacífico país, y la “jeta” de la “Kartofelera”, quien tras reunificar a costa del resto de los europeos y “achatarrar” las industrias “ossis”, únicamente productoras de “mierda como producto final”, consiguió el poder “polucionar”, en compensación, y claro está a costa de los “primos europeos”, lo que quiso y le da la gana.

    Con la suma de adolescentes inspiradas en la ciencia infusa, caras duras tipo el tal Al Gore y otros vividores que tal bailan y mejor viven, el cambio climático avanza, sin que realmente puedan decirnos donde empieza la acción destructiva de los humanos y la natural del Planeta Azul, quien lo mismo que en un dado momento, por evolución o involución, alcanzó dicho color, a ciencia cierta (digo y escribo: “CIENCIA CIERTA”) se ignora si las referidas “evoluciones – involuciones” fueron individuales y propias a la Tierra como tal, o dentro de esa escala de “mierdecilla” cósmica, la consecuencia de alguna alteración en esos cinco movimientos a los que oportunamente, sí hice referencia.

    Fruto de ese escepticismo al que no puedo sustraerme, sí estoy seguro y me permito afirmar, que mucho más nocivos para el Planeta Azul, que los pedos de vacas y demás mamíferos, incluidos los fétidos, de elefantes, hipopótamos y gorilas, son los de los políticos en general, quienes nos mandan y no gobiernan y para terminar de “joderla”, dan voz y voto a todo charlatán que ratifique lo que ellos, en un dado momento, quieren contarnos a fin de podernos seguir engañando y “jodiendo”. ¡Toma ecología y ecologistas…!

    Cuando esos “estéticos molinones” que pululan por nuestras montañas y costas, dada la alteración de las corrientes atmosféricas de los vientos reinantes y dominantes deserticen en tierra o alteren la circulación y equilibrio marítimo, será el momento de “Begin the Beguine”. Los jetas y vividores serán los mismos, solamente cambiará la cantinela. Cantinela, tarantela, tango, pasodoble o lo que sea, pero seguirán cantándonos y contándonos, erigiéndose padres putativos de la ecología, pasando a explicarnos de paso la alteración del color “AZUL”, por la “devolución” de las radiaciones emitidas por tanto panel solar ecológico. ¡Toma ecología… y vive del cuento mientras puedas y dure…!

                                Capt. Willie
 
A modo orientativo y de fácil extrapolación, veamos "pulucion" y a continuación clausuremos la Central Térmica de Teruel, mal de todos nuestros males.
Las cinco ciudades que más sufren la contaminación de los cruceros, la contaminación por óxido de azufre transmitida por los buques es significativamente mayor que la de los automóviles que conducen en sus respectivas ciudades.
Fuente de procedencia: la que figura a pie de imagen y en color

3 comentarios:

  1. No podemos creer que nos borrase hace unos minutos, de ahí que le repitamos nuestro respetuoso mensaje.

    Sr. Capitán.
    Como asiduos seguidores de este expositor de su forma de pensar y también de actuar, le mostramos nuestra sorpresa, ya que su imagen y proyección externa es lo más opuesta al convencional y consabido “machismo” recurrente, sin embargo, una y otra vez al citar a señoras que ocupan notables cargos en organismos internacionales, con independencia de su origen, les muestra un manifiesto desdén.
    Conscientes que cuando Ud. hace referencia a los más dispares temas, sean credos religiosos, conceptos técnicos, conocimiento de la historia, geografía y cultura de ciertos países. Al realizar un seguimiento a los inicios por Ud. sentados, indefectiblemente se abre un mundo desconocido, al menos para nosotros: guerras en Hispano América, iglesias orientales, situaciones en Oriente Medio y un variopinto panorama, que indefectiblemente utilizamos con nuestros alumnos.
    Sin ánimo de impertinencia por parte nuestra, nos permitimos sugerirle nos “abra alguna senda”, que nos conduzcan a la realidad de tan imponentes cargos desempeñados por mujeres.
    Estos sus asiduos lectores y en cierto grado entusiastas discípulos.

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    1. Bnas tardes:
      Discúlpenme Vds. pero en ningún momento les borre mensaje alguno.
      Siento decirles que en mi cabeza existen personas, no entendiendo ni comprendiendo discriminación positiva o negativa, de ahí, que si son inútiles, da lo mismo sean varones o hembras. El problema surge de tener que cubrir cupos, no en función de la idoneidad y parece ser que sí de la entrepierna o de aquella parte del cerebro que controla a la anteriormente citada.
      Les deseo tengan un feliz y apacible día

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  2. A los anteriores lectores ¿saben que el articulo anterior era sobre el medio ambiente?,¿verdad?

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