Como
sea, hay que tirar abajo a Mr. D. Trump.
Desde el principio de la elección de Mr. D. Trump, tuve claro qué la progresía, vulgo manadas de “estulto pijo progres”, no podían permitir que “la que tenía que haber ganado”, hubiese perdido y con su pérdida se les iba al carajo la “mamarria” montada y establecida por el “buen musulmán” y su socia, la de las anchas espaldas de estibador portuario.
Desde el principio de la elección de Mr. D. Trump, tuve claro qué la progresía, vulgo manadas de “estulto pijo progres”, no podían permitir que “la que tenía que haber ganado”, hubiese perdido y con su pérdida se les iba al carajo la “mamarria” montada y establecida por el “buen musulmán” y su socia, la de las anchas espaldas de estibador portuario.
Que un “outsider” les viniese a poner los
puntos sobre las “ies” a esa caterva de vividores de la política europea y USA,
era algo inconcebible, máxime, cuando desde sus inicios de campaña electoral,
habló de terminar con las “mamurrias” a nivel interno y al externo. Dejando
claro que quien quisiera ser protegido, tenía que pagar o colaborar a su propia
protección. Es cierto, que mal que les pese a toda la caterva de “E.P.P.” que
pululan en los medios de prensa, les vino que ni al pelo. De no ser por Mr. D.
Trump y sus escasísimos conocimientos de
todo orden ¿De qué iban a vivir ellos? La
“analfabeta sueca” que les espolea con su supino desconocimiento de todo, es
mucho más sobrellevable, pues aunque los putea, les deja seguir embolsando y
jugando con los mandados, no gobernados.