Aclararles a esos mis lectores, que si bien es cierto que me afectó el vulgar crimen perpetrado contra mi hermano, mor a la propagación de la “Peste China”, con el agravante de negligente ocultación e impericia por parte de esta recua de ellos, ellas, elles y el que los nombró y cual julo, les precede. Él/los/las/les, mismos/mismas/mismes, que en ningún caso ni ocasión gobiernan, pero si mandan, y por supuesto haciendo tabla rasa con sus propias fechorías y continuas felonías. Quizás sea que el julo, al elegirles, lo hizo en base al conocimiento de sus principios y la consiguiente adaptación a la famosa frase atribuida a Groucho Marx: “Damas y caballeros, estos son mis principios. Si no les gustan tengo otros”. Lo de damas y caballeros me pone muy difícil el “elles”, dejándolo en “caballes”, ya que a una recua y su julo me estoy refiriendo.
Al hecho circunstancial al que hago referencia en el párrafo precedente, se unió la necesidad de digerir el descarado robo de las elecciones en USA, con el beneplácito, en el mejor de los casos, de los medios de información, y en el peor, con la desinformación y tergiversación de hechos demostrados y demostrables. Puede que la memoria me juegue malas pasadas y se me hubiese olvidado el precedente, ya claramente establecido, en las elecciones presidenciales de 1960, donde los demócratas, haciendo gala a su claro concepto de inexistentes escrúpulos, amañaron las elecciones para que el “vendedor” de Bahía Cochinos, obtuviese una presidencia por el mismo método: el del “apagón” y los votos no censales debajo de las mesas.
Cuando el 12 de abril del pasado año publiqué en este, mi blog, el fallecimiento de mi hermano, contenido al que se puede acceder bajo el siguiente epígrafe:
Estaba claro que sabedor y conocedor de lo que decía, hablé del “virus chino” y la afinidad con los asquerosos postulados que la recua y su julo estaban poniendo en práctica. Lo malo o peor fue, que no solamente esta reata, a sabiendas de lo que había y sobrevendría, actuó y continua actuando, como si no hubiesen muerto en España, del orden de ciento cuarenta y siete mil (147.000) personas, de las cuales muy pocas pudieron ir a parar a la Ruber Internacional. No, murieron en un dado momento en los pasillos de centros públicos, donde el personal sanitario desbordado, caía a su vez como los mismos pacientes. Mientras esto sucedía, a un prestigioso Cuerpo de Seguridad Pública de naturaleza militar y ámbito nacional, usándolo torticeramente, lo dedicaban a controlar los medios de comunicación o expresión, no afines a sus criminales actuaciones. Al menos así se nos anunció sin sonrojo alguno, para que sirviese de “pay attention”.
En fecha 21 del mismo mes y año publiqué en este mismo blog, el contenido obrante bajo el epígrafe:
Donde realmente me quedo corto, a la vista de lo que se está descubriendo en la actualidad más actual. Conocimientos que el “maldito” y “maldecido” Mr. D. Trump, proclamaba con total sentido de causa, y era contradicho por los bien pensantes y mejor “cagantes”, quienes involucrados, bien ideológica o económicamente (estoy seguro que ambas cosas a la vez), no podían consentir que sus “business” peligrasen, aunque cayese hasta el apuntador.
Así cayeron y seguirán cayendo millones de personas, todo ello sin que esa partida de negociados de rimbombantes nombres, encubiertos bajo el “paraguas” ONU, poblados por negociantes y comisionistas “atechados”, sigan “poniendo la mano” y dejándonos morir. ¿Cuándo actuará esa diligente Corte Internacional…? ¿Cuándo veremos que deja de cumplirse el principio de la actuación contra la cabeza del más pequeño? Hoy y ahora me avergüenzo de haber caído en la trampa tendida, que me llevó a publicar el 28 del mismo mes de abril de 2020, el contenido obrante en este blog bajo el epígrafe:
Ahora y a “toro pasado”, me doy cuenta de lo incómodo que fui cuando actué como “instructor” y o “secretario”, entendiendo como eran atendidas mis peticiones de cese en tan cómodos destinos para algunos.
Según el tiempo pasa y se descubre que la “rata suave y moderada”, de correcto hablar y modular, estaba involucrada hasta el mismísimo tuétano, en el complot urdido por el “Kapo” del gran campo de concentración que es China continental (me permito recordar, que existe otra China, la insular, que es un país libre y democrático). Empiezo a vislumbrar que su trabajo sucio contra Mr. D. Trump estaba totalmente justificado, no extrañándome nada que a pesar de las trabas que los tribunales pongan, más antes que después, aparezca el nombre de a quién y qué intereses servía. Mr. A. Fauci, créame que ahora empiezo a comprender muchas cosas que no entendía, viéndole y oyéndole en sus intervenciones en TV, incluida la de sus respuestas a la interpelación del congresista republicano, hoy no vista por mí tan extemporánea como entonces. La vergüenza, por ser verde, la debió de comer el burro republicano.
Dentro de ese egocentrismo que parece ser me caracteriza, sugiero al amable lector que acceda al contenido obrante en este blog bajo el epígrafe: De todo un poco y nada bueno...Pues como su encabezamiento indica, se trata de un popurrí, en el que me ratifico en cada uno de sus puntos y contenidos.
Con la indignación que me embarga, podría entintar páginas y páginas, no obstante, aquí lo dejo y me permito sugerir a esos “atechados vividores”, de todas y cada una de las covachas internacionales “bajo el paraguas” de la ONU, que por una vez actúen, pongan en el lugar que le corresponde al “pájaro” y “pajaritos” de la OMS, a la vez que esos diligentes fiscales de la Corte Internacional empiezan a pedir trabas contra bienes chinos en el mundo. Abran las correspondientes causas indagatorias contra esos ineptos y desvergonzados mandantes y en ningún caso gobernantes, pues si sus actuaciones no son de genocidas, baje Yahvé y lo vea.
De siempre di atinada respuesta a todo aquel que la pidió, pero en el actual momento de mi vida, donde la Gammapatia monoclonal iga lambda, ante mi situación cardiaca, adquirió la condición de secundaria. Con muchísimo gusto, más bien placer por mi parte responderé.
El Capt. Willie
No hay comentarios:
Publicar un comentario