Retrotrayéndonos en el tiempo y al resultado ya conocido de la tercera votación de la CG (*1) XXXI. El P. P. Arrupe y el resto de los procuradores reunidos (266, incluyéndole a él) asisten a la alocución que S.S. Pablo VI les dirige, donde, de forma clara muestra su preocupación por la puesta al día de la iglesia post – conciliar, pidiéndoles exprofeso, que continuaran siendo “baluarte de la Iglesia y la religión en tiempos difíciles”. Que aunasen sus fuerzas y esfuerzos “para oponerse valientemente al ateísmo”.
El “warning call”, viene a continuación:
Al despedirse S.S. de los congregados les hace preguntas retóricas sobre “las
extrañas y siniestras ideas de algunos” o sobre la “austera y viril obediencia”.
Hay que tener presente, que S.S. Pablo VI, por haberse educado con la CJ y
conocerla a priori, no sentía animosidad alguna contra ella.
Pero a esas alturas el P. Paolo Dezza SJ ya
hubiese mostrado el inicio de su frustración, que a corto plazo irá transformando
en dudas y prevenciones papales.