lunes, febrero 15, 2016

De una efemérides… al inicio de una frustración…


     Volviendo al que fue el 28º prepósito de la Compañía P. P. Arrupe. Se hace preciso situarse en el entorno, en el contexto y  en el tiempo precedente inmediato  a su inicio como tal.

     En el convulso Japón prebélico de 1941. Por el simple hecho de ser extranjero y religioso católico, el día 8 de noviembre, como potencial espía, es detenido y encarcelado preventivamente en una prisión militar. En ella  vivió situaciones de total inseguridad y privaciones. A su salida el 12 de enero de 1942, declaró como conclusiones de su forzado encierro: “Aprendí la ciencia del silencio, de la soledad, la pobreza severa y austera, del diálogo interior con el huésped del alma – hospes animae –,  que  nunca se me ha mostrado más – dulcis –“. Asimismo mostraba su conmoción por la lealtad de los fieles de su parroquia, quienes arriesgando su propia libertad y seguridad, al anochecer del día de Nochebuena, se concentraron ante los muros del penal militar donde estaba recluido, para cantarle “Noche de Paz”. 

    Es traslado el 9 de marzo de 1942 a Nagasutka (extrarradio asentado sobre la falda de una colina de la ciudad de Hiroshima), como Maestro de Novicios y lo nombran el día 13 del mismo mes Vicerrector de la Casa del Noviciado - Teológico. Su cordialidad y personales actuaciones despertaron el interés y reconocimiento de una sufrida sociedad rural, azotada por la situación de guerra que padecían. Interés que se tradujo en admiración y respeto, ante la actuación desarrollada aquel fatídico día 6 de agosto de 1946, tras la explosión atómica. Donde, dado lo desconocido de dicha explosión – deflagración, las autoridades civiles y militares estaban anonadas y sin reacción. Momento en el que se involucra de forma tal, que tras comprobar que los serios daños físicos ocasionados al inmueble del noviciado, no afectaron a sus novicios, decide convertir éste, en un improvisado hospital, sacando fuerzas de flaqueza y recurriendo a los pretéritos conocimientos de sus interrumpidos estudios de medicina. En las más precarias condiciones y careciendo prácticamente de todo, incluida anestesia de cualquier tipo, se arriesga a realizar operaciones a vida o muerte, limpiar gravísimas heridas causadas por profundas quemaduras en tejidos y partes óseas. De los iniciales medio millar de personas atendidas y del casi centenar y medio de pacientes internados durante meses, solamente tuvo dos fallecimientos. Hecho éste que siempre achacó a la gran misericordia divina y a la inspiración que en aquel trágico momento recibió. Esta aciaga experiencia lo llevo a escribir “Yo viví la bomba atómica”.

    El 22 de marzo de 1954, es nombrado Viceprovincial para Japón. Es el tercero en desempeñar dicho cargo y el primer Provincial, al convertirse el 10 de octubre de 1958 en nueva Provincia independiente. A tal fecha ya había andado de la ceca a la meca, captando vocaciones y fondos para la misión en Japón. Consolidando a su vez la Provincia, donde llega a contar con más de cuatrocientos miembros provenientes de 30 países diferentes. Esta intensa actividad acrecienta los recelos de unos y la envidia de los otros. La Compañía de Jesús, dado que está conformada por humanos, no se puede sustraer a sus males y pecados y en algunos, la envidia venció a la caridad en grado sumo por otros prodigada.

     Su reconocida actuación en la hecatombe del 6 de Agosto de 1946 y posteriores, como Viceprovincial y Provincial, despertaron recelos entre algunos compañeros de la entonces Viceprovincia y posterior Provincia de Japón, así como de otros, que sin estar afectos a la ya dicha, se consideraban con méritos propios para ocupar su puesto, o al menos, para que él los aceptase como miembros en ella. Unos y otros llegaron a acusarle veladamente de “protagónico”, excesivo idealismo, temperamento soñador y carente de sentido organizativo. Opinión esta, que sibilinamente fue utilizada por primera vez, por  el elector y elegible Paolo Dezza, en el discurrir de los dos primeros escrutinios de la Congregación General XXXI para la elección del 28º prepósito General. 

    Así y ante el impresionante desarrollo que experimenta la Provincia, para algunos “demasiado acelerado y poco consolidado” , el Gobierno General de la Compañía en Roma, nombra Visitador al holandés P. George Kester, a quien se le encarga realizar un estudio que lleve a la elaboración de un informe sobre la provincia de Japón. Casualmente, cuando dicha información finaliza, el destinatario de la misma, no es otro que el propio P. Pedro Arrupe, recién nombrado prepósito General de la Compañía.

    Con estos antecedentes, como Provincial participa en la Congregación General XXXI para la elección a sustituto del P. Johann Batist Janssen. A pesar de no estar entre los iniciales favoritos, el P. P. Arrupe no es ningún desconocido, prueba de ello es, que desde el inicio, aparece entre los posibles candidatos. Si es cierto que él es un misionero de base; un pastor de frontera; un hombre que había estado largos años alejado del entorno de dirección de la propia Compañía, lejos asimismo de la mentalidad y cultura desarrollada en la compleja realidad del entorno eclesiástico curial vaticano. Caso del P. Paolo Dezza (quien siempre creyó sería elegido por aclamación), ex Rector de la Gregoriana de Roma, confesor y confidente de Pablo VI, conocedor de todo tipo de cabildeos, tanto en el Vaticano como en la Casa Generalicia. El Canadiense John L. Swain, Vicario General de la Orden, amigo personal y estrecho colaborador durante años del P. Johann B. Janssen. El anglo – canadiense P. Roderick Andrew F.  MacKenzie, ex presidente de la Agrupación Bíblica de América y Rector del Instituto Bíblico Pontificio. Independientemente de los mencionados existían otros electores y elegibles, que gozaban de gran prestigio, autoridad religiosa, académica, cultural y social. Conocidos consultores de distintos dicasterios vaticanos, funcionarios y ex funcionarios de la iglesia de Pio XII y Juan XXIII.

    A pesar de la “carencia de laureles” con respecto a los antes citados y referenciados, por ese su viajar de la ceca a la meca, es lo suficientemente conocido y respetado por muchos compañeros españoles, hispanoamericanos y anglosajones. Así, tras las dos votaciones primeras, al escrutar la tercera, resulta elegido por una holgada mayoría, pasando así el P. Pedro Arrupe Gondra a convertirse en el 28º prepósito General de la Compañía de Jesús. Es el  día 22 de mayo de 1965.

To be continued…

                              Capt. Willie

3 comentarios:

  1. Interesantes y emotivos artículos de una persona extraordinaria. Espero con sumo interés la continuación.

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    1. Comparto su calificativo de “persona extraordinaria”, cuando al Rvdo. P. Pedro Arrupe se refiere. Al modesto entender del que esto suscribe, tras S.S. Juan XXIII, fue una de las personas más importantes que la Iglesia Católica tuvo en el pasado siglo. Así despertó las envidias e insidias de los mediocres que tanto pululan en todas las capas sociales y eclesiales.
      Gracias por hacerme participe de su interés.

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