jueves, marzo 31, 2016

De la teorética universitaria a la cotidianeidad real…

Se reproduce y da respuesta a un post colgado reiterativamente en este blog, la última vez en Estoy perdido... o simplemente desconcertado:
Repito y espero mayor éxito que en mi anterior colgada:
Me limito a transcribirle una noticia de Agencias y publicada en varios diarios españoles, entre ellos uno editado en Asturias:
“El Partido de Merkel pide proteger a los refugiados cristianos. El Jefe del grupo conservador en el Parlamento Alemán, Volker Kaudeer, apremió ayer a “proteger mejor” a los refugiados cristianos acogidos en albergues, antelas informaciones de que sufren acoso o agresiones por parte de la mayoría de residentes musulmanes. “En Alemania no puede haber espacio para el odio religioso”, apuntó Kauder."
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     Desde el “yanky go home”, que el color de mi pelo y piel desataba en mis primeros años de andadura por la América Central, que por seguridad me condujo a estropear el cabello por uso de tintes, al rojo comunista, de que fui calificado en algunas instancias Vaticanas por los Comisarios Políticos del hoy Ocupa de los Altares, pasé por todos los estados (incluido últimamente, el de proselitista). Pero, ojo, no por el gestatorio: estado de preñez que no se da entre algunos clérigos, por ser la naturaleza más sabia que el trasero del que Él los proveyó.

     De mí incorrección política di claras muestras desde mi niñez y, claro está, “lo que es de nacedura, tararura”. Como ciudadano de a píe, con una determinada formación académica, tanto en la rama científica como en la humanística; con más de dos mil días de mar y de ocho mil horas de vuelo; alguno que otro día dedicados a la formación ajena en materias tan dispares como: la física – mecánica, meteorología, oceanografía – hidrografía, la escatología cristiana, la catequética o la por elemental, no menos importante, pastoral de frontera (por carácter y formación no me presto a la de redil). Puedo decir que no lo vi todo, pero sí vislumbré bastante de este ancho y largo mundo.
      En ese mi deambular de la ceca a la meca, en el plano de conocimientos adquiridos, creo haber aprendido, que la Universidad pontificia o laica (algunas actualmente claramente ateas), como tales entes son una cosa material y espiritual, a la que en lo físico acceden muchas personas, que calientan sus bancos con su culo, o su culo con los bancos; mientras que a la parte espiritual de dicha institución, son menos los que llegan. Así nos encontramos con licenciados e incluso con doctores en las más variadas materias, que basta oírlos hablar, incluso de aquellas en las que teóricamente son peritos, para darse cuenta, que posiblemente es cierto que su trasero fue calentado con un banco o asiento universitario, pero que su cabeza permaneció todo aquel tiempo, en estado total de reposo e incluso hibernación.    
 
      Este letargo o hibernada se da tanto en aquellas carreras de carácter técnico, como las otras consideradas de humanidades. Sus programas decayeron en tal medida, que al tener que justificarlas, se crea un plan que unifica y encubre todos los desconocimientos y que se denomina Bolonia, aunque bien podría llamarse Bobonia.
 
     Dentro de esta última denominación vemos, padecemos y sufrimos a una serie de titulados, en las más dispares materias, que encantados de haberse conocido y licenciado o graduado y haber accedido a plazas de profesores titulares, catedráticos, etc., etc., en base a las publicaciones mínimas que deben de realizar para mantener ese su status de “doctos”, a costa de quien sea, hacen (no desarrollan trabajos) publicaciones que los “Inventos del TBO” de mí infancia, hoy adquirirían la categoría de “Tesis Doctoral”. Verbigracia: Proyecto de una nave industrial de fin de carrera para la obtención de un grado superior: los servicios sanitarios del plano en planta, tienen 0,60 metros de ancho y fondo; las puertas 0,40 de luz. Otro: las correas tienen mayor sección que los pórticos que las soportan. Uno de dichos proyectos fue premio extraordinario de fin de carrera.
 
      La otra “pata del banco”, los “humanistas”: el griego, el latín o el arameo son lenguas muertas, por lo tanto las matamos definitivamente y a otra cosa mariposa. El suajili o el hausa, es secundario (habitualmente los que lo hablan son pobres como ratas): así puedo dar fe, que al oír hablar a alguien rubio y de ojos claros, en estos idiomas, más de un oyente buscó detrás del parlante, para poder saber quién hablaba. No, está de moda el árabe clásico o el fushá, ignoro si al fin de hacer business activities o jugar a la caridad cristiana, pues como elemento de evangelización no puede usarse, ya que sería hacer “proselitismo”. Parece ser que eso está muy mal cuando se hace desde la fe cristiana.
 
      Lo que no está mal es que en la propia tierra de asilo, Alemania, tengan que tomar medidas drásticas para evitar que los musulmanes acogidos en un “mundo de infieles”, maltraten, agredan y sometan a menosprecio a otros emigrantes como ellos, pero infieles, pues son “cristianos”. Si esto está pasando en tierra europea, Alemania, qué me dicen de lo que no pasara en los “buque patera” o costas de arribada. ¿Les preocupa en alguna medida este hecho a los “preocupados” arabistas, a más señas licenciados, doctores y la “repera limonera” en emigración y para más inri, seguida de la licencia sacerdotal? Esto que apunto está pasando y Vds. los que tanto se sulfuran cuando me leen, LO ESTAN ALCAHUETANDO. A esos dos alcaldes, ya ni los menciono, supongo son analfabetos funcionales, disfuncionales y medio – pensionistas.
  
    Los pobres y necesitados no tienen ni color de piel, origen o religión, pero lo que sí tienen que tener y hay que exigirles, es el respeto que para ellos exigen y todo ser humano merece. Sigan jugando al buenismo, papanatismo, ecumenismo y por último al cagadismo, que en definitiva es a lo que nos están llevando, a la “puritita mierda”. Continúen jugando los unos y los otros. La historia ya les juzgará… como juzgó a los protagonistas de los Concilios de Nicea y/o la Batalla de Lepanto. Son Vds. tan cretinos, cobardes y vedetes, que ignoran o prefieren ignorar ambos acaecidos.
 
                              Capt. Willie

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