Tras haber
sido reiteradas veces calificado de “rubio comunista agitador”, en “polaco”, por el hoy “Okupa de los
Altares”. Comprenderán mis amables lectores, que ya estoy curado de espantos y
al margen de “espantadas”, cuál fue su santificación y el actual cardenalato
del carrerista falsificador de su historial, estudioso de las ciencias exactas
y de otras menos exactas.
Allá
va la primera…
Mi
afinidad al PSOE (Partido Socialista Obrero Español) o lo que el Sr. Sánchez,
en compañía de otros necesarios para ello, hicieron y deshicieron, es la misma
que aquella que me puede aproximar al PP de la Ppona, del “gran vago”, de la
“saltimbanqui en neglillé” o de su homónima y enemiga, la “mis”. Tras las
aclaraciones pertinentes que preceden, paso a exponer algo, que a estas alturas
de mi vida no sé si me causa llanto o risa, pues no deja de ser tragicómico.
Que
alguien a quien se le llena la boca con la palabra “democracia” y “afiliados”,
como a la “Riosellana”, quiera ignorar que en dos consultas sucesivas el PP,
sin obtener la mayoría, si les sacó un “porrón” de votos de diferencia, es una
obviedad, que bien da muestra manifiesta de su concepto de la “democracia”, y a
ese su “peculiar y democrático” modo de ver y entender. Por supuesto aquellos
que les votaron a ellos, son “demócratas de toda la vida”, los que votaron a la
“derechona” del PP y sus “secuaces” de Ciudadanos, son eso, una partida de
“desaprensivos”, “semi o facciosos enteros” a los que por profilaxis social hay
que tirar abajo, como sea. Incluyendo la desaparición de España como concepto y
nación.
Ese
concepto del Sánchez, que por su comportamiento bien podría ser definido como
un Sancho Panza, cojo… nudo, y de su acólita la Riosellana y corte de
“estadistas” de los que en todo momento se rodeó/rodearon. Indudablemente dado
ese halo cultural al que suelen hacer gala, ignoran la existencia de los
maniqueos y maniqueísmo como concepto, sin perjuicio que como tales actuaron,
quieren seguir actuando y a poco que se les deje actuarán. Ellos, claro está,
son los buenos, los malos, el resto.
A toda esa panda de “mamones” o “parásitos”
(en el más literal de los conceptos, aplicado al que mama, chupa y vive de
parasitar a los demás), les pregunto: ¿A qué coño bases hay que consultar? ¿A los
militantes de base, que pagan cuota de afiliados? ¿A los sindicalistas, que
viven de ello? ¿O a los votantes de buena fe, que por las razones que sean,
siempre, siempre muy respetables, votaron al PSOE, sin ser afiliados? Si teóricamente
los afiliados a dicho partido político, no alcanzan el número de 200.000 y en
las últimas elecciones obtuvieron redondeando 5,5 millones de votos; ¿Quiere
decir, que los “a consultar” por el demócrata Pedro, y su corte de “mamarrias”,
serían los 5,3 millones de votantes, quienes claramente, de ser podemistas o
simpatizantes de las sinsorgadas del Pedro y del Iglesias, habrían votado
directamente Podemos y no el PSOE.
Vamos, que
la democracia bien entendida, es que prime la decisión de los 200.000 máximo,
maximorun de los afines al humo, helio, la más absoluta nada. El resto son facciosos. ¿Cuándo coño la derecha dejará su
jodido complejo y pondrá a los comunistas, socialistas y afines en el lugar que
se merecen por historia? La historia pasada y reciente está ahí. En España, por
muchas cagadas que trate de hacer la derecha, sumadas a las hasta ahora
realizadas, no llegará a “Filesa”, “el compuluto”, al “Pollo Canario”, a los “Eres”.
Etc., etc. Etc. Etc… Cierto y verdad, que el entrar en el “… y tú más”,
solamente conduce a la destrucción social.
De
“carreristas” falsearíos venidos a más…
Los
peronistas, ni son buenos, ni son malos; son eso, peronistas. Esto explica por
sí solo, el último nombramiento del “peronista en Roma”. Debe de ser el único
miembro de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, que ignora el “falsificazo”
y en el insistir y no “enmendaya” de ese “Licenciado en Ciencias Exactas”, que
trata de encubrir su embuste bajo el epígrafe “estudio”. Estudio “carrerismo”, y
eso, hoy obtuvo la licenciatura, no en Ciencias Exactas u otras materias
regladas, en “CARRERISMO”, que es lo suyo.
En cualquier
organización medianamente seria, a un tipo de su ralea, que tras falsificar su
historial se le descubre, o dimite o le dimiten. Salvo en esta Iglesia mía. Dónde
se premia al sinvergüenza, para que sirva de ejemplo a otros tan sinvergüenzas como
él y le imiten.
Créanme
que hoy quisiese en el fondo de mi alma, poderme divorciar de esa Iglesia que
pone en los altares a un “Okupa” y a un falsearío en el cardenalato. Pero no
puedo. Ni aunque el “peronista de Roma”, me excomulgase: nací, crecí, serví y a
pesar de todo seguiré sirviendo y viviendo en esa iglesia que premia al
desvergonzado; el fraude y el engaño.
Una vez
más insisto ¿Cuando alguien en esa iglesia se hará responsable de tamañas
canalladas y premios a los carreristas?
Si
Nobel levantase la cabeza, la perdería…
Nunca supe
los grandes méritos contraídos por “el buen musulmán, al decir de su abuela
paterna, casado con la de las anchas espaldas, que como no es racista habla de
blanquitos”, para que zas… un buen día le diesen el premio Nobel de la Paz.
Si aquello me pilló de sorpresa, no menor fue la que me causó la adjudicación del
citado, a Juan Manuel Santos, presidente de la hermana y para mi muy querida
Republica de Colombia.
Puede que
mi cabeza no admita ciertas componendas y sinrazones de la razonada “corrección política”. El perdón,
como concepto, es algo que ocupa un amplio lugar de mi razonar y razonamiento,
pero quizás por deformación formativa, a toda petición de perdón, debe de
preceder un acto real de arrepentimiento consciente de la falta, delito, crimen
o crímenes cometidos. Hasta donde yo llego, en Colombia, lo que se pretendió
por parte del reciente Premio Nobel y su feliz muchachada, fue rendir el estado
de derecho a la guerrilla. ¿A cambio de qué?, del premio Nobel, del apoyo del “buen
musulmán” y otros “pollos” de semejante plumaje y corral. ¡Joder, que papelón,
cuando la ciudadanía le mandó al carajo, a él y a los pollos de plumaje blanco
de los que se rodeó!
Ya
tenemos sustituto al sustituto del sustituto del sustituto…
Soy
consciente de la capacidad que poseo para convertir la leche fresca en yogur,
pero… me limito pura y exclusivamente a observar el mundo y la historia
reciente de lo que en él me tocó vivir y ver: ya tenemos sustituto del
sustituto, de aquellos “grandes prohombres” que le precedieron en el cargo de secretarios
generales de tan prestigiado y prestigioso organismo la ONU (la verdad se me
llena la boca al pronunciar estas letras), sobre todo cuando recuerdo nombres
tan insignes ejemplares y ejemplarizantes como el de Kurt Waldheim, Boutros
Boutros-Ghali, Kofi Annan.
Al
destinatario de tan alta dignidad hice referencia en mi anterior escrito. Espero
y deseo que a un próximo futuro, solamente le pueda citar las “cagadas” y
partidismo demostrado en su anterior cargo. ¿Quién podía pensar que la Sociedad
de Naciones iba a evolucionar y llegar a donde llegó?
Capt. Willie
Como Addenda al aparte que encabezo como: De “carreristas” falsearíos venidos a
más… Qué papelón che…, vos sabés… que desvergüeenzaa… ¿Pero,
de quién?, del nombrado o del que lo nombró. Máxime cuando conscientemente son ambos
sabedores, de que las otras dos licenciaturas, son como las suprimidas. No pasó
de eso: “asistió”, “estudió”. El “asistió”, debe de ser un eufemismo de carácter
diocesano. El segundo concepto se utilizó profusamente por los “progresistas
tipo a él”, a la arribada al poder por parte del PSOE a principios de los
ochenta, cuando ocupaban cargos públicos de designación a dedo y en el C.V.
ponían “estudió derecho”, pero la diferencia a favor de aquellos, es que no
pasaban de ahí, de "estudió".
Su formación se limita a la carrera sacerdotal en “vía métrica” o
“estrecha”. Vamos, tipo FEVE, y una titulación real y única de diplomado. Ahí
empezó y terminó todo. Bien es cierto que debió de confundir carrera con
“carrerismo”, que es lo de él y lo de la partida de vividores y desvergonzados
de la que aquí, allí y a cuyá se rodeó.
¿Para cuándo deja el “Bolletino” las otras dos titulaciones? Estudio y licencia,
no es Licenciatura.
Capt. Willie
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