domingo, octubre 09, 2016

Del humo, al gas helio y de éste a la imposición de lo políticamente correcto…


    Tras haber sido reiteradas veces calificado de “rubio comunista agitador”,  en “polaco”, por el hoy “Okupa de los Altares”. Comprenderán mis amables lectores, que ya estoy curado de espantos y al margen de “espantadas”, cuál fue su santificación y el actual cardenalato del carrerista falsificador de su historial, estudioso de las ciencias exactas y de otras menos exactas.

 Allá va la primera…

   Mi afinidad al PSOE (Partido Socialista Obrero Español) o lo que el Sr. Sánchez, en compañía de otros necesarios para ello, hicieron y deshicieron, es la misma que aquella que me puede aproximar al PP de la Ppona, del “gran vago”, de la “saltimbanqui en neglillé” o de su homónima y enemiga, la “mis”. Tras las aclaraciones pertinentes que preceden, paso a exponer algo, que a estas alturas de mi vida no sé si me causa llanto o risa, pues no deja de ser tragicómico.
 

    Que alguien a quien se le llena la boca con la palabra “democracia” y “afiliados”, como a la “Riosellana”, quiera ignorar que en dos consultas sucesivas el PP, sin obtener la mayoría, si les sacó un “porrón” de votos de diferencia, es una obviedad, que bien da muestra manifiesta de su concepto de la “democracia”, y a ese su “peculiar y democrático” modo de ver y entender. Por supuesto aquellos que les votaron a ellos, son “demócratas de toda la vida”, los que votaron a la “derechona” del PP y sus “secuaces” de Ciudadanos, son eso, una partida de “desaprensivos”, “semi o facciosos enteros” a los que por profilaxis social hay que tirar abajo, como sea. Incluyendo la desaparición de España como concepto y nación.

     Ese concepto del Sánchez, que por su comportamiento bien podría ser definido como un Sancho Panza, cojo… nudo, y de su acólita la Riosellana y corte de “estadistas” de los que en todo momento se rodeó/rodearon. Indudablemente dado ese halo cultural al que suelen hacer gala, ignoran la existencia de los maniqueos y maniqueísmo como concepto, sin perjuicio que como tales actuaron, quieren seguir actuando y a poco que se les deje actuarán. Ellos, claro está, son los buenos, los malos, el resto.

     A toda esa panda de “mamones” o “parásitos” (en el más literal de los conceptos, aplicado al que mama, chupa y vive de parasitar a los demás), les pregunto: ¿A qué coño bases hay que consultar? ¿A los militantes de base, que pagan cuota de afiliados? ¿A los sindicalistas, que viven de ello? ¿O a los votantes de buena fe, que por las razones que sean, siempre, siempre muy respetables, votaron al PSOE, sin ser afiliados? Si teóricamente los afiliados a dicho partido político, no alcanzan el número de 200.000 y en las últimas elecciones obtuvieron redondeando 5,5 millones de votos; ¿Quiere decir, que los “a consultar” por el demócrata Pedro, y su corte de “mamarrias”, serían los 5,3 millones de votantes, quienes claramente, de ser podemistas o simpatizantes de las sinsorgadas del Pedro y del Iglesias, habrían votado directamente Podemos y no el PSOE.

     Vamos, que la democracia bien entendida, es que prime la decisión de los 200.000 máximo, maximorun de los afines al humo, helio, la más absoluta nada. El resto son  facciosos. ¿Cuándo coño la derecha dejará su jodido complejo y pondrá a los comunistas, socialistas y afines en el lugar que se merecen por historia? La historia pasada y reciente está ahí. En España, por muchas cagadas que trate de hacer la derecha, sumadas a las hasta ahora realizadas, no llegará a “Filesa”, “el compuluto”, al “Pollo Canario”, a los “Eres”. Etc., etc. Etc. Etc… Cierto y verdad, que el entrar en el “… y tú más”, solamente conduce a la destrucción social.

 De “carreristas” falsearíos venidos a más…

     Los peronistas, ni son buenos, ni son malos; son eso, peronistas. Esto explica por sí solo, el último nombramiento del “peronista en Roma”. Debe de ser el único miembro de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, que ignora el “falsificazo” y en el insistir y no “enmendaya” de ese “Licenciado en Ciencias Exactas”, que trata de encubrir su embuste bajo el epígrafe “estudio”. Estudio “carrerismo”, y eso, hoy obtuvo la licenciatura, no en Ciencias Exactas u otras materias regladas, en “CARRERISMO”, que es lo suyo.

     En cualquier organización medianamente seria, a un tipo de su ralea, que tras falsificar su historial se le descubre, o dimite o le dimiten. Salvo en esta Iglesia mía. Dónde se premia al sinvergüenza, para que sirva de ejemplo a otros tan sinvergüenzas como él y le imiten.

     Créanme que hoy quisiese en el fondo de mi alma, poderme divorciar de esa Iglesia que pone en los altares a un “Okupa” y a un falsearío en el cardenalato. Pero no puedo. Ni aunque el “peronista de Roma”, me excomulgase: nací, crecí, serví y a pesar de todo seguiré sirviendo y viviendo en esa iglesia que premia al desvergonzado; el fraude y el engaño.

     Una vez más insisto ¿Cuando alguien en esa iglesia se hará responsable de tamañas canalladas y premios a los carreristas?

 Si Nobel levantase la cabeza, la perdería…

     Nunca supe los grandes méritos contraídos por “el buen musulmán, al decir de su abuela paterna, casado con la de las anchas espaldas, que como no es racista habla de blanquitos”, para que zas… un buen día le diesen el premio Nobel de la Paz. Si aquello me pilló de sorpresa, no menor fue la que me causó la adjudicación del citado, a Juan Manuel Santos, presidente de la hermana y para mi muy querida Republica de Colombia.

     Puede que mi cabeza no admita ciertas componendas y sinrazones  de la razonada “corrección política”. El perdón, como concepto, es algo que ocupa un amplio lugar de mi razonar y razonamiento, pero quizás por deformación formativa, a toda petición de perdón, debe de preceder un acto real de arrepentimiento consciente de la falta, delito, crimen o crímenes cometidos. Hasta donde yo llego, en Colombia, lo que se pretendió por parte del reciente Premio Nobel y su feliz muchachada, fue rendir el estado de derecho a la guerrilla. ¿A cambio de qué?, del premio Nobel, del apoyo del “buen musulmán” y otros “pollos” de semejante plumaje y corral. ¡Joder, que papelón, cuando la ciudadanía le mandó al carajo, a él y a los pollos de plumaje blanco de los que se rodeó!

 Ya tenemos sustituto al sustituto del sustituto del sustituto…

    Soy consciente de la capacidad que poseo para convertir la leche fresca en yogur, pero… me limito pura y exclusivamente a observar el mundo y la historia reciente de lo que en él me tocó vivir y ver: ya tenemos sustituto del sustituto, de aquellos “grandes prohombres” que le precedieron en el cargo de secretarios generales de tan prestigiado y prestigioso organismo la ONU (la verdad se me llena la boca al pronunciar estas letras), sobre todo cuando recuerdo nombres tan insignes ejemplares y ejemplarizantes como el de Kurt Waldheim, Boutros Boutros-Ghali, Kofi Annan.

    Al destinatario de tan alta dignidad hice referencia en mi anterior escrito. Espero y deseo que a un próximo futuro, solamente le pueda citar las “cagadas” y partidismo demostrado en su anterior cargo. ¿Quién podía pensar que la Sociedad de Naciones iba a evolucionar y llegar a donde llegó?
               
                           Capt. Willie


Como Addenda al aparte que encabezo como: De “carreristas” falsearíos venidos a más… Qué papelón che…, vos sabés… que desvergüeenzaa… ¿Pero, de quién?, del nombrado o del que lo nombró. Máxime cuando conscientemente son ambos sabedores, de que las otras dos licenciaturas, son como las suprimidas. No pasó de eso: “asistió”, “estudió”. El “asistió”, debe de ser un eufemismo de carácter diocesano. El segundo concepto se utilizó profusamente por los “progresistas tipo a él”, a la arribada al poder por parte del PSOE a principios de los ochenta, cuando ocupaban cargos públicos de designación a dedo y en el C.V. ponían “estudió derecho”, pero la diferencia a favor de aquellos, es que no pasaban de ahí, de "estudió".

Su formación se limita a la carrera sacerdotal en “vía métrica” o “estrecha”. Vamos, tipo FEVE, y una titulación real y única de diplomado. Ahí empezó y terminó todo. Bien es cierto que debió de confundir carrera con “carrerismo”, que es lo de él y lo de la partida de vividores y desvergonzados de la que aquí, allí y a cuyá se rodeó.

¿Para cuándo deja el “Bolletino” las otras dos titulaciones? Estudio y licencia, no es Licenciatura.
 
                           Capt. Willie

No hay comentarios:

Publicar un comentario