Hace
muchísimos años leí una famosa novela, titulada “La Conjura de los Necios”. Narración
que por desarrollarse en un entorno para mi muy familiar, como era la NOLA
anterior al desastre del “Katrina” y la antigua 61, que la une con la capital
estatal BARO. Dicha lectura y a pesar de la pérdida de tiempo que representaba,
me llevó algunas veces a tomar dicha ruta en vez de la 10, al único fin de
recrearme en la “proeza” que para el protagonista, Ignatius, significó tan “azaroso
viaje”. Este personaje desde que le “conocí”, pasó a encarnar para mí, la concepción
y denominación de “majadero” en grado supino, teniendo que cuidarme muy mucho,
para que en algunas ocasiones no se me escapase el término ante algún que otro
personaje de idéntico “pelaje”.
¿Dónde
empiezan los derechos, las obligaciones y las atribuciones de los unos y de los
otros…? “I don’n know”. Que yo no lo sepa no es importante, pero que desde la
cúspide de los distintos estamentos anteriormente citados, no sepan de sus obligaciones
y atribuciones adquiere carácter “Ignatianus” (No del Ignacio SJ., sino del de
la Conjura de los Necios). La necedad y “sinvergoncismo” como concepto
imperante, donde todo es válido, alcanza el grado de endémico desde el “paso
por la izquierda”. Aquel que tras él, “no nos conocería ni la madre que nos
parió” (disit Mr. Guerra).
De los
“asesinos a sueldo” con cargo a los presupuestos generales del estado… casino y
putas a fondos reservados y cuentas a lo “Gran Capitán” (pero sin ganar reinos)
del que mandaba, no gobernaba. Según noticias de prensa, un cuarto de millón de
pesetas día sí y otro también. No sigo
sumando en esta cuenta, no por falta de partidas, sino por la imperiosa
necesidad de un ábaco, ya que al sumar “churras” con “merinas”, me pasaría como
cuando se sumaban números romanos.
Marchan ya los
“fartucos”, llegan los “famientos”. De entrada se monta el “pollo” con el “jefe
financiero”, aquel Sr. de Orense, que parece ser, de gallinas ponedoras y
“pitos” de granja sabía un rato largo. Pero la verdad, en “comparanza” con sus
dos posteriores y sucesores, no estaba a la altura de las circunstancias, o
quizás que sus jefes, los de entonces,
estaban menos “caninos” o no eran tan “perros”. Lo cierto es que la
financiación del partido y de la “partida” de financiados, refinanciados,
cofinanciados y afines, si un día llega a saberse la verdad, creo que habría que
incluir a algunos “simpatizantes”, que casualmente “pasaban por allí” y
“pillaron algo”.
A aquéllas
alturas, la “virginidad” ya la habían perdido y qué felices se encontraban del
lucro obtenido por tan “impúdico extravió”: los directores y primeros solistas
de ambas orquestas, ya quedaban “apañados”. Lo malo, es que tanto a babor como
a estribor, los “paniaguados” estaban más “secos” que la “mojama” y venían babeando
como perros hambrientos tras las marmitas, pucheros o “mamurrias” de las
covachas “dedocráticas” a repartir desde el poder. Poder que había de
disputarse cayese quien cayese.
Cambian las
tornas y las “mamarrias” que pierden unos, las recuperan otros, que dados los
buenos oficios de los “recaudadores” hoy “amnésicos crónicos”, no están
excesivamente hambrientos, pero sí están sedientos de justicia, o de ajustes de
cuentas pendientes, por desaires o menosprecios anteriores.
La
“conjura” existente por los “Ignatius” de
turno, va a más. Pasando a considerarnos a los normales ciudadanos de “a pie” auténticos
majaderos, cuando en definitiva, somos los que pagamos las facturas de esos
dirigentes (por llamarlos de un modo delicado), que con el dinero de todos
hacen y deshacen, en base a una representatividad que constitucionalmente les
ampara, aunque día sí y otro también, hagan de ella capa, sayo y saco. Con cuál
y qué cara se pueden permitir hablar de solucionar el problema de la
corrupción, si en definitiva los unos y los otros son la misma cara - cruz de
la moneda.
De esta
horda “Ignatiana” son contados los dirigentes que se libran. La define
perfectamente la primera estrofa de las distintas versiones canallescas españolas,
que con cierta vena escatológica (primera acepción del RAE)dice: “Caga el
rey y caga el papa, caga el buey, caga la vaca y de cagar nadie se escapa…”
Sí, pareciese estemos en un concurso para poder determinar que dirigente, sea
este político, económico o religioso, la “caga más gorda”: en el plano
internacional tenemos una “Kartofelera”, que decía o se hacía ignorar el
exterminio de la población Armenia por parte de los antiguos amigos del Káiser,
a la vez que no veía las buenas intenciones de su amigo el “demócrata de toda
la vida” Recep Tayyip Erdoğan, futuro sultán de la teocracia
turca, miembro de la OTAN y a “falta de un pelo”, miembro de la CEE.
Desestabilizador de Siria y exterminador de Kurdos, “and very friendly” de otra
ejemplar democracia con capital en Doha.
Un “grand monsieur le president”, que aún no logró superar las pasiones
de infancia, y con las ínfulas que le son propias a todo “monsieur le president”,
que se precie. Desde aquel que confundía lo alto con lo largo, y
consiguientemente un día lo largaron para Colombey. Quien no puede digerir,
como otros de su misma estatura y pelaje, que los súbditos (desde que existe el
concepto de ciudadano, siempre lo fueron) de su graciosa majestad, cansados de
tomaduras de pelo, les mandasen al carajo: a él y a sus “camarades”
connacionales e internacionales. Sin perjuicio que cuando la “Kartofelera” o
alguno de sus lógicos sucesores, la vuelvan a “cagar en gordo”, tengan que
volver a sacarnos del “tiberio” los de siempre: los “Tommy” y los “boys”. Cierto
que al que esto escribe, siempre le gustó tanto la tierra de la “Kartofelera”,
que le encantaba cuando había cuatro en vez de una sola. Unidad que pagamos
todos a “escote pericote”, y tras abonar dicha factura, tenemos que
agradecerles que se indignen cada vez que se les recuerda.
El “papanatismo”, “buenismo”, “estultismo pijo progre”, “corrección
política” y otras zarandajas por el estilo, hizo pasar sin pena ni gloria el
día 6 de junio: fecha en la que la “flor y nata” de la juventud de los EE.UU.
de Norte América y del Imperio Británico, regó con su sangre las playas de
aquella francia, que tras la invasión, pasó a no tener “colaboradores” de Vichy.
Todos los franceses estaban en la resistencia, pero resistiendo el resistirse
para estar en la resistencia. Verbigracia: el “monsieur le president” que tanto
“cambió de chaqueta”, que se murió de viejo, sin saber dónde y en donde hubiese
estado.
De la ICAR, mejor no “meneayo”, pues al final resultará que el
“Peronista”, a la vista de la preocupación y ocupación que le merecen los
miembros de religión musulmana y para compensar justamente a los católicos de
toda clase y condición, pasa a titular – intitular vía “Bolletino”,y a nombrar a un experto en lenguas “pasiegas”
(dada la similitud que tiene dicho idioma con el armenio; arameo; capto –
árabe; siriaco occidental – árabe libanés; siriaco occidental – árabe; el
griego clásico – árabe) como ordinariato
para los Católicos Orientales.
De la alcaldesa, que crea un Registro Único, y desde él y seguida de una
“partida” de funcionarios afines a sus amplísimos conocimientos de la civilización
occidental, a la que por nacimiento deberían pertenecer y medianamente conocer,
en base a la total ignorancia, se permiten pedir a través de Jueces de Paz: “Partidas
de Nacimiento Eclesiales”, a algunas parroquias. Las solicitan por triplicado,
literales y olvidan: que la ICAR, al margen de carecer de tales documentos,
cuando expide “Partidas de Bautismo”, de acuerdo a los usos y costumbres
emanados de la buena práctica en la custodia de la intimidad de las personas,
tiene marcados unos estipendios, de acuerdo al Obispado o Arzobispado al que
pertenezca la parroquia en cuestión. Que dicho Registro Único y el Juez de Paz
correspondiente, tendrán atribuciones donde las tengan o posean, pero no
precisamente en esa Iglesia a la que la citada Sra. Alcaldesa, siempre que
tiene ocasión, con razón o sin ella, ataca.
Capitán:
ResponderEliminarEl hecho de que siga sin comprender las graduaciones por las que Ud. y sus “colegas” se rigen. No quita le reconozca continúa teniendo muy buena “cintura” y “encaje”. ¿Veamos cuánto le dura?
Dentro de la línea del “sarcasmo” en el que se mueve desde hace mucho tiempo, no deja de ser “irónico”, cuando se erige en defensor de la por Ud. abreviada ICAR, y la ataca de modo despiadado. Sin el mínimo respeto exigido, a todos los niveles jerárquicos: desde el Sumo Pontífice, al último de los clérigos. ¿Acaso esa Sra. Alcaldesa a la que hace referencia es menos irreverente que Ud.?
¿Cómo es posible, que alguien que disfrutó de las canonjías, como sinónimo de prebendas, que a Ud. se le concedieron, pueda ser tan desagradecido?
Posiblemente los “Yanquis” y los “Tommys” le diesen más brillo y esplendor que la Iglesia Católica, pues en toda oportunidad que se le presenta o busca, aprovecha la ocasión para mostrar su afecto y respeto a las “barras y estrellas” y a los elevados valores que para Ud. representan los sentimientos colectivos de la nación Norte Americana. Ocasión que le vale para ensalzar a los “súbditos” de Su Graciosa Majestad y de paso ofender a los franceses.
Me aseguran y se, que entrar en disquisiciones dialécticas con Ud. es una pérdida de tiempo, pues antes, ahora y posiblemente después, terminará llevándola al terreno de las “filosóficas”, donde nunca se sabrá dónde empieza el humor, su humor o las ideas trascendentales.
¡Qué lástima de formación perdida!
Se lo hago llegar: tamaños yerros… merecerán su aprobación y publicación…
Malo, muy malo es cuando alguien que cree saber algo, resulta que yerra y es que en el fondo, en vez de estar calzado, debía de andar herrado…
EliminarCuando los límites intelectuales, no perfiles de los conceptos, impiden vislumbrar las líneas que les separan, se suele caer en un confusionismo tal que imposibilitan el razonar hechos tan elementales, como que el respeto, al igual que todo sentimiento positivo (de tal valor moral), hay que ganarlo y hacerse merecedor de él. Siendo en la gran mayoría de las veces perdido, por la falta de dignidad manifiesta de aquel o aquellos que lo demandan.
El “despiadado”, que me adjudica como adjetivo, en su caso sumamente subjetivo, créame lo utiliza indebidamente, prueba de ello es que Vd. como “mandado” me produce lástima y compasión.
La Sra. Alcaldesa (posiblemente individualice demasiado, hay unas cuantas de idéntico pelaje), no es/son irreverente/s, dentro de la total ignorancia y falta del más elemental sentido del ridículo: desconoce/n totalmente la civilización occidental cristiana a la que por origen pertenecen. Contrariamente, el que esto suscribe, pecando quizás de inmodesto, sí la conoce. De ahí que cuando hace referencia a causas – efectos concretos, no sea irreverente. La desfachatez la cometen aquellos que obligados por sus cargos jerárquicos y de obligado respeto a las normas establecidas, en el mejor de los casos caen en auténticos disfemismos: ¿le parece pequeño el de titular e intitular en base al “Bolletino”? ¿Qué me/nos dice del “secreto pontificio” sobre las titulaciones – intitulaciones vía, “Bolletino”?
Ignoro de que canonjías disfruté, y menos aún de las prebendas: la gran prebenda y canonjía de la que disfruté y disfruto, es el profundo conocimiento y mayor fe, que poseo (no tengo) en Jesús, el hijo de Dios encarnado en mi Santísima Madre María, nieto a su vez de Ana, y consiguientemente judío.
Mi afecto por la bandera de las “barras y estrellas”, nace del respeto que sus conciudadanos sienten por ella, por su nación y por el concepto de mundo occidental que poseen. Mi mundo, el cual en dos sucesivas ocasiones salvaron (1914 – 1919 y 1939 – 1945) ayudando a los ciudadanos del U.K. (Reino Unido), y regando ambas naciones con la sangre de sus jóvenes, las playas y tierras europeas.
Mientras que salvando, raras excepciones, dadas en la “La Royale” (Marine Nationale), el resto de sus ciudadanos se hicieron “acreedores” de ese “aprecio - respeto” que parece ser les muestro.
En mi caso, y de Vd. diría: ¡qué lastima de formación no obtenida! ¿A dónde vamos a parar y deparar con formaciones tan ramplonas…?
Recuerde mi desinteresada recomendación, en solitario o acompañado: ajo y agua.
Felices vacaciones…
Querido Bill, el nuestro:
ResponderEliminarDesde estas tierras de A.C. y más específicamente desde esta tú patria de adopción “Cuzcatecla”. Te queremos mostrar una ínfima parte del cariño y respeto, que en un ya lejano momento supiste conquistar. Ciertamente fuiste un “Conquistador”, en el más estricto sentido meliorativo del concepto, pues tras tu conquista local, te proyectaste sobre la costa atlántica Miskita, sin distinguir “catrachos” de “nicas”, ni “nicas” de “catrachos”. ¡Almas!
Risas te causaran los infundados ataques que de insidiosos malintencionados recibes, se hace muy fácil el hablar de tu familia, cuando sí financió, cubrió y sigue financiando y cubriendo necesidades de todo orden. Pero en ningún caso alfombras con determinadas medidas en pies cuadrados y pulgadas de espesor, relojes de carrillón y otras necedades, propias de refinados pastores o conductores de rebaños extraviar.
Siempre que reivindicas a tus / nuestros hermanos S. C. Americanos, incluidos tus N. Mexicanos, nos sentimos identificados plenamente contigo y con tu sentir.
Me y nos apropiamos de una frase ajena “Sigue siendo tú el nuestro, el de todo aquel que te necesite”
C.U.C. – J.
Si te permites publicar a necios, tienes la obligación de publicarnos a nosotros.
Te hablaré en el discurrir de la tarde o noche.
Queridos hermanos en Él:
EliminarUna vez más evitando el qué dirán… complemento para el “tendido” aquello que ya hablamos y aclaramos vía telefónica y Webcam: No me cabe la menor duda de vuestro “olfato”, pues en tu caso con diez años más que yo, y las que te “tocaron” ver y por mi culpa “escuchar”, estas de vuelta y revuelta.
Como hace unas horas te anticipé, no hable con mis hermanas, pero estoy seguro que a la mínima oportunidad que se les presente, te/os agradecerán la referencia que hiciste/is a nuestra familia.
Familia a la que “ellos” siendo honrados, solamente le deben “socorros”, y o mucho nos equivocamos todos nosotros, o el “impenitente escribiente mandado”, algunos en particular.
Sabéis que Alton Dixon, Jack, Elsa Josephine y el resto, más que “Miskitos” para mí eran “mosquitos”, que de continuo me aguijonaban para que les echase la mano que necesitaban en lo humano y en lo espiritual. ¡Que jodidos… cuanto les llegue a querer… y creo que ellos a mí!
Cuando reflexiono sobre mi vida, hubiese necesitado realmente el don de la bilocación, aunque solamente fuese para complacerme a mí mismo y en alguna medida dejar el sentido de culpabilidad, por abandono, que algunas veces padezco.
Gracias una vez más por ese cariño y respeto que reiteradamente me mostráis. Creedme me recompensa con creces de todos esos “tábanos” desocupados que me acechan.
Que Él en su inmensa bondad nos juzgue…
Un abrazo muy fuerte para todos esos mis hermanos en Él, incluidos esos con los que hablé y no nos conocíamos, aunque según pude observar, ellos sí sabían de mis “juveniles desparpajos”.