A mí admirado y siempre respetado Sr. D.
W. Churchil (de grato recuerdo), se le atribuyen muchas frases. Ignoro si a
pesar de su longevidad, realmente tuvo tiempo para dejarnos tantas máximas. Una
de ellas con distintas traducciones, pero en definitiva con el mismo contenido
dice: “el político se convierte en estadista, cuando comienza a pensar en
las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Qué ajeno el
concepto de nuestros “mandantes”, no gobernantes ¿Dentro de esa “cachaza”
(siendo muy benigno en el calificativo), el Sr. Rajoy habrá oído la frase?,
pues sin menosprecio para el “Marca”, creo lectura habitual suya, no será muy
frecuente que en dicha publicación figuren tales sentencias.
Siempre quedo admirado de la centralidad a
la que hacen referencia aquellos que carecen de ideas propias o programa
alguno, pues desde la revolución francesa, el concepto de pensamiento político
se definió como de derechas o izquierdas, sin perjuicio que como toda idea, sea
un tanto accidental; pues dentro de ambos conceptos genéricos, siempre existe,
existió y existirá, alguien que esté a la derecha o izquierda de un derechista
o izquierdista determinado. Como todo en la vida, es relativo.
Dentro de esa “largueza” de miras que caracteriza al Sr. Presidente del Consejo de Ministros de este viejo y envejecido país, de antiguo conocido como España; de los distintos personajes que sienta en las reuniones colegiadas del consejo de ministros, puedo asegurar que de haber oído la frase, máxima o sentencia a la que aludo en el primero de los párrafos, o no la entendieron o la olvidaron. No lo malo, sinó, lo peor, es que al líder por excelencia de la oposición, le suena a su vez a chino.
Dentro de esa “largueza” de miras que caracteriza al Sr. Presidente del Consejo de Ministros de este viejo y envejecido país, de antiguo conocido como España; de los distintos personajes que sienta en las reuniones colegiadas del consejo de ministros, puedo asegurar que de haber oído la frase, máxima o sentencia a la que aludo en el primero de los párrafos, o no la entendieron o la olvidaron. No lo malo, sinó, lo peor, es que al líder por excelencia de la oposición, le suena a su vez a chino.