Tras
observar las barreras que imponen ciertos círculos “bien pensantes y mejor cagantes”,
a mi forma de expresarme y llamar las cosas, como en las últimas centurias y en
las distintas evoluciones idiomáticas se llamaron. Hoy me encuentro en
disposición de probar y comprobar la certeza o no de “CENSURA” a la
incorrección política, del amable y gratuito soporte del presente blog, ya que
de confirmarse dicha censura por “melifluos y algodonosos” censores escandalizados, me vería en la necesidad de emigrar a otro
soporte. La “corrección
política” tal como
en los últimos tiempos se estila, más pareciese un destilado de alambique
idiomático, que un estilo o forma de expresarse y llamar las cosas, como toda
la vida se llamarón, sin entrar por principio en el insulto o la descalificación.
Donde empieza el “melifluo algodonoso” y cuál es su lógica evolución hacia el “estultismo pijo progre”. Habitualmente su inicio siempre comienza en las
disquisiciones de género, masculino – femenino, pasa al del color de la piel y
llega a las concepciones religiosas (siempre anticatólicas). Se da por cerrado
el primer paso, donde todo lo masculino es malo y hay que organizarse y
organizarlo en una “axesuación” de género, con claro predominio del “feminacio”,
no femenino. Los negros más o menos retintos, pasan a ser “afro” europeos,
americanos o galácticos, como sí el adjetivo “afro” los blanquease y el
pertenecer a la raza negra fuese peyorativo, no obstante se “arregla” con la
adjetivación, como si lo normal fuese que originariamente en Europa, América o en
esa hipotética Galaxia, las personas de raza negra preexistiesen a los oriundos. El concepto chapetón, criollo, franco
o caucasiano, perdió en la vieja y envejecida Europa y rejuvenecidos USA, todo
su concepto original. La misma pérdida que sufrieron las distintas razas
amerindias, pobladoras de América del N. o S. ¡Toma “meliflua algodonosa”!. Solo con pensar que en Europa, para referirse
a mi buen amigo And, se le denominase como “Everglades” o “Semínola” europeo,
me hace destornillarme de risa.
En su versión religioso anticatólico, gana
adeptos, pues es la cuna del "paternalismo", "islamofóbia·, "homofóbia" y todo
aquello que suene a fobia, quizás por ser la iglesia católica la única, que
entre sus antiguos conocimientos “manejaba” (afirmo, manejaba) el griego
antiguo y consiguientemente el “φόβος, fobos ”. Las tres patas del banco o componentes debidamente administrados, bien
batidos en la “túrmix”, arrojan esa cobardía acomodaticia que todo lo llena y
continua vacío, como la misma vacuidad que caracteriza a los “melifluo algodonosos”,
donde la interjección ¡Ay, que susto…! se confunde de continuo con él “hay”
de haber, pero que no hay más que pensamiento humo. De ahí que se les escape por las orejas y demás orificios corporales,
incluida la boca, cada vez que la abren: la “cagan” bien “cagada”.
Indudablemente perder el tiempo en asesarlos o “axesuarlos” aparte de costoso, sería derrochar una magnífica
oportunidad de mandarlos a “comer mierda”. Pues este algodón, es “moreno”, no
lo blanquea ni el mismísimo cloro: vulgo legía.
Indudablemente a ese “estultismo pijo
progre” que todo lo llena y sigue en el más absoluto de los vacíos ¡vamos, el
teórico, el perfecto, 29.92 in. Hg! Colaboró con verdadero ahínco, la ICAR de aquel
polaco, hoy “Okupa de los altares”, quien, encubriendo conscientemente las
raterías e inmoralidades sindicales de sus adalides, unido al “camelo” de su
actuación frente a los regímenes comunistas, hasta derrotarlos, nos condujeron
a los que entonces y ahora sabíamos y sabemos, que lo de él (lo del “Okupa de
los altares) era eso: “estultismo pijo progre” del más puro y
duro, o paca, paca, en español bla, bla, bla. Que lo que entonces se llamó
“guerra de las galaxias” era y fue mucho más convincente, pero demostrativo del
fracaso intelectual e industrial de unos países, donde el decorado cubría todos
los resquicios de la vida cotidiana. Su estrepitosa caída no dio tiempo a
reaccionar a los adalides del hambre, la miseria y la opresión, teniendo que ir
recuperando, en base a múltiples subterfugios, el terreno perdido por una
realidad que se hizo manifiesta. Comunismo = Falta de libertad, hambre y
necesidad.
Así fue progresando el encubridor del mismo
perro con distinto collar. Ahora el “estultismo pijo progre” pasó a ocupar, de forma solapada, el comunismo real. Para ello comenzó
la política light, donde los fines a conseguir son los mismos, pero con “vaselina”.
Las minorías son más importantes que las mayorías, de ahí que haya que plegarse
a ellas: evitar por principio todo aquello que determine un posicionamiento
claro y concreto en lo ideológico, moral, sexual. La incultura que dicha
concepción persigue es, ni más ni menos, que una nueva forma de inquisición,
donde lo dicho y afirmado por los “estulto pijos progre”, adquiere categoría dogmática, llevando a los borregos a su total
alineación y manejo.
De esto y de su actuación e implantación,
puede hablar con conocimiento de causa el negro musulmán y la corte de ojetes
de los que se rodeó, los cuales con la colaboración de ciertas cabeceras
editoriales en papel e imagen, bien pagadas y mejor subvencionadas, dieron y
dan pábulo a todo aquello que los intereses de unos pocos necesitan, para que
esos pocos sigan viviendo como viven, a costa de los muchos. Claro está, los círculos
más proclives a la corrección política implantada por los “estulto pijo progres”, se encuentra y están en ciertas
universidades, donde el saber fue sustituido por el adoctrinar y deformar una
serie de realidades inamovibles tanto en el plano físico - biológico, como en
el ideológico – político; y no nos olvidemos de uno terriblemente importante:
el económico.
Individuos que se declaran manifiestamente ateos, ignorando quizás el significado de dicho concepto, se escandalizan "muchisísimo" ante las declaraciones de un prelado, que desde un cargo electo, opina sobre la necesidad de poner coto al “lobby rosa” que puebla y “pulula” por ciertas diócesis y archidiócesis. Como sí tal posicionamiento fuese algo cuestionable desde los estamentos laicos en los que ellos se mueven. También es cierto, que para poder seguir expandiendo el “concepto y pensamiento humo” en definitiva, el “estultismo pijo progre”, es importantísimo que el ejemplo, como elemento de imitación, se degrade y podamos ver como normal las “clásicas parejas de hecho” que presentan entre – sí algunos clérigos con el visto bueno de sus Sres. Obispos y Arzobispos. Puede que en el fondo sigan el ejemplo marcado, por quien invocando a la iluminación del Espíritu Santo, les designó como tales: el hoy “Okupa de los altares”, padre putativo del inicial e inconsciente movimiento. Los “melifluos” hoy evolucionados a “estultos pijos progres”.
Amable lector, si consigues llegar a leer
el presente, es que la CENSURA a la que me hicieron referencia por parte del
soporte del presente blog, NO EXISTE. De lo contrario quedaras con las ganas,
hasta que consiga otro gratuito a través del que llegar hasta a ti.
Capt. Willie
La corrección política es la manera en que los acomplejados nos quitan la libertad. Ahora el enano es corto de talla, el tonto diverso, el feo interesante y el gay es la norma.
ResponderEliminarDijo Platon que el precio de no entrar en politica era que te gobernaban otros mas tontos que tu.
Muchísimas gracias por su amable comentario. Posiblemente si todos esos “melifluos algodonosos” aspirantes natos a “estulto pijo progres”, supiesen de la existencia de Platón y del maestro Sócrates, quizás no practicasen dicha distorsión voluntaria de unas realidades, a las que el maestro da respuesta con una simple frase: “El pasado tiene sus códigos y costumbres”. Ahí es donde “patinan” estos “esquiadores de la ignorancia” y, sin saber de su substancia, del sofisma. Cuando se sacan de su contexto histórico los hechos y las costumbres nacidas de esos acaecidos, nos encontramos desnudos ante el pasado, el presente y lo que es peor, sin futuro, pues lo están negando.
EliminarEste es el triste signo de esta Civilización Occidental Católica (Cristiana desde antes de ayer, 1517), que supo aunar lo mejor de la filosofía griega, del derecho romano y del monoteísmo hebraico.
Entiendo y en parte comprendo, los “cabreos” que producen mis críticas entre esos “analfabetos titulados”, aquende y allende del Atlántico. Sus títulos universitarios, por los conocimientos que muestran, no me dejan lugar a duda; son fruto de calentar un banco universitario con su culo, o su culo con el banco de la universidad, pero la Universidad como tal, ahí empezó y tristemente terminó. Sus doctorados, da igual que les “fabricase la tesis” el “negro” de turno, incluido éste (el negro) a su vez la copió o bien de: “historias para no dormir”, si es de la rama de letras, y/o los inventos del TBO, sí es de ciencias.
Hablan de la endogamia de los docentes universitarios. Yo diría familiar con derecho de pernada hereditaria de padres a hijos e incluso nietos. Si esto es malo, aun peor son las tarascadas dialécticas con las que justifican los desatinos argumentales a la hora de evaluar y calificar las oposiciones a dicha docencia y/o tesis que tienen de investigación teorías próximas a la cuadratura del círculo o la transmisión del conocimiento por la lectura de las vainas de la “faba de la granja”. Lo mismo me da que éstas sean de Carreño, que de San Ildefonso. En definitiva ultramarinas.
Reflejo de lo que afirmo lo tenemos: desde el consejo de ministros, a la gran mayoría de universidades, facultades y escuelas técnicas.
¿Quién nos iba a decir hace muy pocos años, que en Universidades USA hubiese que crear «espacios seguros» donde profesores y alumnos puedan expresarse libremente sin la asfixiante censura de los “estultos pijos progres”?
Así nos luce el pelo… y la que te rondaré morena o teñida de rubio.