En esa mal intencionada política de tergiversación
de las realidades por deseos, claro está, de la Alemania reunificada, a costa
de toda la entonces Europa libre y con la Francia de la “trilocacion” (la
mismita que en otra hora estuvo a la vez y simultáneamente con Vichy, la
resistencia o con el último que llegase). Libre mor a la “sangre, sudor y
lágrimas” de los ciudadanos de esos dos “desagradecidos” países, poblados por
“yankees” y “tommies”. Nos encontramos con una CEE, que antes de pensar en la
defensa colectiva del subcontinente, especula con repartirse las posibles
migajas de la salida con portazo, del U.K. de esa comunidad mandada y
mangoneada por la “Kartofelera”, en la que para no perder la costumbre, actúa
de “palanganero mayor” “el de los amores infantiles no superados”.
viernes, enero 31, 2020
El anunciado “goodbye” del U.K. a una política impuesta, imposible de digerir.
sábado, enero 25, 2020
Cuándo salir en la foto y cobrar por la salida es lo principal…
Dentro de esa “puritita” comprensión a lo más
incompresible, que en algunos momentos de mi vida me sobreviene, se incluye el
que entienda aunque no comparta, que todo hijo de vecino tiene derecho a
buscarse la vida y a alcanzar la gloria, la suya y de paso, si puede llenar la
bolsa, mejor que mejor. Unos lo pretenden y consiguen partiendo de formas muy
simples: les basta exhibir sus partes pudendas, olvidando el pudor, bien por
robado previamente pactado, casual provocado o en la gran mayoría de las
ocasiones, porque el “guion así lo exige”. Otros más elevados, no dudan en
“montarse en el tren” que sea, que vaya o vuelva es secundario, lo principal y
por supuesto primordial, es que se le distinga en la foto, aunque la imagen se
corresponda con una defecación física, mental o moral. Lo dicho, lo importante,
salir en la foto y lógicamente cobrar por tal salida, aunque en la mayoría de las
veces, sea de tono, como se decía en tiempos pretéritos.
A pesar
de esa, mí reconocida comprensión a lo más incomprensible, fruto quizás de ese
interno conflicto en el que mi personal formación humana y convicciones me
enfrentan en el día a día. En ese no saber que soy, si un judío o un cristiano converso
y lo que es peor, donde empieza el uno y termina el otro, o termina el otro y
empieza el uno. Mi propia y voluntaria inmersión en patrística y ese
desesperado intento de integrar en mí pensar y sentir, los conocimientos –
experiencias acumulados y documentados por otros a través de los siglos y aunados
bajo la cultura resultante de Oriente (Grecia) y Occidente (Roma). Donde en un
determinado momento, salvo la propia onomasiología conceptual aderezada por la
filosofía con amplia presencia de la cultura griega y como no por Platón, están
siempre presentes, obligándome a la búsqueda de la “cuadratura del círculo” de
este mundo y época que me toca vivir. Tan poco consecuente e inconsciente de su
propio caminar hacia ninguna parte.
domingo, enero 19, 2020
“Muchas doctrinas son como un cristal de ventana. Vemos la verdad a través de ellas, pero nos separan de esa misma verdad.”
Frase
en traducción muy literal, del poeta, ensayista, pensador libanés y maronita
practicante, Gibran Kahlil Gibran جبران خليل جبران بن ميخائل بن سعد.
Desde que el mundo es mundo y mal que les
pese a algunos, hace bastante más tiempo del que ellos en su cortedad mental
pueden aceptar, las distintas “doctrinas” de las que se sirvieron los humanos
para poder sobrevivir a la dura realidad de la cotidianidad, fueron de lo más
variado. De forma generalizada se recurrió a la creación de “deidades”, siempre
y en todos los casos muy por encima de los limitados atributos humanos.
Vistas
desde la actual perspectiva de estos inicios del siglo XXI d.C. algunas de esas
mismas doctrinas, que en un determinado momento y lugar fueron motivo, eje y
justificación de los más sublimes actos de generosidad y/o de las mayores
barbaries, no sirvieron como elemento de reflexión que evitase el desarrollo de
otras, conducentes a caer en los mismos lugares comunes, con la única
variación, que es la marcada y condicionada por el particular “cristal de esa
ventana”, que en cada momento establecen las sociedades en la que nacen y se
desarrollan, pero que más antes que después, ese inicial “transparente cristal”,
termina interponiéndose como una autentica barrera, entre la doctrina inicial y
la real en la que suelen degenerar.
No me cabe
la menor duda de que la incultura, fruto de la dejación del concepto clásico de
la formación humanística, llevó a gran parte de la actual sociedad al
desconocimiento de hechos y pasajes, debidamente documentados en la propia
historia de las distintas civilizaciones que nos precedieron. De relativo fácil
acceso, en aquel momento en el que alguien se sumerge sin prejuicios en la
recopilación y contrastado de informaciones al respecto. A fuer de ser una vez
más criticado, debo decir, que la gran suerte de haber nacido en un lugar, para
mí idílico o idealizado, en base a las experiencias vitales que me permitieron
desarrollarme desde mi infancia, al compartir la naturaleza en un entorno rural
– semi-industrial con una excelente representación vegetal de la región
biogeográfica atlántica, con poblaciones relativamente elevadas de especies
animales domésticas y silvestres (medianos y pequeños mamíferos, aves, peces y
reptiles), representativos a su vez del propio hábitat de la región floral
eurosiberiana. Siendo esa “parte” semi-industrial, quien despertó en mí un temprano
recelo a lo que, a inicios de los 50s del pasado siglo XX, se definía en todos
los ambientes como progreso y desarrollo. Lo bueno que haya podido quedar de
aquella época lo vamos a “joder” ahora.
miércoles, enero 15, 2020
“La perplejidad es el comienzo del conocimiento.”
Frase
del poeta, ensayista, pensador libanés y maronita practicante, Gibran Kahlil
Gibran جبران خليل جبران
بن ميخائل بن سعد.
De la “verdad líquida”, al “irrealismo humo”, la distancia que les separa es prácticamente inexistente, ya que la cohesión molecular de la primera con respecto al segundo, permite en ambos casos, la adaptación a la forma o formas del recipiente que los contenga. El papel como elemento soporte, aguanta lo que se le ponga como elemento soportado. ¿Qué decir de las pantallas de los computadores? En síntesis, cuando se parte de escasos datos contrastados, no representativos por la cortedad del espacio temporal entre la fecha de inicio cuantitativo y la utilización como elemento de partida al desarrollar una hipótesis de trabajo, se hace necesario “cubrir el vacío real” en base a simulaciones. Así, los datos obtenidos por tales métodos, lo más lógico es que sean proporcionales a las propias carencias de partida. Dando como resultado una nula fiabilidad de los parámetros cuantificados y espacio temporal o periodo a extrapolar. Hecho por sí que justifica esos continuos errores sobre predicciones catastrofistas de subidas del nivel del mar, deshielos, presencia de insectos tropicales y “barrabasadas” afines.
No cabe otra conjetura, para poderse sentir perplejo
(del lat. perplexus), se hace necesario imponerse de un mínimo de
raciocinio, que al menos, lleve confusión o duda a nuestras creencias y/o
convicciones. Lo malo, o aún peor, es cuando nuestra única intuición, convicción
y/o interés nos impide la perplejidad ante efemérides debidamente contrastadas
por medios, hoy aceptados como científicos. Hecho este, que por sí mismo,
desvirtúa todo lo realmente verificado, conduciendo a las más voluntariosas y variopintas
aseveraciones, aunque éstas carezcan del mínimo rigor científico exigido
De la “verdad líquida”, al “irrealismo humo”, la distancia que les separa es prácticamente inexistente, ya que la cohesión molecular de la primera con respecto al segundo, permite en ambos casos, la adaptación a la forma o formas del recipiente que los contenga. El papel como elemento soporte, aguanta lo que se le ponga como elemento soportado. ¿Qué decir de las pantallas de los computadores? En síntesis, cuando se parte de escasos datos contrastados, no representativos por la cortedad del espacio temporal entre la fecha de inicio cuantitativo y la utilización como elemento de partida al desarrollar una hipótesis de trabajo, se hace necesario “cubrir el vacío real” en base a simulaciones. Así, los datos obtenidos por tales métodos, lo más lógico es que sean proporcionales a las propias carencias de partida. Dando como resultado una nula fiabilidad de los parámetros cuantificados y espacio temporal o periodo a extrapolar. Hecho por sí que justifica esos continuos errores sobre predicciones catastrofistas de subidas del nivel del mar, deshielos, presencia de insectos tropicales y “barrabasadas” afines.
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