Si
difícil de digerir en algunos círculos resulta el Decreto 4º de la CG. XXXII,
no menor impacto crea el Decreto 12º, donde en síntesis se dicen cosas tan
asumibles para los seguidores de Jesús, el de Nazaret, como: “Nuestra Compañía no puede dar respuesta a
las graves urgencias del apostolado de nuestro tiempo si no modifica su
práctica de la pobreza. Los compañeros de Jesús no podrán oír el clamor de los
pobres, si no adquieren una personal experiencia más directa de las miserias y
estrecheces de los pobres…”.
Ante tales desvaríos, tal cual se apuntó, la
labor de zapa del “no aclamado” continua. El P. Pedro Arrupe y la Compañía
están en el punto de mira de los contra reformistas, aquellos que consideran
que el “Vaticano II” se fue de las manos (como ya se dijo, de las de ellos).
Los desencuentros propiciados por el P. Paolo Dezza SJ a través de S. S. Pablo
VI continúan; desencuentros a los que tampoco es ajeno el Secretario de Estado
Car. Jean – Marie Villot, quien de alguna forma va acumulando prevenciones, al
considerar, que por miembros de base de la Compañía, se invaden competencias suyas.
Quiere ignorar que por la formación y gran experiencia, precisamente en la
Secretaria de Estado, S.S. está totalmente capacitado para realizar algunas
designaciones directas, por polémicas que estas resulten, a la vez que dicha
experiencia le da la perspectiva suficiente para poder entender otras,
asimilándolas al conocido lema Ignaciano de Ad maiorem Dei gloriam (AMDG).
Para todo un Secretario de Estado, a lo Car.
Jean – Marie Villot, la designación directa y puesta sobre el terreno, de un Asesor
Técnico papal para el conflicto subyacente del diferendo entre Argentina y
Chile por el Canal del Beagle, la tolerancia mostrada por S.S. ante las
reiterativas denuncias que se reciben de continuo, sobre los ordenados in sacris que solicitan su reducción al
estado laico, y contraviniendo la normativa Vaticana, continúan impartiendo
enseñanza en centros dependientes de la Iglesia. La gran mayoría de ellos, ex
jesuitas, profesores en universidades propias o gestionadas por la Compañía,
profesores que continuaron desempeñando funciones docentes, no solamente en
materias profanas, físicas o matemáticas, sino en asignaturas consideradas más sensibles,
filosofía e incluso teología. Estos hechos, de por sí considerados escandalosos
por el Santo Oficio, alcanzarían el sumun del sumun sumorum, cuando los
profesores colegas y alumnado supiesen de la reducción de tal o de cual, y estos
continuasen en su actividad y residiendo en el mismo lugar, lo cual contravenía
el principio del anonimato a condenar al ex – clérigo. Vamos “cuasi” herejía…
El Car. Franjo Šeper, a la sazón Prefecto de
la Congregación para la Doctrina de la Fe, en el periodo comprendido entre el 9
de febrero de 1968 a 25 de noviembre de 1981, se vio en la necesidad de dirigir
reiteradas misivas al P. Pedro Arrupe, las cuales siempre documentaba con las
correspondientes denuncias, de obispos locales guiados de excesivo celo y/o
celos, delatores profesionales, ocasionales, por envidias y/o aspirantes a las
plazas desempeñadas por reducidos a estado laico. Lo cierto es que a las
aclaraciones pedidas, solía seguir un prolongado silencio por parte de la Compañía;
silencio que las pocas veces que fue roto, lo fue de forma correcta y
respetuosa (tal como siempre fue el Rvdo. P. Pedro Arrupe con todo el mundo,
incluido con sus subordinados) donde de forma escueta decía o venía a decir: “haber impartido las directrices emanadas de
este Dicasterio, aunque con resultados no siempre deseados”. A pesar de
todos los pesares, incluidos los “pesados” P. Paolo Dezza, Car. Villot y Car. Šeper,
mientras S.S. Pablo VI rigió los designios de la Santa Iglesia Católica Apostólica
y Romana y como responsable último de la Compañía, tan pobres explicaciones al
concepto de los “pesados”, no influían realmente en S.S., pues posiblemente en
su gran humanidad y comprensión, en el fondo compartía el sentido de profunda
injusticia que encerraba la norma pontificia al respecto.
Los Rvds. Padres Pedro Arrupe y Vincent O’Keefe,
con el auxilio de rectores de distintas universidades y centros de enseñanzas superiores,
medios e incluso de formación profesional dependientes de la Compañía, estudian
en profundidad y determinan el cambio de Estatutos por los que se regían dichos
centros, quedando de acuerdo a estos nuevos estatutos en minoría los miembros
de la Compañía. Con lo cual dejó de ser un problema directo del Prepósito
General y por extensión de los rectores y/o directores, el de los profesores
secularizados. Problema que pasó a los Consejos Directivos, con capacidad
estatutaria para decidir las contrataciones de personal en todas sus clases y formas.
Al quedar semi – cerrado el anterior frente,
el Santo Oficio abre uno nuevo, ahora de forma implícita se acusaba al P.
Arrupe de considerar mayor interés “al hacer” que “al creer”, en definitiva,
que las “obras” prevaleciesen sobre las “doctrinas”. Las denuncias contra
pensadores jesuitas presuntamente heterodoxos, comienzan a ser numerosas y
afectan a las más dispares Provincias. Ante este hecho, y anteponiendo sus
propias ideas al más exquisito respeto a la persona, nunca prohibió tales
exposiciones, ni expulsa a nadie de su catedra. Sin llegar a la defensa,
siempre trató de justificarlos en la parte justificable, dejando en manos de
los obispos diocesanos correspondientes, la ingrata labor de ejecutar las
medidas emanadas de Roma. En esto, como en el resto de sus planteamientos vitales,
salía a relucir su originaria vocación de médico de cuerpos, mostrando siempre
el mayor de los respetos por la investigación, fuese esta teológica, dogmática
o de cualquier ciencia empírica. En un momento dado, mostró su interés por el
campo de la Hidrografía y más concretamente por el desarrollo de la Proyección
Mercator. Posiblemente fruto de su experiencia en Japón y de las circunstancias
tan especiales que en él le tocaron vivir, era la relatividad de los conceptos,
prueba de ello es la frase, que a continuación reproduzco: “En otros continentes nos preguntan qué creemos. En Japón se fijan en
como creemos. En Occidente se cuantifica nuestra ideología desnuda, descarnada.
En Japón, se mira si nuestra vida es coherente con la ideología, cuya
estructura, prácticamente, apenas les interesa”. La letra y el espíritu de esta
frase marcaron para siempre mi vida y forma de pensar. Me esforcé y esfuerzo
por ser coherente con ella.
Al
inicio del año 1978, la salud de su S.S. se encuentra un tanto resentida,
frecuentemente tiene que recurrir a la respiración asistida por oxígeno. El jueves
9 de marzo de 1978, en círculos afines a su confesor privado, el P. Paolo Dezza
SJ trata de llevar al ánimo del S. S. que se hace preciso revisar la orden de protección
establecida sobre el P.G. Rvdo. P. Arrupe, cuando se encuentre en Italia, ya
que el posible riesgo de rapto por parte de las Brigadas Rojas nunca existió y
de haber existido, dicho riesgo decayó. Siete días más tarde, en la mañana del
16, sobre las 9h 25´se hace necesario comunicarle a S.S. Pablo VI,
que su amigo de juventud, el político demócrata cristiano Aldo Moro (*1) fue
secuestrado por las ya citadas Brigadas Rojas. En el tiempo que trascurre desde
esta fecha del secuestro hasta la aparición del cadáver del político, cincuenta
y cinco días más tarde, S.S. se esfuerza por conseguir su libertad. A pesar de
su estado de precaria salud, envía una carta al grupo terrorista y como buen
conocedor de todos los resortes de la Secretaría de Estado los mueve, con
resultados negativos. Este luctuoso hecho lleva a S.S. a un gran abatimiento.
Aquejado por su estado de salud y por la sensación de fracaso a que le
condujo el asesinato de Aldo Moro, el viernes 14 de julio se desplaza a la
residencia de Castel Gandolfo, encontrando a pesar de su estado físico y
anímico, tiempo y fuerzas para entrevistarse con Sandro Pertini, quien hubiese
sido elegido Presidente de la República Italiana el día 8 del mismo mes. Los
“movimientos” del P. Dezza SJ, como confesor privado de S.S. en los días que
discurren entre el propio día 14 de julio y el 6 de agosto, fecha del
fallecimiento de S.S., a decir de testigos presenciales, fue frenética. S.S.
Pablo VI falleció con la misma discreción, dignidad y sobriedad con la que vivió.
Al concepto humano y por mis creencias, al que esto suscribe, no le cabe ni la más
remota duda, de su celestial acogida por la Santísima Virgen María, en
cualquiera de sus múltiples advocaciones e invocaciones
To be continued…
Capt. Willie
(*1)
Ex presidente del Consejo de Ministros de la República Italiana. Líder de la
Democracia Cristiana. Secuestrado y vilmente asesinado por las Brigadas Rojas
Dormimos tirados por barracones de toda la América Central, también en los mejores hoteles de Panamá y Antillas, volamos cientos de horas juntos, paseamos nuestro palmito por las zonas más elegantes de Fort Lauderdale, Key West y Miami Beach. Pasamos las navidades de 1984 en familia. Pero tuve que esperar al día de hoy 22-05-2016, para conocer la procedencia de la frase, que una y otra vez me repetías y que adoptaste como divisa a tu hacer y actuar en la vida. Qué difícil es ser consecuente. Tú sin embargo lo conseguías o llevabas camino de ello. A tu decir ¡Qué jodido!
ResponderEliminarTe recuerdo que mi difunto padre, en origen y antes de tener la Academia y ser mi padre, fue jesuita de los de cuatro votos.
Publícame y no me quites.
Un abrazo muy fuerte para los tres en origen, aunque creo vislumbrar la existencia de una cuarta.
Cheno
Amigo mío:
EliminarLa congruencia entre el “ser” y el “estar” siempre fue mi meta, sin perjuicio de que no siempre la consiguiese. El “hacer” sabes que siempre me preocupó más que el “creer” y que continuamente, caí en el tópico de que las “obras” buenas o malas, prevalecen y las “doctrinas” al igual que las palabras se las lleva el viento.
Me hace gracia saber que D. Alonso fuese SJ. Yo conocía su sólida formación matemática – física, pues recuerdo que cuando estaba preparando la tesis y al hablar del radio isótopo de Torio, sobre el que estaba trabajando, me sorprendió muy gratamente, con las cadenas que me desarrolló en la vieja pizarra de la Academia en Gran Vía. Él era “atómico”, además de “manitas”, nos reparó el cronómetro maestro y nos lo certificaron ¿Lo recuerdas?
Sí, tal como vislumbraste aumentamos en una y por añadidura en uno, su padre. Y si feliz y realizado estaba con las de primera y segunda, con esta de tercera generación, unida a la de primera y segunda, estoy feliz.
No hace falta que me insistáis en que no os quite. Os publicó y listo.
Me alegró saber de ti y que en alguna forma sigues mis estelas, en la actualidad escritas.
Un abrazo extensible a los tuyos.
Con cada uno de sus artículos sobre el P.Arrupe, mi admiración por él así como por su labor va en aumento.
ResponderEliminarEspero con interés la continuación.
Créame que comparto al ciento por ciento su admiración hacia la persona y obra del 28 Prepósito General de la Compañía de Jesús, Rvdo. P. Pedro Arrupe.
EliminarLe agradezco su nota y la confianza depositada en mi pobre aportación, al conocimiento y difusión de la obra desarrollada por este universal personaje, vasco y español de origen y ciudadano del mundo por proyección y méritos propios.