jueves, agosto 11, 2016

Mi más sentida condolencia por los fallecidos, sus deudos y a los daños ocasionados por el “Temprano”…



    Dado el compromiso contraído con relevantes, para mí, compañeros y amigos Mexicanos, para pergeñar las bases de un escrito, donde desde mi punto de vista exponga la situación de total abandono al que la ignorancia, el oportunismo, la mala fe e ignominia de nuestras autoridades políticas, sociales y eclesiásticas, están conduciendo a esta antigua civilización occidental. Así en los últimos días, para preservarme del día a día, me aislé del mundo y sus noticias. “Conectando” hoy a través de una llamada telefónica de un compañero y amigo, quien me puso en conocimiento del infortunio meteorológico sobrevenido, a esas para mí, queridas tierras y personas que conforma México. Desdicha que con especial incidencia afectó a los estados de Puebla y Veracruz en su confluencia entre la Sierra Madre Oriental y la llanura costera del Golfo.

       No por reiterativas las “Nortadas”, tormentas tropicales y ciclones, dejan de impresionarme. Hoy alejado de su área de formación, evolución y trayectorias. Pero tras haber sobrevivido al azote de dos ciclones (uno en Cortes – Honduras y otro en Tabasco – México), conozco y sé la impotencia que dicho fenómeno produce y el desconcierto y desasosiego que genera, la conjunción del hidrometeoro enriquecido por elementos sólidos de todo tipo, volumen y condición, bajo el impulso y la acción del viento que los mueve. En las dos experiencias a las que hago referencia, me vi y me sentí como el ínfimo ser que soy, dentro de la magna obra de la creación y como tal, hallé esperanza y consuelo en la oración, y como siempre que veo o por los “truenos” intuyo la existencia próxima de “rayos”, recurrí a Santa Bárbara de Nicomedia, santa protectora de las tormentas eléctricas y patrona del arma de artillería entre sus múltiples patronazgos.

     De la información recibida sobre el destructor efecto del “Temprano” en las distintas municipalidades serranas y colindantes llaneras, me sobrecogieron en particular,  los acaecidos en los alrededores y poblados humildes de la  de Huachinango, pues tiene para mi dicha población, una especial querencia, que nace de forma casual a cientos de Kilómetros (en la costa de Tabasco, inmediaciones de Paraíso), con la pesca por mí de un determinado pez (ilustración que se acompaña), al que tras identificarlo como un “Pacific Red Snapper” (Lutjanus peru), y requerir como se denominaba localmente, me aseveraron que era un magnifico ejemplar de “Huachinango del Golfo”, siguiendo el origen de su nominación generalizada en el área costera atlántica y pacifica mexicana. Casualmente el amigo que me facilitó el luctuoso efecto dejado a su paso por el “Temprano”, me explicó que dicha especie, hasta épocas relativamente recientes, se pescaba en los estuarios y desembocaduras de los ríos por medio de “empalizadas” o cercados de palos, clavados en el fondo. Pasando inmediatamente a hablarme de su tierra de origen, casualmente la ciudad de “Huachinango”. Se cree con origen su nombre en el vocablo náhauti árbol, muralla, de ahí la denominación de la ciudad y por extensión la del pez capturado en empalizadas.

 
                          
 
     Encontrándome en Villahermosa hospitalizado en observación, me vino a recoger mi citado amigo para invitarme a la “Feria de las Flores” de su ciudad natal Huachinango. Allí le acompañe y así, me concedieron la deferencia de figurar en la tribuna de invitados en la inauguración el sábado de cuaresma de dichas fiestas, en honor de su Santo Patrón “El Señor Jesús y su Sacrosanto Entierro”. A Él, al Jesús de Nazaret, su santo patrono local invoco y le pido acoja a todas las víctimas, les dé templanza a sus deudos e ilumine a las autoridades locales, estatales y nacionales, para que dentro de las posibilidades y disponibilidades económicas, palien en lo posible el sufrimiento de sus conciudadanos y prevengan futuros siniestros de esta misma o distinta índole.

     Mi más sentido pésame por los fallecidos y votos de fe y esperanza para sus deudos.

                            Capt. Willie  



2 comentarios:

  1. Ínclito Comandante Willie (Abuelón de la chamaquita):
    Gracias de todo el corazón de este siempre su acatado camarada. Mucho le agradecí la explicita referencia que hace a mi lejana invitación a conocer la ciudad en que nací y me personé. No menos le agradezco su manifiesta pesadumbre por las pérdidas humanas y desdichas creadas al paso de “El Temprano”. Qué decirle de ese manifiesto ruego al Señor Jesús, en favor de los dañados y de la luminaria a nuestras autoridades.
    Siempre es un gustazo tomar contacto con U., el Abuelón, pero en este trance es también un quitapesares.
    Con los acatos de su camarada C.N. JC.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi siempre distinguido compañero y amigo:
      Créame Vd. que contar con su amistad y respeto es algo muy importante dentro de mi escala de valores.
      Siempre tendré presentes las continuas muestras de aprecio y deferencias hacia mi persona.
      Gracias una vez más por todas ellas y siempre a la reciproca.
      Su amigo y compañero

      Eliminar