En las postrimerías de la década de los
sesenta del pasado siglo, en aquella mi querida Escuela, en clase de navegación
utilizábamos un dicho, que su uso nos causaba auténtico placer, ya que nosotros
mismos nos sentíamos “elevados” sobre el resto de los mortales “terrestres o
terráqueos”: ¡Sí los H.P. volasen, no serviría de nada el sextante, ni conocimiento alguno VFR, ya que estaríamos
permanente a oscuras y en cerrazón celeste las veinticuatro horas del día, los
365 o 366 días del año! Aclarar que las siglas H.P. en el uso a que hago
referencia, no se correspondían con la marca Hewlett-Packard
de aquellos primitivos
osciladores de frecuencia de IFF, de la ayuda americana. Tampoco con las de H.P. Sauce of Parliament, salsa totalmente
denigrada por nuestro Cocinero Mayor, que aprovechaba toda ocasión para cargar
contra ella y la mostaza “Frenchs”, de la que hacíamos profuso uso y quizás
abuso en el comedor.
jueves, octubre 20, 2016
miércoles, octubre 19, 2016
La patria como lugar de encuentro común, y los “robaperas”…
En este viejo país, al que un conocido
cantante le dedicó una entrañable canción, que en su letra y música recorría
magistralmente sus regiones y las peculiaridades propias de cada una de ellas.
Sin caer en ningún tipo de “patrioterias”, definía magistralmente el concepto
que los entonces españoles “todos”, teníamos de esta vieja piel de toro y de
las distintas gentes que las habitábamos. Si bien es cierto, que de aquella
vivíamos bajo un régimen dictatorial, donde las libertades estaban
auténticamente limitadas. Lo que no estaba limitado era el sentido de la
patria, ni por “rojos” (los perdedores de la guerra civil 1936 – 1939), ni por
“azules”, (vencedores de la misma, aunque no “convencedores”). A pesar de la
proximidad en el tiempo de la fratricida conflagración a la que se hace
anterior referencia, la vida emergía y se prodigaba: en mi generación, extraña
era la familia en la que nuestros progenitores, padre – madre, no procedían
políticamente de “bandos contrarios”. Lo cual, a nosotros sus hijos, nos
permitió convivir con las historias
reales, contadas y vividas por los propios protagonistas de ellas.
domingo, octubre 09, 2016
Del humo, al gas helio y de éste a la imposición de lo políticamente correcto…
Tras haber
sido reiteradas veces calificado de “rubio comunista agitador”, en “polaco”, por el hoy “Okupa de los
Altares”. Comprenderán mis amables lectores, que ya estoy curado de espantos y
al margen de “espantadas”, cuál fue su santificación y el actual cardenalato
del carrerista falsificador de su historial, estudioso de las ciencias exactas
y de otras menos exactas.
Allá
va la primera…
Mi
afinidad al PSOE (Partido Socialista Obrero Español) o lo que el Sr. Sánchez,
en compañía de otros necesarios para ello, hicieron y deshicieron, es la misma
que aquella que me puede aproximar al PP de la Ppona, del “gran vago”, de la
“saltimbanqui en neglillé” o de su homónima y enemiga, la “mis”. Tras las
aclaraciones pertinentes que preceden, paso a exponer algo, que a estas alturas
de mi vida no sé si me causa llanto o risa, pues no deja de ser tragicómico.
sábado, octubre 01, 2016
Detrás de todo hombre, por pequeño que éste sea, siempre suele haber una gran mujer…
Aún no repuesto del vértigo y vacío que en mi crea el fallecimiento o ausencia terrena a perpetuidad, de un ser querido, desde esta mi tribuna de manifestar sentires, quiero hacer profesión de fe y agradecimiento a esas grandes mujeres con las que la vida tuvo a bien regalarme. Cayendo en el menoscabo y desolación, que su antónimo, la muerte, en la gran mayoría de los casos un día me las arrebato: Mí adorada madre; mi muy querida tía Ritina; mis queridas primas Sara; María; Sol; Iel. De la primera, qué decir: me lo dio todo, empezando por la vida; la segunda, a su vez, se dedicó mientras vivió, a quererme y protegerme; hizo a mi ver y entender el perfecto papel de madre – abuela. Estas mis primas, me cuidaron, mimaron y reprendieron.
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