domingo, agosto 20, 2017

Para cuando dejarse de jodernos…

       Dada esa dualidad en la que hasta cierto punto me hayo inmerso, al determinar mí efímero ciclo existencial, en gran medida, fruto de la convivencia en los espacios temporales que me marcan dos calendarios distintos, tanto en su concepción inicial como en la astral.

       Así el pasado día 15 de agosto de 2017, en el calendario solar gregoriano, como en la misma fecha del resto de los años por mí vividos, tuvo  un especialísimo significado, al ser por excelencia, de acuerdo a mis más firmes creencias, el día de María, la hija de Ana y Joaquín. Aquella judía en la que se encarnó el Cordero de Dios hecho hombre. Coincidiendo en esta ocasión dicho día a su vez con el 23 Av 5777 del otro calendario, al que me resulta imposible sustraerme, sobre todo en aquellas festividades donde la exaltación del Eterno reviste especial importancia, o en otras, donde la familia, al más estricto concepto que se pueda desprender de una interpretación racional del Génesis 2:24, sean el entorno por excelencia, donde el compartir los problemas, genere la mutua comprensión, respeto, amor, cariño y consiguiente protección mutua.

        Mi mundo o concepto de él, no sería concebible sin la presencia física que disfruté, de mi amantísima madre natural y de aquellas otras mujeres, que por circunstancias de la vida desempeñaron magistralmente ese importante papel en mi vida. Fui tan afortunado, que puedo contar, sin lugar a duda, con tres adicionales a la natural; llegando en el caso de las tres a “funcionar conmigo”, como sí el hijo de sus entrañas fuese. ¡Qué decir de esa amantísima Madre Celestial, a la cual desde que supe de su existir, acudo en toda ocasión, sea favorable o desfavorable!

      En un determinado momento de mi vida, tuve la grandísima suerte, para algunos miserables maledicentes, “canonjía”, de poderme dedicar en total profundidad al estudio de la Patrística. A priori, sin cortapisa alguna, con la única y exclusiva ayuda económica, de relaciones y amistades de mi familia.

      Así y siguiendo los inestimables consejos de un entonces ordenado presbítero, hoy suspendido y carente del nihil obstat por el “Santo Oficio”, quien prometía ya en tan lejanas fechas, llegar a ser uno de los grandes teólogos del siglo. Aconsejado por los conocimientos y experiencias acumulativas de tres grandes rabinos, dos sefardíes y uno askenazi. Con la impagable colaboración de las Iglesias de rito oriental, tanto católicas, como ortodoxas, y la nunca, nunca, por mí olvidada, Rvda. M. Etienne (q.e.p.d.), armenia de pro (a su decir: católica por fe, esperanza, caridad y a Él consagrada), políglota inminente, no solamente de las lenguas clásicas, sí no de la práctica totalidad de los dialectos hablados en el imperio persa y turco, pude “sumergirme y beber” en documentos pertenecientes al periodo filosófico antiguo y concretamente entre el siglo I a.C. y  el V d.C.

       Para “curarme en salud” de la posible “contaminación” que pudiese padecer por mis conocimientos iniciales de la materia y en mayor medida por los de filosofía medieval, inminentemente cristiana. Y a fin de poder acceder desde el principio, me aparte deliberadamente de dichas escuelas filosóficas, yendo a los inicios: a la grecorromana, de la que la patrística como tal, capta múltiples y variados elementos. Posteriormente enriquecidos por la filosofía moderna, donde a partir del humanismo renacentista, pierde protagonismo la teología, base de la filosofía escolástica medieval; clave en su momento.

       En esa mi inmersión geográfica – documental en el mundo persa, grecorromano y “judéo – cristiano” no me pude sustraer a desviarme, incluso mucho, cuando en alguna medida veía la posibilidad de acceder a algún documento, donde de forma directa o indirecta, se hiciese referencia o mención expresa a María, la Santísima Virgen. Llegando en algún caso a levantar tales suspicacias, que incluso hubo quien se dirigió a mi Sr. Padre Z”L (de bendito recuero), preguntándole, sí realmente estaba interesado en la patrística o en la Santísima Virgen. Utilizando la una, como elemento de encubrimiento para poder acceder en ciertos ambientes y niveles a la segunda.   

      La idea originaria y punto de partida, culminó en la publicación de los cuatro tomos de patrística, por algunos H. de P. atribuidos al “negro” de turno. De ese mí deambular en la excelente compañía de la M. Etienne, a todo lugar, por apartado que estuviese de las rutas principales, pero que dispusiese de documentos de reconocido y contrastado valor, saqué  el infinito amor y fe que me une a mi Santísima Madre María, el conocimiento de ciertos Concilios Ecuménicos y unos muy serios conocimientos sobre el Islam, su expansión e implantación.

      Con esos “laureles” de lo que vi, de lo que pude vislumbrar de primera mano en Armenia (Ararat, Erzurun, Van); Tesalónica; Irak, Irán, Israel, Jordania, Líbano, Siria y Turquía. Mas todo aquello que pude sentir y padecer durante la llamada guerra del Yom Kippur (Ḥarb Tišrīn, מלחמת יום), me llevaron al convencimiento, de que, mi concepto del término “paz”, poco o nada tiene que  ver con el significado sobreentendido, que mayoritariamente le conceden a dicho termino las principales ramas del Islam, sean sunnís,  chiíes y las principales escuelas que de estas dos ramas parten.  Surgiéndome asimismo profundas dudas sobre si el término “infiel”, tal como se concibe en los principales idiomas, incluido el  fuṣḥà  اللغة العربية الفصحى, tiene algún significado parecido, aproximado o cercano al concepto, cuando se realiza desde el punto de vista del “musulmán” (creyente)  de cualesquiera de las ramas, escuelas y concepciones del Islam.

             Ese mismo confusionismo, me surge, cuando con el respeto debido que me merecen todas y cada una de las religiones, me pongo a leer el Corán,  y a mis cortas luces, no puedo entender el contenido de las  Surahs 9:5; 2.191; 2.193; 3:118, etc., etc., etc. ¿Es posible que la traducción sea de tan baja calidad, que donde yo leo que al “infiel”  o “subordinado del Diablo”, “machete cubano”, entendiendolo siempre y en toda ocasión por “muerte al infiel”, sea un error de traducción y que donde yo interpreto “muerte”, sea ese amor que no acabo de ver ni entender.

     Lo que más me confunde es, cuando esos líderes (de alguna forma los hay que llamar) políticos y religiosos, a pesar de la que “está cayendo”, en su “papanatismo”, “buenismo”, “estultismo pijo progre” y “estultismo pijo peronista”, utilizan sus más vehementes afirmaciones para hablar de la “paz” de los musulmanes, aunque también es cierto que esos mismos cretinos, que ven que sigue lloviendo, poniéndose y ocultándose el sol, son “cambistas”. Lo que ignoro, es si son cambistas climáticos o del bolsillo público al de ellos. Vulgo: Chorizos.

     Le “grandeur” país y le “merdeur” de le M. “Le President”, aquel que llegaron a confundir por largo con alto y grande, que dejó con el “culo al sol” a todos y cada uno de los “pied-noir”, y que no dudó en llenar el país de seguidores del profeta, a los cuales él y sus acólitos fueron incapaces de absorber en lo social y cultural, porque era imposible. Les faltó, lo que les falta a “esos” que de alguna forma hay que llamar”: o te incorporas a la sociedad a la que libremente y “con calzador” accedes, o te vas al carajo.

       No, el “buenismo” a ultranza y el “pendejismo” a priori y a posteriori, impiden que se realicen deportaciones selectivas. Que en algunas mezquitas se fomente el odio al “cretino” que les acoge. Que el infiel sea tratado como textualmente dicen las Surahs que cito y las que resultan de los tres etc. que escribo. Claro, los derechos humanos son unilaterales. Que a estas alturas de la civilización occidental cristiana, me vengan con cuentos y camelos, interpreto que me están llamando tonto, pendejo o majadero integral. Puede que me confundan con “ellos”, con ésos a “los que hay que llamar por algún nombre”, pero que el único que merecen es el de “cretinos”.

      La verja de Ceuta se puede asaltar con grave riesgo para los agentes policiales españoles, porque como en el mar no hay agua, ni Ceuta tiene energía eléctrica, no se pueden disponer bombas de alta presión que suelten chorros y cortinas de agua. ¡Los derechos humanos!, ¿Los de quién? ¿Los de los matados en Barcelona, y los que te “rondare morena”?

     Para cuando establecer señales claras y hechos convincentes que indiquen que Europa es el camino equivocado. Que esos buenos musulmanes de paz, deben de encaminar sus pasos hacia el Sur, a esos países ricos, hermanos de religión, donde su cultura y creencias son afines.

     ¿Cuándo se empezarán a pedir responsabilidades legales, a esa manada de irresponsables políticos o vividores de la política, que se permiten el exponernos impunemente a la furia de los portadores de la paz? Cuando un ciudadano cualquiera, por acción u omisión genera un accidente o catástrofe, se ve lógicamente envuelto en procesos conducentes a que responda ante la ley. ¿Hay ciudadanos de primera y de tercera? ¿Dónde está la JUSTICIA, cuando haciendo dejación de sus funciones en el campo de la política, permite, semi – justifica, o al menos no condena hechos criminales?

    Déjense de joder de una puñetera vez, entérense que la paz, sí es la de los cementerios está bien para Vds. sus familias, “queridas”, “queridos” y “sobrinas”, que de todo hay “en la viña del Sr.”.

    Los de “a pie” somos los que les permitimos vivir de “puta madre” y a nuestra costa, lo cual, creo, encierra alguna obligación hacia nosotros. PROTEJANNOS DE LOS MIEMBROS DE ESA RELIGION DE PAZ. Sr. Obispo de Roma and Boys, déjese de ecumenismos a lo “estulto pijo peronista” y recuerde, que los repartos de muebles de “Evita”, solamente llevaron a la quiebra del “Gallego”, a la “plata dulce”, la “plata bella” y toda la miseria acumulada por esa “filosofía del humo”.

                        Capt. Willie

2 comentarios:

  1. Soy una seguidora habitual de sus artículos, los cuales siempre me parecen interesantes y bien documentados.
    Generalmente me muevo en la línea de sus comentarios, aunque en este último creo que su opinión es un poco extrema en cuanto al Islam y sus dirigentes.
    Pienso que se está olvidando de los excesos de la religión católica. Sirvan de ejemplo las cruzadas y el Santo Oficio. Estoy segura que sus conocimientos acerca de ambos temas son amplios y me extraña su falta de objetividad al respecto.

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    1. Independientemente de sus opiniones para mí muy respetables, debo de aclararle y aclarar: que posiblemente mi total falta de “relativismo”, adobado de “mal entendido ecumenismo”, “buenismo”, “papanatismo”, “estultismo pijo progre y/o peronista”, me obligan a no aceptar por buenos, una serie de “topicazos”, donde la “cultura lila”, la desvergüenza, el interés económico – social, “flor de un día”, y las estadísticas de aceptación o rechazo popular, convierten en auténticos mamarrachos a esos dirigentes políticos, religiosos y periodísticos, que pensando en las próximas elecciones, proyecciones y venta de ejemplares, nunca llegarán a ser líderes de nada, ni de nadie. “Mandarán”, “no gobernarán” en las naciones, en la iglesia o venderán noticias, pero convencer, lo que es convencer, nunca convencerán.
      Le prometo, que en los próximos días, daré cumplida respuesta a los planteamientos que realiza. Parece ser que los medios de comunicación, que más se comportan como “elementos de adoctrinamiento”, que de información, tratan de solidarizarse con las víctimas, y a la vez presentarnos a los verdugos, como unos desviados del Islán. El Islán, guste o no, es lo que es y a los hechos antiguos y actuales me remito, por más que se empeñen esos “buenistas” occidentales, que dentro de su total ignorancia o ignominia, hablan de una “discriminación occidental”. ¿A quién y cómo se discriminan?
      ¿Cómo es posible que se hable de discriminación hacia el Islán y no hacia la Iglesia Católica Romana e Iglesias Católicas Orientales, y ortodoxas?
      Cuando en un determinado momento, yo hago referencia a algún prelado, que la “caga” o la “cagó” o está a punto de “cagarla”, tengo cientos de seguidores, con la “escopeta cargada” prestos a disparar, pero cuando se trata del Islán y la permanente guerra en la que vive desde el mismo día de su iniciación, la cosa cambia.
      ¿Quién asesinó entre 1915 – 1916 a millón setecientos mil armenios? Dos millones en Sudán, más doscientos cincuenta mil, vendidos como esclavos ¿Qué me dicen de los asesinatos masivos de Egipto, Indonesia, Irán, Irak, Nigeria, Pakistán? Eso se llama exterminio en nombre del Islán y/o por musulmanes, ignoro si buenos, malos o regulares. Pero eso es lo que hay y a ello me remito.
      Nunca me cansaré de decir, que los musulmanes “llegaron detrás” de los judíos en mil ochocientos años y siete siglos posteriores a los cristianos (más o menos), y que a las cifras de asesinados me remito.

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