Dada esa dualidad en la que hasta
cierto punto me hayo inmerso, al determinar mí efímero ciclo existencial, en
gran medida, fruto de la convivencia en los espacios temporales que me marcan
dos calendarios distintos, tanto en su concepción inicial como en la astral.
Mi mundo o concepto de él, no sería
concebible sin la presencia física que disfruté, de mi amantísima madre natural
y de aquellas otras mujeres, que por circunstancias de la vida desempeñaron
magistralmente ese importante papel en mi vida. Fui tan afortunado, que puedo
contar, sin lugar a duda, con tres adicionales a la natural; llegando en el
caso de las tres a “funcionar conmigo”, como sí el hijo de sus entrañas fuese. ¡Qué
decir de esa amantísima Madre Celestial, a la cual desde que supe de su
existir, acudo en toda ocasión, sea favorable o desfavorable!
Así y siguiendo los inestimables consejos
de un entonces ordenado presbítero, hoy suspendido y carente del nihil obstat
por el “Santo Oficio”, quien prometía ya en tan lejanas fechas, llegar a ser
uno de los grandes teólogos del siglo. Aconsejado por los conocimientos y
experiencias acumulativas de tres grandes rabinos, dos sefardíes y uno
askenazi. Con la impagable colaboración de las Iglesias de rito oriental, tanto
católicas, como ortodoxas, y la nunca, nunca, por mí olvidada, Rvda. M. Etienne
(q.e.p.d.), armenia de pro (a su decir: católica por fe, esperanza,
caridad y a Él consagrada), políglota inminente, no solamente de las lenguas
clásicas, sí no de la práctica totalidad de los dialectos hablados en el
imperio persa y turco, pude “sumergirme y beber” en documentos pertenecientes
al periodo filosófico antiguo y concretamente entre el siglo I a.C. y el V d.C.
Para “curarme en salud” de la posible
“contaminación” que pudiese padecer por mis conocimientos iniciales de la materia
y en mayor medida por los de filosofía medieval, inminentemente cristiana. Y a
fin de poder acceder desde el principio, me aparte deliberadamente de dichas
escuelas filosóficas, yendo a los inicios: a la grecorromana, de la que la
patrística como tal, capta múltiples y variados elementos. Posteriormente
enriquecidos por la filosofía moderna, donde a partir del humanismo
renacentista, pierde protagonismo la teología, base de la filosofía escolástica
medieval; clave en su momento.
En esa mi inmersión geográfica –
documental en el mundo persa, grecorromano y “judéo – cristiano” no me pude
sustraer a desviarme, incluso mucho, cuando en alguna medida veía la
posibilidad de acceder a algún documento, donde de forma directa o indirecta,
se hiciese referencia o mención expresa a María, la Santísima Virgen. Llegando
en algún caso a levantar tales suspicacias, que incluso hubo quien se dirigió a
mi Sr. Padre Z”L (de bendito recuero), preguntándole, sí realmente estaba
interesado en la patrística o en la Santísima Virgen. Utilizando la una, como
elemento de encubrimiento para poder acceder en ciertos ambientes y niveles a
la segunda.
La idea originaria y punto de partida,
culminó en la publicación de los cuatro tomos de patrística, por algunos H. de P.
atribuidos al “negro” de turno. De ese mí deambular en la excelente compañía de
la M. Etienne, a todo lugar, por apartado que estuviese de las rutas
principales, pero que dispusiese de documentos de reconocido y contrastado
valor, saqué el infinito amor y fe que
me une a mi Santísima Madre María, el conocimiento de ciertos Concilios
Ecuménicos y unos muy serios conocimientos sobre el Islam, su expansión e
implantación.
Con esos “laureles” de lo que vi, de lo que
pude vislumbrar de primera mano en Armenia (Ararat, Erzurun, Van); Tesalónica;
Irak, Irán, Israel, Jordania, Líbano, Siria y Turquía. Mas todo aquello que
pude sentir y padecer durante la llamada guerra del Yom Kippur (Ḥarb Tišrīn, מלחמת יום),
me llevaron al convencimiento, de que,
mi concepto del término “paz”, poco o nada tiene que ver con el significado sobreentendido, que
mayoritariamente le conceden a dicho termino las principales ramas del Islam,
sean sunnís, chiíes y las principales
escuelas que de estas dos ramas parten. Surgiéndome
asimismo profundas dudas sobre si el término “infiel”, tal como se concibe en
los principales idiomas, incluido el fuṣḥà اللغة العربية الفصحى, tiene algún significado
parecido, aproximado o cercano al concepto, cuando se realiza desde el punto de
vista del “musulmán” (creyente) de
cualesquiera de las ramas, escuelas y concepciones del Islam.
Ese
mismo confusionismo, me surge, cuando con el respeto debido que me merecen
todas y cada una de las religiones, me pongo a leer el Corán, y a mis cortas luces, no puedo entender el
contenido de las Surahs 9:5; 2.191;
2.193; 3:118, etc., etc., etc. ¿Es posible que la traducción sea de tan baja
calidad, que donde yo leo que al “infiel”
o “subordinado del Diablo”, “machete cubano”, entendiendolo siempre y en
toda ocasión por “muerte al infiel”, sea un error de traducción y que donde yo
interpreto “muerte”, sea ese amor que no acabo de ver ni entender.
Lo que más me confunde es, cuando esos
líderes (de alguna forma los hay que llamar) políticos y religiosos, a pesar de
la que “está cayendo”, en su “papanatismo”, “buenismo”, “estultismo pijo progre”
y “estultismo pijo peronista”, utilizan sus más vehementes afirmaciones para
hablar de la “paz” de los musulmanes, aunque también es cierto que esos mismos
cretinos, que ven que sigue lloviendo, poniéndose y ocultándose el sol, son
“cambistas”. Lo que ignoro, es si son cambistas climáticos o del bolsillo
público al de ellos. Vulgo: Chorizos.
Le “grandeur” país y le “merdeur” de le M.
“Le President”, aquel que llegaron a confundir por largo con alto y grande, que
dejó con el “culo al sol” a todos y cada uno de los “pied-noir”, y que no dudó en llenar el país de
seguidores del profeta, a los cuales él y sus acólitos fueron incapaces de
absorber en lo social y cultural, porque era imposible. Les faltó, lo que les
falta a “esos” que de alguna forma hay
que llamar”: o te incorporas a la sociedad a la que libremente y “con
calzador” accedes, o te vas al carajo.
No, el “buenismo” a ultranza y el “pendejismo” a priori y a posteriori,
impiden que se realicen deportaciones selectivas. Que en algunas mezquitas se
fomente el odio al “cretino” que les acoge. Que el infiel sea tratado como textualmente
dicen las Surahs que cito y las que resultan de los tres etc. que escribo.
Claro, los derechos humanos son unilaterales. Que a estas alturas de la
civilización occidental cristiana, me vengan con cuentos y camelos, interpreto
que me están llamando tonto, pendejo o majadero integral. Puede que me
confundan con “ellos”, con ésos a “los
que hay que llamar por algún nombre”, pero que el único que merecen es el
de “cretinos”.
La verja de Ceuta se puede asaltar con grave riesgo para los agentes
policiales españoles, porque como en el mar no hay agua, ni Ceuta tiene energía
eléctrica, no se pueden disponer bombas de alta presión que suelten chorros y
cortinas de agua. ¡Los derechos humanos!, ¿Los de quién? ¿Los de los matados en
Barcelona, y los que te “rondare morena”?
Para cuando establecer señales claras y
hechos convincentes que indiquen que Europa es el camino equivocado. Que esos
buenos musulmanes de paz, deben de encaminar sus pasos hacia el Sur, a esos países
ricos, hermanos de religión, donde su cultura y creencias son afines.
¿Cuándo se empezarán a pedir
responsabilidades legales, a esa manada de irresponsables políticos o vividores
de la política, que se permiten el exponernos impunemente a la furia de los
portadores de la paz? Cuando un ciudadano cualquiera, por acción u omisión
genera un accidente o catástrofe, se ve lógicamente envuelto en procesos
conducentes a que responda ante la ley. ¿Hay ciudadanos de primera y de
tercera? ¿Dónde está la JUSTICIA, cuando haciendo dejación de sus funciones en
el campo de la política, permite, semi – justifica, o al menos no condena
hechos criminales?
Los de “a pie” somos los que les permitimos
vivir de “puta madre” y a nuestra costa, lo cual, creo, encierra alguna
obligación hacia nosotros. PROTEJANNOS
DE LOS MIEMBROS DE ESA RELIGION DE PAZ. Sr. Obispo de Roma and Boys, déjese de
ecumenismos a lo “estulto pijo peronista” y recuerde, que los repartos de
muebles de “Evita”, solamente llevaron a la quiebra del “Gallego”, a la “plata
dulce”, la “plata bella” y toda la miseria acumulada por esa “filosofía del
humo”.
Soy una seguidora habitual de sus artículos, los cuales siempre me parecen interesantes y bien documentados.
ResponderEliminarGeneralmente me muevo en la línea de sus comentarios, aunque en este último creo que su opinión es un poco extrema en cuanto al Islam y sus dirigentes.
Pienso que se está olvidando de los excesos de la religión católica. Sirvan de ejemplo las cruzadas y el Santo Oficio. Estoy segura que sus conocimientos acerca de ambos temas son amplios y me extraña su falta de objetividad al respecto.
Independientemente de sus opiniones para mí muy respetables, debo de aclararle y aclarar: que posiblemente mi total falta de “relativismo”, adobado de “mal entendido ecumenismo”, “buenismo”, “papanatismo”, “estultismo pijo progre y/o peronista”, me obligan a no aceptar por buenos, una serie de “topicazos”, donde la “cultura lila”, la desvergüenza, el interés económico – social, “flor de un día”, y las estadísticas de aceptación o rechazo popular, convierten en auténticos mamarrachos a esos dirigentes políticos, religiosos y periodísticos, que pensando en las próximas elecciones, proyecciones y venta de ejemplares, nunca llegarán a ser líderes de nada, ni de nadie. “Mandarán”, “no gobernarán” en las naciones, en la iglesia o venderán noticias, pero convencer, lo que es convencer, nunca convencerán.
EliminarLe prometo, que en los próximos días, daré cumplida respuesta a los planteamientos que realiza. Parece ser que los medios de comunicación, que más se comportan como “elementos de adoctrinamiento”, que de información, tratan de solidarizarse con las víctimas, y a la vez presentarnos a los verdugos, como unos desviados del Islán. El Islán, guste o no, es lo que es y a los hechos antiguos y actuales me remito, por más que se empeñen esos “buenistas” occidentales, que dentro de su total ignorancia o ignominia, hablan de una “discriminación occidental”. ¿A quién y cómo se discriminan?
¿Cómo es posible que se hable de discriminación hacia el Islán y no hacia la Iglesia Católica Romana e Iglesias Católicas Orientales, y ortodoxas?
Cuando en un determinado momento, yo hago referencia a algún prelado, que la “caga” o la “cagó” o está a punto de “cagarla”, tengo cientos de seguidores, con la “escopeta cargada” prestos a disparar, pero cuando se trata del Islán y la permanente guerra en la que vive desde el mismo día de su iniciación, la cosa cambia.
¿Quién asesinó entre 1915 – 1916 a millón setecientos mil armenios? Dos millones en Sudán, más doscientos cincuenta mil, vendidos como esclavos ¿Qué me dicen de los asesinatos masivos de Egipto, Indonesia, Irán, Irak, Nigeria, Pakistán? Eso se llama exterminio en nombre del Islán y/o por musulmanes, ignoro si buenos, malos o regulares. Pero eso es lo que hay y a ello me remito.
Nunca me cansaré de decir, que los musulmanes “llegaron detrás” de los judíos en mil ochocientos años y siete siglos posteriores a los cristianos (más o menos), y que a las cifras de asesinados me remito.