Pregunto
y les pregunto a esos militares profesionales bolivarianos, que se les llena la
boca de amor patrio y a cambio de una promesa de ascenso o dadiva desde el actual
poder omnímodo del DICTADOR PODRIDO de Caracas, dejan que se incumplan los
mandatos constitucionales, que ellos juraron y ahora están perjurando.
Acaso ellos, al igual que algún que otro
desaprensivo mediador e interesados valedores, desconocen o quieren desconocer,
que la actual pretensión de “Constituyentes”, es un GOLPE DE ESTADO,
orquestado, dirigido, por el “Podrido” y consentido y alcahueteado por ellos
(por las FF.AA.) y por esos mediadores - valedores de crímenes horrendos, que
más antes que después, deberían ser juzgados a nivel de encubridores, por los
mismos delitos que el “Podrido” y su “corte de ojetes asesinos”; y en idéntico
plano que los criminales de la antigua Yugoslavia. Esperemos y deseemos, que
entre ellos, caiga ese valedor – mediador especialista en vender humo y
“champion liges”.
Cuando las FF.AA. de un país juran fidelidad
a la bandera, como símbolo de la patria y la constitución como espíritu de la
misma, al igual que el resto de los ciudadanos de dicho país, contraen la
obligación de cumplirla, y particularmente a las FF.AA. la ineludible de
hacerla cumplir. En el caso concreto de los militares profesionales, se juegan
en ello su honor. La honra, los militares venezolanos, al día de la fecha, ya
la perdieron colectivamente. Dudando muy seriamente que les quede algún arresto
de honor.
Siempre que hago referencia a la honra, dejo claro y aclarado, que dada su fragilidad, es muy fácil el perderla, pero que siempre y en todos los casos depende de los demás, el que te la den o te la quiten. El honor es patrimonio propio y, quien incumple con los más sagrados compromisos contraídos, él mismo, hace dejación de él.
No creo en los SALVA PATRIAS, creo en las
obligaciones contraídas por las FF.AA., las de O.P. y las de los ciudadanos
libres y su soberano ejercicio de las concepciones políticas. Su libertad para
elegir dentro de los marcos legales establecidos y siempre, siempre, en el más
estricto cumplimiento de los sagrados derechos y obligaciones de la persona. No
más arrestos arbitrarios, crímenes impunes, enriquecimiento ilícito y continuas tropelías de todo tipo.
Su ineludible obligación es el
restablecimiento del poder emanado de las urnas en las últimas elecciones
democráticas, (no las del último criminal apaño) y que el Parlamento como
representación de la soberanía nacional, actué en consecuencia. El Pueblo
Venezolano si es MADURO y no un “PODRIDO”, como el Dictador que pretende
perpetuarse en el poder.
Muy considerado y respetado Jacob:
ResponderEliminarMe causa honda alegría el saber de Vd. por tan directa vía. Puede que por la edad Josh no supiese de los casi dos meses que pase en su comunidad y alojado en su propia casa. Tratado como uno más de sus nueve hijos y disponiendo sin restricción alguna, de toda la documentación e información que allí me llevó a buscar.
Gracias una vez más por ello, aunque como bien sabe, figura desde tan lejanos días, en la lista de agradecimiento, a todos aquellos que desinteresadamente colaboraron conmigo, al desarrollo de tan prolífica recopilación.
Desconocía la conversación mantenida con mí Sr. Padre Z”L, pero me parece de lo más lógico, que Vd. le recordase el Deuteronomio 7: 3 – 4), pues estaba dentro de sus normales obligaciones y funciones. Del crítico 12 Tishri 5734, pasó tanto tiempo, qué mucho mejor no acordarse de él, y limitarse a vivir el presente y hasta donde podamos, el futuro.
A pesar de lo mucho que le agradezco sus muestras de afecto, dado el posible torticero uso que se pueda realizar de su texto, sacándolo de contesto, le ruego me disculpe sí procedo a eliminarlo.
O mucho me equivoco o la escritora es “mi propia princesa” Śārāh, aquella que con cinco o seis años, cuando yo llegue a su casa, estuvo escondida de mí varios días, y después dos semanas antes de mi partida, lloraba solamente con recordar que me tenía que ir.
Puesto que el P. J. Yumani les facilito mi email, y a través de la fundación pueden obtener mi dirección postal y teléfono, de tener interés en contactar conmigo, háganlo libremente, pues estaré encantado de saber de Vd. y de los suyos, aunque a estas horas ya sé, que dos de sus hijos siguieron su misma vocación y que o mucho me equivoco o deben de estar próximos a las treinta generación al servicio del Eterno.
Un respetuoso y afectuoso saludo para Vd., extensible a todos los componentes de aquella familia que tan acogedoramente me arroparon en ya tan lejanas fechas.