Indudablemente
ser exministra de asuntos exteriores, aunque sea de un país con superávit de exministros
de todos los ramos (a igual periodo y ministerio, Italia 38 – USA 22, gana
Italia por goleada) y a posteriori ser designada alta representante de la Unión Europea para Asuntos exteriores y
Política de Seguridad, a los “legos” en materia ministril, como el que esto
suscribe, debe de ser algo equivalente en agricultura ecológica, a la “repera limonera”, versión libre, sin
fertilizantes sintéticos, frigorífico y ceras artificiales de abrillantamiento.
Vamos, cosa así como la Dª. Federica Mogherini.
Que
esta Sra. en su arraigado concepto democrático, al que a la mínima oportunidad
que tiene hace gala, de ahí su proximidad y simpatía manifiesta a regímenes
“tan pro libertad” como el actualmente encabezado por el “Castrón”
sobreviviente, finquero exclusivo de la isla caribeña de Cuba y/o a los “democráticos”
y “asépticos” ayatolas iraníes, justifica por sí mismo, mi anti pertenencia a
ese “selectivo club” identificado por el acrónimo CEE. Siempre que tengo
ocasión, dejo manifiesta mi total falta de respeto por todos aquellos altos
(por los edificios donde suelen ubicarse) organismos de carácter supranacional,
donde suelen terminar de más a menos, todos los jefes y jefucos descabalgados
de la primera línea del mangoneo nacional, en sus respectivos países.
Por
razones lógicas, cuando el actual inquilino de la Casa Blanca toma decisiones, ante
las que a su predecesor le entraba la “cagantina”, y a lo más que llegaba era a
evacuar, que para eso están los excusados,
haciéndose eco y sin alterar el orden preestablecido, Moscú, Pekín y la citada
amigable del “Castrón” y del “Santón” iraní” de turno, en nombre de ese ente
“Bruselino”, se escandalizan a trio: el futuro zar imperial de la Rusia
resultante, el sonriente chinito y por supuesto ella, adalid de la democracia y
las libertades, pero sin capacidad de apuntalar la permanencia de Volkswagen en
Irán. Paca, paca a joderlo, hechos los que son, ninguno.
Que
los tres por separado o colegiadamente “cacareen” a Mr. Trump, le causa la
misma turbación que el paso de una mosca. Lo más que puede pasar, que les suelte
un manotazo, pues bueno es él. Que dentro del fanfarroneo a trio, las
prometidas consecuencias anunciadas por Pekín, son ni más ni menos que fruto
del “sartenazo” conocido y compartido, con la treintena de empresas y ciudadanos
rusos e indirectamente, contra el correspondiente Departamento de Desarrollo de
Equipos Estratégicos del Ministerio de Defensa Chino. Encargado por el
“sonriente chinito” para la mejora y puesta a punto de la tecnología del ejército
amarillo, son un hecho incuestionado e incuestionable.
La
unión en el plañir de los tres anteriormente citados más la NAFTA y los “santones
iraníes”, al de Queens seguro que no le quitan el sueño. Si hay algo que tiene
claro, es que Moscú está sometido a un doble embargo por su anexión de Crimea y
por sus potenciales injerencias en las pasadas elecciones USA de 2016. Que
Moscú y Pekín, Pekín y Moscú, traten de mostrar sorpresa por esa “horripilante”
decisiób de las sanciones, según ambos y con la boca pequeña una “cuasi
declaración de guerra”, emplazando a Mr. Trump a que rectifique de inmediato o
a que se atenga a las consecuencias de sus represalias.
Vamos, para mear y no echar gota: ¿Acaso el
uno y el otro, el “chinito sonriente” y el “futuro zar”, desconocían que las
compras de armamento que acaba de hacer el primero, violaban los embargos
impuestos al segundo? En este caso, como en la gran mayoría de ellos, en contra
de lo que pueda afirmar el “estulto pijo progre” de turno, la reacción del
Presidente USA, entraba dentro de lo previsible: embargo al canto. La premisa
de que quien rompe un embargo USA, se muestra contrario a los USA, es clara y,
el de las “cagantinas” y amenazas incumplidas ya no está, ahora se dedica a la
búsqueda de adeptos a su causa “estulto pijo progre”. Ya no necesita ir al excusado
a excusarse ante sí mismo por falta de arrestos. Cierto que el mantener el
Premio Nobel de la Paz, tiene sus alícuotas bajadas de pantalones.
Lo que
a estas “alturas de la película” si ignoro, es la posición adoptada por la ex
ministra italiana y jefa suprema de la connivencia establecida en Bruselas,
contra todo aquel que no comulgue con las ideas “estulto pijo progres” de “ella”
y “corte de ojetes” a “ella” afines. “Ella”, el zar, el chinito y la “bola”
podrán decir muchas cosas, pero la magnanimidad de los USA, siempre y cuando
que tengan asegurado lo de ellos, lo propio, siempre fue proverbial, salvo
cuando la “cagantina” hacia estragos y se pasaban las horas camino o dentro del
excusado.
Esperemos y deseemos que más antes que después, el ejemplo inglés cunda
y la “bola de ojetes” por nosotros pagados y ocupados a mantel y mesa puesta
que mantenemos en Bruselas, para que los bruselenses y ellos vivan del cuento,
se terminen de una jodida vez.
Capt. Willie
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