Con harta
frecuencia y en función del momento y un determinado estado de ánimo, suelo
recurrir a la obra e historia oral, transmitida en primera instancia por un
familiar próximo, quien vivió de cerca las peripecias intelectuales y vitales
del ante todo para mí, católico maronita, practicante y depositario espiritual
del saber acumulado de una civilización fruto de la sobre posición de muchas, y
profundo pensador, que nos legó la frase que da título al presente escrito.
El desconocimiento, por ignorancia o
interesado, de nuestra propia historia, nos conduce a situaciones que de no ser
por la tragedia que a corto plazo encierran, podrían considerarse cómicas. Una
y otra vez el oportunismo rastrero unido a la necedad y/o a la ambición
desmedida de mediocres dirigentes, en todos los ámbitos de la vida occidental:
religiosos, políticos, culturales y económicos, les hace incapaces de ver y
sentir esa continuidad perenne en la que la humanidad discurre, y hacia el
precipicio al que irremediablemente ellos la conducen, en base a crear esos
“vacíos” o falta de prolongación real, que permite a los necios afirmar que la
historia se repite. Llevándonos en todos los casos “Al pan para hoy y el hambre
para mañana”. La repetición es hoy lema generalizado de los cuatro estamentos
sociales citados.
Cuando desde las “cuatro patas del banco”
citado, se pretende hacer frente a situaciones, que por su clara “trazabilidad”
solamente admiten una solución acorde, e incluso traumática, se recurre
inequívocamente a mezclar como elementos paliativos grandes dosis de cobardía,
voluntarismo, “buenismo”, pendejismo. Para llegar al sumun se entra
directamente en el “estultismo pijo progre”, que nada justifica ni soluciona y todo
lo embrolla. Iniciándose así el clásico bucle. Lo malo de éste es que, por no
cumplirse nunca jamás la condición dada, su repetición llega al infinito.
Entiendo y hasta cierto punto comprendo las
“malas leches” que se crean en el mundo “estulto pijo progre”, cuando desde el
razonamiento (como exposición de ideas encadenadas y asentadas en hechos
tangibles que conducen a una conclusión), se hace frente a esa tergiversación
interesada de los más variados acontecimientos, sean del orden que sean:
lógicamente al negarles en sus cortas luces la continuidad histórica, tropiezan
con la reiterativa “repetición de la jugada”, recurriendo en vez de a su
ignorancia congénita a una serie de variables introducidas por ellos mismos. La
más absoluta de las nadas.
¿Dónde empiezan los “globos sonda” de toda la vida, “la verdad líquida”,
las “fake news” o las “rabago, the collected and servile opinions”? I don't know it. Cada día se
hace más difícil el poderlos llegar a distinguir, pues la invasión de
“cantamañanas”, “cantatardes” y “cantanoches” en todos los órdenes de la vida,
nos impiden distinguir donde estamos, a donde vamos y cuan gordo será el “trancazo que nos
peguemos”. El hacerse el mártir y poner bozal a quien les critica, no soluciona
el problema, muy al contrario lo agrava. Desde el Vaticano, Berlín o Madrid.
Si bien estoy de acuerdo y parto del principio aceptado, que la historia
de la humanidad, desde que de ella tenemos concepto, la escribieron los
vencedores, también por formación, cultura y experiencia sé, que por mucho
empeño en que el “historiador de turno” ponga en ocultar los hechos acaecidos,
siempre y en toda ocasión quedan rastros y evidencias de esa manipulación. Remontándome
para ello, no a la historia, lo hago incluso a la prehistoria, protohistoria y
a ese “ignoto mundo” que vislumbramos a través de la geología en sus distintas
ramas. Ciencia que de forma evidente desmonta una tras otra las “grandes
mentiras” evolutivas del planeta azul y del actual traído, llevado, mareado y
explotado “cambio climático”. “Modus operandi y vivendi” de todo bandido
desvergonzado que se precie.
Sin la capacidad del contraste técnico científico, aplicado a la ciencia
anteriormente citada, la geología u otras ciencias consideradas exactas. La historia
como tal tiene sólidos fundamentos de contraste, lo malo, es cuando estos caen
en manos de groseros indocumentados en disposición de trastocarlos y
manipularlos, adaptándolos a sus propios intereses, conduce a meras “historias
para no dormir”. Donde los que permanecen en perenne vigilia son los pobres,
que cada día serán más pobres y dependientes de los ricos.
A estas mentadas “historias para no dormir”, no se escapa ninguno de los
estamentos de nuestra actual sociedad, pues la interesada interacción que sus
dirigentes fueron creando entre ellas: la ICAR, que parte del hoy Okupa de los
altares y sus dos homólogos y sucesores. El uno con ínfulas de teólogo, a lo “copión,
vamos a lo Dr. Sánchez, suspendiendo a divinis a los que realmente “teologizaban”
y le hacían sombra. El otro, tratando de “hacerse el mártir” y proponiendo
finamente la colocación directa de “bozal” a los que denuncian sus claros desmanes
y “dudas” sobre lo dicho o no por Jesús de Nazaret. O sobre los plagios del
cuarto.
Este cuarteto de citados, son el claro
ejemplo del acontecer que se desarrolla en los últimos trece años. Los tres
primeros en el ámbito religioso, el cuarto en el político, dentro de esa “conjunción
astral” conformada por tal “constelación estelar” de: “zapateros remendones”, “kartofeleras”,
“cavalieres bufones o bufones cabalieres”; “buenos musulmanes”, amén de un
largo etc, etc. Incluyendo en su haber “alianzas de civilizaciones” y
consiguiente emergencia del futuro sultán del nuevo imperio otomano. “Primaveras árabes” y los consiguientes
glaciares “inviernos”, de los que son muestra evidente la actual situación de
Oriente Medio y la penetración Rusa, China y explosiva y expansiva proyección
de los ayatolas.
Del financiero, qué podríamos decir, si las mayores “chapuzas
financieras” que imaginarse uno pudiese, se dieron en el periodo de los trece
años a los que se hace referencia. En nuestro país, lógicamente no podíamos quedarnos
atrás, de ahí que tuvimos el ejemplo seguido por los eximios políticos
mangoneadores de las Cajas de Ahorros y como no, la gran aportación a la corrupción
que quedó definida por algo inolvidable “la doctrina” seguida del apellido de
un conocido banquero, donde ahora están aflorando nuevos indicios del mal
disimulado hedor de otros tiempos.
Indudablemente el interés USA, bajo la presidencia del denostado Mr.
Trump por el área Pacifico, manda al carajo la “doctrina” emergida de la “Proyección Mercator” (Proyección cilíndrica tangente
al ecuador, desarrollada por Gerarsus Mercator en 1569). Vamos, que ya llovió, donde
en los mapas representados dentro de dicha proyección, el hemisferio Norte,
dependiendo del área, da una imagen de “granditud acojonante”, con respecto a
otros lugares, situados más al Norte o ligeramente más al Sur. ¿Qué decir de África
o del mismo México? Claro entre la malignidad de Mr. Trump y la jodida
Proyección “Gall – Petters”, “la grandeur” “la kartofelera lands” y la “Rusia del
futuro zar” hacen agua por los cuatro costados. En fin… que esto de dejar de
ser importante, tiene sus aquellos.
Los apuntes hasta ahora realizados de los cuatro estamentos sociales, en
los que básicamente se asienta la actual sociedad occidental, de corte
cristiano, que mal que les pese a algunos, el hecho religioso, es congénito al
ser humano, llevándole desde antiguo, al menos, a la duda de su ser, existencia
y trascendencia. Que la sucesión de creencias de índole religioso fue un
continuo evolucionar dentro de cada civilización, no cabe la mínima duda, al
igual que la imperiosa necesidad de ellas también lo fue. Desempeñando
importante cometido, tanto en el índole organizativo – económico como en el
cultural, pues desde que el mundo es mundo y tenemos reseñas de él, los órdenes
jerárquicos siempre trataron de asentarse tras un halo de misterio místico.
Que una “sartén tan sucia” como la que se desprende de lo que antecede,
se permita decirle a un cazo, apártate que me manchas, solamente cabe en la
cabeza del Dr. Sánchez and boys, quienes a estas alturas y tras la “prueba del
algodón” a la que voluntariamente se sometió, creo no existe “blanqueante”,
incluida la lejía, que consiga quitarle la mierda acumulada.
Lo anteriormente dicho no excluye, que todo “buen sociata” o no “proselitista”
clérigo católico, que como tal se
precie, no facilite, ayude y colabore al desarrollo del islam en el mundo
occidental. Pues los muy cretinos creen que cuando los conceptos, que durante veinte
siglos y “pico” imperaron caigan, ellos van a estar ahí para recoger los
destrozos.
El gran problema de toda Europa hoy, es que esa sociedad a ella extraña,
la musulmana, carezca de mezquitas. De ahí que nuestros vecinos portugueses se
viesen en la imperiosa necedad y necesidad de la expropiación forzosa de varias
manzanas de viviendas y comercios lisboetas, para que el municipio capitalino
pudiese ofrecer solares acordes a cubrir dicha necesidad. ¿Qué índice
porcentual tiene Lisboa de habitantes musulmanes? Créanme que lo ignoro, pero
lógicamente los “sociatas” que gobiernan, esperan que esa comunidad le ponga a
sus pies “vencidos, derrotados y desarmados” (en el fondo no se distinguen de
los criticados “Caudillos”), a todos aquellos que se les resisten y se permiten
hablar de libertad, sin dejarse dirigir ni que intervengan en sus vidas
públicas y privadas. ¿Qué papel o papelón se reserva en toda esta farsa la
ICAR?
La escuela concertada es un mal
a combatir. En la pública, en los comedores escolares los regímenes
alimenticios de carácter terapéutico no se sirven, pero sí se subvencionan los
de carácter religioso, e incluso más grave, impuestos a todos los comensales, porque
el “galufo”, vulgo noble animal, el cerdo y sus magníficos y riquísimos
derivados, no puede figurar en el régimen alimenticio de esos, nuestros
celebrados invasores.
Si, dije y repito, invasores. Ellos los
pobres que nos llegan, no son
conscientes de que juegan el papel
asignado por “otros y desde arriba”. Son meros peones que llevan la parte mala
del juego. Juego al que inconscientemente los tendrán jugando por generaciones,
para después una vez más utilizarlos en contra de ellos y de los demás.
Como es habitual en mí, me veo en la necesidad de preguntarme y
preguntarles, donde radica la diferencia, que a un musulmán le abre la puerta
de acceso al mundo occidental, tras haberle pagado a un “mafioso” un ticket en
patera, mientras que el mismo ticket adquirido por un hermano mío Centro, Sur
Americano o Filipino a Iberia o cualquier otra compañía de transporte, a priori
le cierra el acceso a ese mismo mundo.
La historia no se repite. La ignorancia, la incompetencia y la mala fe
sí. Es repetitiva y reiterativa. Sigan jodiendo, que cuando se quieran dar
cuenta los jodidos serán Vds.: desde el “Peronista en Roma” a la “Kartofelera”
y toda la “bola de ojetes” de los que por inconsciencia e inconsecuencia ellos
se rodean. Los “Brexit” pónganse como se pongan, se sucederán uno detrás de
otro. La “próxima cagada” Alemana, nos la solucionarán los musulmanes. Los
“greengos” y los “tommies”, ya nos mandaron al carajo o están a punto de
hacerlo. Quizás la nueva liberación de Europa se monte, como una montada más,
desde el Vaticano con la Guardia Suiza o Patagónica, que todo puede suceder…
Capt. Willie
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