sábado, septiembre 08, 2018

Cuando el buen musulmán habla de democracia…


    Desde mi infancia sé, que una cosa es hablar y prometer y otra distinta “dar trigo”, vulgo, “prometer hasta meter, después de metido se jodió lo prometido”. Ahí tenemos al buen musulmán, al decir de su abuela, casado con la de las anchas espaldas de estibador portuario, que a los caucasianos, en muestra de su “no racismo”, nos llama “blanquitos”. El mismo individuo que con la colaboración necesaria de la “girlfriend”, “amiga con derecho a roce” o lo que sea o fuese del “mete mano a fandango ajeno”, organizaron los “largos y gélidos inviernos árabes”; la “apertura” a la cerrada finca caribeña de los “Castrones”; a dejar con el “culo al aire” a franceses e ingleses y con las escuadrillas de ataque en pleno vuelo hacia objetivos del “Carnicero de Damasco, ídem de lienzo; los que con su  “estultismo pijo progre” y “bola de ojetes” afines, trataron de llevar y casi lo consiguen, la “corrección política” a todos los órdenes de la vida USA. Incluidos en otra hora, famosos campus universitarios, abiertos a la novedad que dan las ideas y el intercambio de ellas.


    Esos mismos, que tras haber perdido el poder, mor a unas elecciones democráticas, por considerarse a sí mismos la más pura y genuina encarnación de la propia democracia, se arrogaron de hecho (por el momento les falló el derecho), el enmendar a esos equivocados votantes, que decidieron con tan buen criterio, botarlos a ellos a la puñetera rue”. De no ser por ese imperdonable equivoco colectivo que sufrió la “América profunda”, ellos seguirían detentando el poder y la consiguiente capacidad de adoctrinamiento, conducente a la “idea única”: o ellos o el diluvio.

   Tras los reiterados fracasos, que por no intentarlo no quedó, llegamos a la actual situación, donde esa “prensa libre” pero infectada por el virus y la carcoma del “estultismo pijo progre”, de una progresía multimillonaria, que desde su “torre de marfil”, desprecia olímpicamente al ciudadano medio, por el simple hecho de ser eso, medio, no élite como ellos. Y desde mi profunda ignorancia, pero no supina majadería  desconozco las temerarias decisiones que puede tomar un presidente de una nación democrática sólida. Y eso a pesar del paso del “buen musulmán” por ella. No obstante a ello (a su paso), en contra de lo que pueda decir él (el buen musulmán) y la “bola de ojetes” de los que se acompaña, sé y me consta, que actuaciones a lo “Castrones”; Banano podrido de Maduro; Amado Líder; el Cabrito del altiplano o los Bonnie and Clyde nicaragüenses, son imposibles, salvo en films hollywoodenses, o lo que nos cuente el buen musulmán y afines, vulgo “bola de ojetes”.

   Lo auténticamente grave, es que ambos democráticos medios de comunicación, el buen musulmán y la consiguiente “b. de o.”, saben y les consta, que a pesar de muchas atribuciones conferidas al Presidente, dispone de una serie de contrapoderes dentro de su mismo entorno gubernamental, que llegado el caso, a la única licencia que puede acceder es a “cagar fuera del tiesto” a través de alguna de las múltiples “redes sociales”. Las cuales se retroalimentan a sí mismas, con la inestimable colaboración necesaria, de esos “enmendadores” del equivocado votante y consiguiente “botante”.    

   El buen musulmán, aparte de la mucha “paja” que lleva soltando, la única verdad a él atribuida, que hasta la fecha oí, fue la afirmación, si es que la hizo: «Trump, es el síntoma y no la causa». No me cabe duda, la causa fue él (el buen musulmán) o “gota de agua que colmó el vaso”, pues a pesar de los inútiles demagogos demócratas, que pasaron por la presidencia de los USA, ninguno, incluidos el “Manisero” o el “mete mano a fandango ajeno”, alcanzaron el grado de “estulticia pijo progre” que él implantó en todos los órdenes de la sociedad USA. Aunque a fuer de ser honrado, debo de reconocer que fue el mayor tracista de la “política humo” de las dos últimas centurias. Que se extendió por el nuevo, “medio” y viejo continente, llegando incluso a contagiar al “Pampero”, al frente del Estado de Ciudad del Vaticano. Comprenderán Vds. que si consiguió “llevar al huerto” (o fue voluntario…), a todo un principado – reino – feudo o en lo que lo hayan conseguido convertir, con 2018 años de teórica antigüedad, qué no conseguiría con una “Kartofelera” o un “inmaduro” monsieur le president, que siguiendo sus pasos, a todos aquellos que no “comulguen” con su “verdad única” los convierte en “pájaros a batir”.

    Noviembre está a la vuelta de la esquina, pero desde que esos dos adalides de la verdad “verdadosa” al “alimón”, pusieron la mierda y pulsaron el “on” del ventilador, parece ser que la popularidad del a “derribar” subió del 44% a una cifra próxima al 50%. El índice de empleo aumentó, siendo incluso posible, que si consigue demostrar a través de la Fiscalía General, que el “mindundi cantón”, fue una mera invención del “verdadoso” publicador, con el fin de contrarrestar la competencia del otro adalid de la verdad; publicador por entregas de un conocido y despechado “cantón mindundi”. El publicador de la trama del “mindundi cantón”, pasaría a dejar de ser el “verdadoso amarillo”, para convertirse en el “inventor del mindundi cantón”. Esperemos y veamos. A estas alturas de la película: “Derribar a Mr. Trump, como sea”, en su argumento, se recurrió a la trama rusa, a si se lo dieron por la cara o lo pagó (eso sí, por el medio no hubo becarias, ni “girlfriend”, “amiga con derecho a roce” o lo que sea o fuese que hiciesen la vista gorda), que si está “jodido del tanque”, que sí…, esperemos y veamos.   
    Por último dos reflexiones: a todos esos que tan inmerecidamente me tildan de anti francés, decirles que, ateniéndome a los hechos contrastados por la propia historia, el único país del mundo que puede permitirse vivir una revolución o una docena, por “revolucionarias que sean” y, que cuando amanezca tras ellas, la administración sigua funcionando, es la francesa. Cierto que para eso tienen su inestimable École nationale d'administration. Aunque claro está: tras el paso del “inmaduro” y la eficaz asesoría de la “madurita”, veremos qué pasa.
 
    Que a la vista de los componentes del “coyoteo” a que someten a Mr. Trump, lo que pueda sustituirle a él será en todos los casos peor, que el mal del que quieren preservar a los USA y por extensión a las naciones libres del planeta azul por el momento, No podemos dejar en el olvido los pedos de vaca, ni los de los políticos practicantes de la “corrección política”, que me imagino, que también soltaran los suyos y pueden volverlo amarillo.
 
                                 Capt. Willie

                                                                   


2 comentarios:

  1. Capt. Willie:
    Aunque un poco “desorientado” por mi parte. De seguirle, creo ver en Ud. un humanista, ciertamente comprometido con la posible mejor doctrina social de la Iglesia, a su decir ICAR.
    ¿Muy básicamente, podría definirme los conceptos de socialismo y de liberalismo, en los que Ud. se mueve?
    Le agradecería esta publicación y por supuesto su interesante respuesta.
    Respetuosos y cordiales saludos.

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    1. Si le es de interés e ahí mi respuesta:
      Un liberal es aquel que conociendo todas las “maldades de la democracia representativa” y lo teórico de la separación de poderes, no cree que Montesquieu este muerto. Aunque sí intentado “matar” por los implantadores de una utopía, reiterativamente fracasada en todas y cada una de sus puestas en prácticas: desde aquel “jodido” peruano que para combatir los “gamonales” repartió la tierra por surcos, a los otros que en el reparto de la tierra y resto de propiedades se las adjudicaron a sí mismos. “La no linda parejita nicaragüense, el Bonnie = D. Ortega y Clyde = C. Murillo y su Piñata, piñateo y/o robicio de apropiación por la fuerza de lo ajeno”. Resto de repartidores, que en el parto y reparto se quedaron con lo que había que repartir.
      Hoy, que dentro del revisionismo de los inútiles y elementos afines, se trata de juzgar a todo aquel que en un momento de la historia contradijo los robos y espolios a los que se hace anterior referencia. Pondré más o menos libremente traducida una frase atribuida a uno de los más grandes estadistas para mí, del pasado siglo Mr. W. Churchill: «Los socialistas son mucho más antiguos de lo que ellos mismos se suponen. El primer socialista fue Cristóbal Colón, ya que fue el primero en no saber a dónde iba ni donde había llegado tras un largo viaje que le pagaban otros»
      Este es mi pensamiento en síntesis, ampliado a través de mis dos próximos escritos.

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