Quando falar no nome dos trabalhadores é uma coisa
e o ser ladrão outra. Con ese especial gracejo,
que así y por sí se auto concede la izquierda terrestre, la sin fronteras. Cuando
poblemos otros astros, la interplanetaria. Esperando entonces que el deseo
expresado por Dª. Carmen Calvo, se haga realidad: y la “UNESCO legisle
para todos los planetas”, legalizando la rebaja de caudales: vulgo robo
puro, duro, con nocturnidad, a la luz del día, alevosía y total desvergüenza.
La misma izquierda que envuelta en la bandera andaluza administró los ERE en
España. También es cierto que la Junta de Andalucía “estaba manejando
dinero público, y el dinero público no es de nadie” (29 de mayo 2004,
según afirmación de Dª. Carmen Calvo Poyato), de ahí que para que no pudiesen acusarles
de clasistas, ese dinero público que no era de nadie, se
gastó democráticamente, lo mismo en esnifar, putiar que mariscar, ojo… esto
último en el plato, ya cocidito y bien “aliñadito”. Que doblar el espinazo para
marisquear es otra cosa… y muy dura.
La
cita que antecede es a modo introductorio, pero claro está, exportable a todos
los continentes, en el futuro planetario. Ahí tenemos las recientes elecciones
en la República Federativa del Brasil, donde los trabalhadores representados
por los esforzados ladrones Lula y Rousseff foram-se
ao carajo, como eles primeiro mandaram ao país com seus roubos e inmoralidades.
De ser cierto que durante la última dictadura militar, a la Sra. Rousseff la
maltrataron en la cárcel, mi más sincera repulsa a tan criminal hecho, pero no
deja de ser menos repulsivo el “cobro en especies públicas”, precisamente por
ese “hecho”. Lo malo o peor, es que el confundir cuentas que no tienen nada que
ver unas con otras, nos llevan directamente al “robicio”, donde los amigos y
familiares, para eso son lo que son, los lógicos y naturales beneficiados.