De acuerdo al buen uso de ese nuestro rico idioma: Mamarrachada se aplica a un conjunto de
mamarrachos, no especificando su número, aunque en este caso dicha cifra es por
mi conocida.
Indudablemente
la respuesta que una amable lectora le/s dedica, se corresponde perfectamente
con la impertinencia que emana de su más que “barrabás” escrito. Aprovechado la
oportunidad para darle las gracias por su “atinado disparo”.
Que yo, en primera persona del singular
escriba, no quiere decir que ni Vd. ni los “mamarrachos” que en un dado momento
le acompañen, tengan que leerme y mucho menos compartir mis opiniones.
El hecho
de que Vd. y la “bola de ojetes” de los que se suele acompañar, aprovechen un
sepelio para ponerse de acuerdo e incordiar a cuatro exdiscípulos (al decir de
ellos) míos, da una clara muestra de cuál es su catadura moral y la de la “partida
de barrabases” ya mencionada. Lo mismo que justifica el a “paseo” al que le/s
mandaron dos prestigiosos investigadores, a los que a su vez se dirigió/gieron.
Tanto Vd.
como esos tan inútiles colegas suyos, vividores del erario público, saben
perfectamente quien soy, lo que ignoraban en parte y ahora sí saben es de donde
procedo y claro está, que esa mi procedencia les empequeñece aún más en lo
insignificantes que Vds. son y como tal, se ven. Esas
DOCTAS personas a las que Vds. se permitieron molestar, son las mismas que al ver
la "bilis" por Vd/s. segregada, me pusieron sobre aviso.
En las del
“barquero” en las que nos encontramos, sé y me consta, que cuando Vds. llegaron
a la “ciencia” y “ecología” como “modus vivendi”, fue por herencia paterna en
tres casos; en el cuarto, en tercera generación tras el abuelo y el papá; mientras
que en el quinto, el pobre suegro se las vio y deseó para que “le terminase la
carrera”, hiciese el trote del doctorado y llegase a heredarlo a él mismo.
No quisiera
creer, que unos “mamarrachos” como el quinteto por Vds. formado, se permitiesen
definir al Dr. J. Lovelock de “ancianito trastocado”, pues de dedicarle al
citado Dr. tal epíteto, lo único que están reiterando en su más supina
ignorancia, comparable a la de tratar de hacer creer que no saben quién es la
Dra. Olga Stein, máxime cuando uno de los componentes de ese quinteto de
cretinos, cuatro hijos de papa y el quinto, diríamos “colocado”, para poder
mantener a la hija de su suegro, trató en la primavera del 2000, de “colarse”
como becario en su equipo. A petición del interesado, puedo publicar dicha
solicitud, incluido el “engordado C. V.”, pues por no estar protegida por la
Ley de Datos española y disponer de ella legalmente, lo dejo a deseo del interesado.
Independientemente
de las cosas que pretenden no saber del Capt. Willie, sí son conocedores de que
fui, posiblemente, una de las primeras personas ajenas al equipo de los Dres. (Mi
ignorancia y/o machismo me impiden el distinguir el femenino) J. Lovelock y L.
Margulis, en conocer la entonces “filosofía Gaia”. Vds. por saber de su
existencia muchísimo más tarde, ya la conocieron evolucionada a “Hipótesis”. También
es cierto y nunca lo negué, que la estudié y contrasté hasta donde me fue
posible, en aquellas lejanas fechas, con autentico interés, cuestionando
seriamente el “agujero de ozono” y otra sucesión de “obviedades”, tan obvias
ellas, que al día de hoy, son muchos los que quieren olvidarlas. Aunque a los países
pobres los “jodieron” y nunca pudieron fabricar CFC’s, cuando
expiraron las patentes que les cubrían. ¡Toma ecología…! Como también es cierto
que el uso indiscriminado de información satelital me reafirmó en muchas de mis
objeciones y aseveraciones, detrás de las cuales no “tiré”, por ser eso falsedades,
propias de “vividores de fortuna”.
Contrariamente a otros “allegados de última hora y/o de oportunidad”, las
afirmaciones que vierto en el link que antecede, al día de hoy pueden ser
ratificadas por al menos once personas de distintas extracciones sociales y
culturales, de ambos sexos y conocedoras en primera persona de mis andanzas
infantiles y juveniles. De las profesionales, así les “joda” puede que sepan
Vd/s. más que ellos, aunque se hagan interesadamente los despistados.
De serles
preciso para darse “auto pisto”, que les haga constar con nombre, apellidos, titulación
y otros datos afines, solamente me lo tienen que solicitar a través del
presente, pues también estoy en disposición de facilitar el C.V. de cada uno de
Vds. y mostrar y demostrar esa endogamia crónica a la que reiteradamente suelo
hacer referencia.
Les
reitero todo lo dicho y mi total disposición a que nos identifiquemos todos,
incluidos los papás, el abuelo y el suegro.
Capt. Willie
Vulgo: muy, pero que muy mala milk...
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