miércoles, noviembre 20, 2019

Respuesta sobre la marcha a una mamarrachada…

  De acuerdo al buen uso de ese nuestro rico idioma: Mamarrachada se aplica a un conjunto de mamarrachos, no especificando su número, aunque en este caso dicha cifra es por mi conocida.

   Indudablemente la respuesta que una amable lectora le/s dedica, se corresponde perfectamente con la impertinencia que emana de su más que “barrabás” escrito. Aprovechado la oportunidad para darle las gracias por su “atinado disparo”.

   Que yo, en primera persona del singular escriba, no quiere decir que ni Vd. ni los “mamarrachos” que en un dado momento le acompañen, tengan que leerme y mucho menos compartir mis opiniones.

   El hecho de que Vd. y la “bola de ojetes” de los que se suele acompañar, aprovechen un sepelio para ponerse de acuerdo e incordiar a cuatro exdiscípulos (al decir de ellos) míos, da una clara muestra de cuál es su catadura moral y la de la “partida de barrabases” ya mencionada. Lo mismo que justifica el a “paseo” al que le/s mandaron dos prestigiosos investigadores, a los que a su vez se dirigió/gieron.

    Tanto Vd. como esos tan inútiles colegas suyos, vividores del erario público, saben perfectamente quien soy, lo que ignoraban en parte y ahora sí saben es de donde procedo y claro está, que esa mi procedencia les empequeñece aún más en lo insignificantes que Vds. son y como tal, se ven. Esas DOCTAS personas a las que Vds. se permitieron molestar, son las mismas que al ver la "bilis" por Vd/s. segregada, me pusieron sobre aviso.

   En las del “barquero” en las que nos encontramos, sé y me consta, que cuando Vds. llegaron a la “ciencia” y “ecología” como “modus vivendi”, fue por herencia paterna en tres casos; en el cuarto, en tercera generación tras el abuelo y el papá; mientras que en el quinto, el pobre suegro se las vio y deseó para que “le terminase la carrera”, hiciese el trote del doctorado y llegase a heredarlo a él mismo.

    No quisiera creer, que unos “mamarrachos” como el quinteto por Vds. formado, se permitiesen definir al Dr. J. Lovelock de “ancianito trastocado”, pues de dedicarle al citado Dr. tal epíteto, lo único que están reiterando en su más supina ignorancia, comparable a la de tratar de hacer creer que no saben quién es la Dra. Olga Stein, máxime cuando uno de los componentes de ese quinteto de cretinos, cuatro hijos de papa y el quinto, diríamos “colocado”, para poder mantener a la hija de su suegro, trató en la primavera del 2000, de “colarse” como becario en su equipo. A petición del interesado, puedo publicar dicha solicitud, incluido el “engordado C. V.”, pues por no estar protegida por la Ley de Datos española y disponer de ella legalmente, lo dejo a deseo del interesado.

   Independientemente de las cosas que pretenden no saber del Capt. Willie, sí son conocedores de que fui, posiblemente, una de las primeras personas ajenas al equipo de los Dres. (Mi ignorancia y/o machismo me impiden el distinguir el femenino) J. Lovelock y L. Margulis, en conocer la entonces “filosofía Gaia”. Vds. por saber de su existencia muchísimo más tarde, ya la conocieron evolucionada a “Hipótesis”. También es cierto y nunca lo negué, que la estudié y contrasté hasta donde me fue posible, en aquellas lejanas fechas, con autentico interés, cuestionando seriamente el “agujero de ozono” y otra sucesión de “obviedades”, tan obvias ellas, que al día de hoy, son muchos los que quieren olvidarlas. Aunque a los países pobres los “jodieron” y nunca pudieron fabricar CFC’s, cuando expiraron las patentes que les cubrían. ¡Toma ecología…! Como también es cierto que el uso indiscriminado de información satelital me reafirmó en muchas de mis objeciones y aseveraciones, detrás de las cuales no “tiré”, por ser eso falsedades, propias de “vividores de fortuna”.


   Contrariamente a otros “allegados de última hora y/o de oportunidad”, las afirmaciones que vierto en el link que antecede, al día de hoy pueden ser ratificadas por al menos once personas de distintas extracciones sociales y culturales, de ambos sexos y conocedoras en primera persona de mis andanzas infantiles y juveniles. De las profesionales, así les “joda” puede que sepan Vd/s. más que ellos, aunque se hagan interesadamente los despistados.

   De serles preciso para darse “auto pisto”, que les haga constar con nombre, apellidos, titulación y otros datos afines, solamente me lo tienen que solicitar a través del presente, pues también estoy en disposición de facilitar el C.V. de cada uno de Vds. y mostrar y demostrar esa endogamia crónica a la que reiteradamente suelo hacer referencia.

   Les reitero todo lo dicho y mi total disposición a que nos identifiquemos todos, incluidos los papás, el abuelo y el suegro.
 
                                   Capt. Willie

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