China,
con independencia de quien la mande, nunca gobierne, ante la impopularidad que
“ganó a pulso” con la generación y propalación de la “Peste China”, mal
nombrada en base a esa extensa familia de virus, como coronavirus o “covid-19”.
Sin ocultarlo, está dando señales de sentar las bases de una post economía,
utilizando así algo en lo que tiene milenaria tradición: falsificar la
historia.
En
China, la sucesión de dinastías a lo largo de su historia, siempre y en todos
los casos fue escrita por seguidores de Confucio, los cuales, a la vista de las
documentadas convulsiones descritas por contemporáneos a ellas, no tienen
similitud alguna con los hechos trasladados al papel. Hecho este que ratifica
el dicho “el papel soporta lo que le escribas”. Así, cada vez que el
historiador de turno “historiaba” la derrota de la dinastía defenestrada,
aprovechaba la oportunidad para “ganar méritos”, en base a la denigración de la
“largada”, a la vez que al ensalzar al vencedor, el propio historiador se situaba en la nueva
circunstancia sobrevenida. Esto hace bueno el dicho de ellos aprendido: “la
historia la escriben los vencedores”.
Desde que la “Peste China” trascendió y a pesar del encubrimiento del servil afin ideológico, el “etíope comunista” extrañamente aun no cesado de cobrar y vivir como un capitalista, al “Kapo” del inmenso campo de concentración chino, a través de sus embajadores y representantes en el mundo, siguiendo los pasos de sus predecesores falseadores de la historia, trataron de reescribir el origen de la pandemia de la “Peste China”, su inicial procreación, ocultación y propalación a todo el mundo. Culpando lógicamente de su “mala praxis” (a la larga veremos sí adquiere calificativos más serios y contundentes), a los USA, por el simple hecho de disponer de los medios satelitales, donde de forma clara y contundente demuestran las sucesivas falsedades en las que incurrieron al “desinformar”, desde el foco de inicio y propalación, número de infectados, “difuntados” y demás consecuencias por ellos conocidas en todo lo concerniente a la ya reiterada “Peste China”. Con pretensiones, en base a posicionamientos totalmente agresivos, rallando en el chantaje, convertir a la culpable CHINA y su régimen de terror, en la victima.
Desde que la “Peste China” trascendió y a pesar del encubrimiento del servil afin ideológico, el “etíope comunista” extrañamente aun no cesado de cobrar y vivir como un capitalista, al “Kapo” del inmenso campo de concentración chino, a través de sus embajadores y representantes en el mundo, siguiendo los pasos de sus predecesores falseadores de la historia, trataron de reescribir el origen de la pandemia de la “Peste China”, su inicial procreación, ocultación y propalación a todo el mundo. Culpando lógicamente de su “mala praxis” (a la larga veremos sí adquiere calificativos más serios y contundentes), a los USA, por el simple hecho de disponer de los medios satelitales, donde de forma clara y contundente demuestran las sucesivas falsedades en las que incurrieron al “desinformar”, desde el foco de inicio y propalación, número de infectados, “difuntados” y demás consecuencias por ellos conocidas en todo lo concerniente a la ya reiterada “Peste China”. Con pretensiones, en base a posicionamientos totalmente agresivos, rallando en el chantaje, convertir a la culpable CHINA y su régimen de terror, en la victima.