En el presente blog, consciente
o inconscientemente hice referencia en tres ocasiones a este día, al de “Acción
de Gracias”. Al menos en una de dichas referencias dejaba claro, qué entre el
laicismo (como doctrina favorable a la ausencia de influencia religiosa o
eclesiástica, en las instituciones públicas, particularmente, en el estado), el
ateísmo (como aquella doctrina que niega la existencia de Dios, en sus
múltiples denominaciones e invocaciones) y el “come curas, made in spain”,
existe un abismo. Yo diría, que muy grande.
Esta fiesta a la que la tradición establece
en el año de 1620, tuvo en sus orígenes unas claras connotaciones religiosas,
ya que los “peregrinos”, quizás mejor llamados “primera multitudinaria emigración”
documentada, a los actuales EE.UU. de Norte América, los “famosos” viajeros del
“Mayflower”, que ideas religiosas aparte, eran como todas las grandes
migraciones de todos los tiempos, emigrantes económicos, que huían de las
hambrunas – penurias que asolaban las islas británicas, en aquellos tiempos.
Siguiendo el curso de la ya citada tradición, a su desembarco en la bahía de
Cod, lo denominaron ensenada de Plymouth (puerto del condado de Devon del que habían
partido) en el actual estado de Massachusetts. Los indios locales (nativos), ignorando
lo que les depararían los inmigrantes y el destino a ellos asociado, les
acogieron con los “brazos abiertos” (posiblemente cuando los quisieron cerrar,
ya era tarde para ellos, para los nativos), compartieron con ellos sus rusticas
herramientas, semillas y conocimientos agrícolas y del medio. Sobrevivido que
fue el largo invierno y que su primera cosecha de primavera resultó más
abundante de lo que ellos podían esperar, asegurándoles su inmediato futuro,
organizaron una gran fiesta, que acogiéndonos a la tradición oral de aquella,
duró varios días, con abundantes platos a base de carnes procedentes de
distintos animales domésticos locales, y en especial de pavos, aves muy
abundantes en la zona, tanto domesticados para la obtención de huevos y plumas,
como salvajes.
Con independencia de su origen, este día es
el de la “familia”, donde a pesar del relativo desarraigo o independencia
familiar, es normal que una gran mayoría de ciudadanos se desplacen cientos de
millas, para poder compartir con la familia dicha tarde – noche. Siendo a su
vez costumbre, que los niños de la “casa” durante una cierta temporada, les
salgan los sándwiches de pavo hasta por los ojos, ya que es el componente
principal del “bocata” del medio día, o al menos esto era lo que había en mis
años mozos.
Si en tiempos ya tan lejanos como 1620, los
inmigrantes del “Flor de Mayo”, tras tres retornos a la metrópoli por averías
en dicho “cascaron”, hablaron de ser “peregrinos religiosos” y no emigrantes
económicos, es una señal evidente, de que ya no existe novedad alguna, bajo el
sol, y que cuando pregunto dónde empiezan los perseguidos religiosos y
políticos o los simples emigrantes de índole económica, los buenistas,
papanatas y otras especies afines, con gran corrección política, me responden
con “cajas destempladas”. Una vez más insisto, en la total legitimidad que
asiste a las personas, con independencia de color, sexo, creencia u origen,
para aspirar a mejorar. Pero… pay attention… los cupos migratorios se hacen
necesarios y la legislación de la gran mayoría de los países realmente
democráticos, así lo establece en sus
leyes. Leyes, que el papanatismo de nuestros “amados líderes”, se permiten
pasar por el “arco del triunfo”.
Capt. Willie.
Me ha gustado mucho el artículo. Muy interesante por la información que aporta y reconfortante por los valores que defiende.
ResponderEliminar¡Gracias!
Gracias por su amable apunte:
EliminarEn lo concerniente a los valores preconizados, se corresponden con los hoy pretéritos, y son a concepto del que suscribe, los menos malos de los mundos hoy conocidos. El Occidental Cristiano. Mundo que gracias y mor a los culicagados, buenistas, papanatas y otras especies afines, generalizadas entre nuestros “amados líderes” (religiosos, políticos y económicos), entre todos lo mataron, y él solito se murió.