domingo, mayo 28, 2017

El ofenderme, como el agradarme, es una potestad reservada a muy pocas personas…

        Una vez más me veo en la necesidad de dar respuesta a una clase de “necio”, rayano en el grado “superlativo” (disculpadme la redundancia), ignorancia crasa. No obstante, que entienda y disculpe, que en ciertos ambientes socio – culturales – domésticos, alcanzar el orden presbiteral, sea el acceder a un estatus entre académico – social – religioso que prestigia al ordenado y por extensión a su entorno familiar. 

        Ese “prestigio” y “respeto” desatado en su “ecosistema”, unido al estatus que el sacerdocio despierta en algunos ámbitos poblacionales y más exactamente, del medio parroquial en el que desarrolla sus teóricas labores eclesiales, lleva en la gran mayoría de los casos, a que personas con muy limitada cultura tangible (de cuantificable) se consideren a sí mismos la “repera limonera”. Esa “repera”, fruto obtenido, del injerto de un “background” plano o nulo, inexorablemente es el camino conducente al “engrandecimiento” por acción comparativa con el microcosmo del que proceden y se rodean.

lunes, mayo 22, 2017

Carta abierta a un excelente amigo - compañero y a los sobrevivientes a aquellos CRT de punteo, Rosas, Callejeros de hule, etc., etc….


          Con todos los respetos que su buen acreditado criterio siempre se hizo merecedor, y admitiendo la respetabilidad de la organización por Vd. propuesta, me vi en la obligación de retirarla, ya que a nivel personal no puedo solicitar colaboración económica ni apoyo moral, para nada que tenga entre sus objetivos, fines muy loables a priori, pero que puedan entrar en colisión con otros pareceres y sentires, de idéntica respetabilidad.

           La línea de este mi blog, es la que  es, y responde plenamente a mi forma de ser, actuar y pensar. Aunque “renegado” para algunos ignorantes “desconocedores interesados” de la realidad: soy católico apostólico y romano. No renuncio a mis orígenes y por educación – formación, lo que me une en lo cultural - social y afectivo al “mundo” judío, es algo congénito a mí. Recurriendo siempre y en todo caso a lo más hondo y profundo de mi fe, para poderme sustraer al “ojo  por ojo, diente por diente”. ¿A qué humano de a pie… no le sucede lo mismo?

martes, mayo 09, 2017

Si puedes colaborar hazlo… Sí así lo hicieses, desde el corazón… Él te lo recompensará con creces...

   Consciente de los criminales y terroríficos efectos de las minas antipersonales y sus secuelas, tanto en lo físico como en lo psíquico, y los estragos que las mismas pueden causar sobre la pobre, de por sí, economía de subsistencia en las zonas rurales de cualquier país y consecuentemente en esa querida tierra colombiana; donde el campesinado en alguna zonas determinadas tiene que vivir y convivir con el mal añadido de las mismas, me llevan a colgar el presente. Como respuesta al mismo desearía que Vd. estableciese el correspondiente enlace, que nos condujese a esa dirección de la entidad encargada de recopilar fondos destinados al auxilio directo de los damnificados por tales infernales artefactos.

    Lo más malo o aún peor, es que al ser la “insurgencia” un ejército no regular, en la gran mayoría de los casos, aunque se les “suponga” la mejor y buena voluntad del mundo – mundial (expresión de la que mi hermano Sil dice tener “copyright”, aunque benignamente me permite su uso), su colaboración con los esforzados y abnegados desactivadores del ejército y  policía nacional colombiana, resultará un tanto infructuosa. Ya que no dispondrán de cartografía exacta de su ubicación, teniendo que determinar la posición de cada una de ellas y tipo en particular sobre el “propio terreno”, con el consiguiente riesgo para la integridad física de los desactivadores.

sábado, mayo 06, 2017

Donde dije, dijeron que dije… Y aquí y ahora quiero decir…

    En anteriores ocasiones deje sentado, que a pesar de haber desempeñado ocasionalmente, en algún momento de mi vida actuaciones en instrucciones judiciales de lo más variopinto (desde fallecimientos por accidente o asesinato, averías, baratería, remolques, robos, salvamentos y un largo etc., que no hacen al caso), éstas siempre y en todos los casos fueron bajo la atenta supervisión del correspondiente Auditor del Cuerpo Jurídico. Debiendo aclarar una vez más que mi formación jurídica especifica es un tanto limitada y consecuentemente la “constitucionalista” comparada, corre pareja a la anterior. 
 
     No obstante a esa carencia de educación específicamente jurídica, mi formación humano -  cívica me permite distinguir y discernir lo moral o éticamente aceptable, de lo rechazable, a la vez que por “academicismo” formal, sé de la existencia e interpretación  básica, que en un momento dado me exigieron, de las distintas leyes y códigos, que dentro de la tradición del ordenamiento jurídico romano y/o del anglosajón están en uso, y que como ciudadano libre me afectan. Lo cual a priori me lleva a distinguir perfectamente el concepto de legalidad e ilegalidad.

miércoles, mayo 03, 2017

Hoy va, no de maduro ni de heroína, si no de “podrido” y de “gorilita”…


   Con harta frecuencia durante muchos años, y dependiendo en el país en el que me encontrase, se me acusaba, medio en serio medio en broma, de mi especial querencia por el correspondiente vecino: en todos los casos, puedo afirmar que erraban estrepitosamente, pues mi afecto por los unos o por los otros era y es, el mismo. Si bien es cierto que existen excepciones, las cuales obvio al no hacer referencia a ellas. Esto no excluye, de amistades personales o afinidades a colectivos de esas nacionalidades.
 
   El cariño y respeto que me merecen como conjunto social – nacional los: Rotos (Chilenos, en el sentido más restrictivo y figurativo, que se representa en la estatua erigida en la plaza Yungay de Santiago); Charrúas, (Uruguayos, pobladores de la “banda oriental” del Río de la Plata, citados como valientes guerreros por el SJ Pedro Lozano); Costeños y Serranos (Ecuatorianos. Monos, mor a la estratagema – estratégica de suspenderse de los arboles); Cafeteros (Colombianos, como productores primarios de tal preciado producto agrícola y base socio – cultural – económica, con toda una proyección mundial de bien hacer); Venezolanos (a cuyo gentilicio respondieron y correspondieron los ciudadanos de ese gran país), hoy tristemente convertidos y conocidos, para su desgracia, mor a la nefasta gestión del “gorila rojo” y su sucesor - heredero el “mono amarillo”, en “Pobrezolanos”; Canaleros (Panameños, como los otros tres gentilicios que anteceden, y a los que hago referencia, pertenecientes a lo que fue la Gran Colombia), actual “punto libre de encuentro y fusión de culturas” (al decir del Rvdo. P. Xavier Villanueva, q.e.d.) ¿Qué podría decir yo de los anteriormente citados y de los Nicas o Pinoleros; Catrachos; Guanacos o Cuzclatecos; Chapines y/o de los Mexicanos? ¡Que les quiero!, y que con sus peculiaridades nacionales, y algunas veces acendrado nacionalismo, por lo general no excluyente, les hace acreedores de todo mi respeto y consideración.