Frase del poeta, ensayista,
pensador libanés y maronita practicante, Gibran Kahlil Gibran جبران خليل جبران بن ميخائل بن سعد.
Tras
descubrir, leer y releer en un momento crítico de mi vida a Gibran, a
posteriori, cuando en círculos a mí comunes, apelo a frases del citado poeta,
escritor, ensayista y profundo pensador, me dicen que lo utilizo de modo
recurrente. Y es cierto, sus frases suelen dar respuesta directa a muchos de
mis planteamientos espirituales y vitales.
Nos toca transitar por tiempos difíciles,
pero ni más ni menos que los vividos por nuestros predecesores, desde que el
mundo es mundo, y va para largo. Cuestionando a menudo el camino por mí
recorrido en el discurrir por la vida, puedo afirmar, que de acuerdo a cada
momento, este tránsito lo consideré lento, como el paso de la tortuga o rápido
como el de liebre. Sin perjuicio, de que sin caer en contradicción con “La tortuga puede hablar más del camino que la liebre”, del propio Gibran, de ambos caminos y velocidades puedo
hablar, con la voz que marcan las experiencias recogidas de esos andares.
Quienes siguen este
mi blog desde su inicio, a pesar de los escritos que de él retiré, siempre y en
todos los casos por considerarlos excesivamente laudatorios para mi personal
obrar, en las distintas circunstancias a las que tuve que hacer frente. Al
decir de un buen compañero y excelente amigo mexicano, presente en él, con
alguna de sus siempre halagadoras, respetuosas y cariñosas opiniones, continúa
siendo “una cuasi hoja de vida”, de mi vida y el devenir de la misma, a lo
largo y ancho del mundo.
No quita, que entre
aquellos que retiré, se encontrasen algunos, que en su momento me daban lisonja
interesada y que cuando cumplí la misión de uso a mi persona asignada (“tras
montarme en la chicaguita, una y otra vez”) trató él y su putrefacto entorno,
de que dejase de ser el “uno que decía la verdad”, puesto que
él, “él
otro” y ese corrupto entorno (con honrosas excepciones), “se
encargaron de no entenderla”.
Lógicamente estamos viviendo en un mundo de post verdad o realidad líquida,
mejor definido: de la más absoluta mentira.
Que a estas alturas de la “película”, y
tras fracasar reiteradamente en los intentos de poderme tildar de xenófobo, homófobo,
misógino, se cambió la estrategia siguiendo en la actualidad la técnica del
“mezclar las churras con las merinas”, llegando así a tratar de endilgarme el
“cartel” de islamófobo, anti alemán, ruso y turco (todo en el mismo paquete y
por el mismo precio). Lo cual es una simple forma más de: “coger el rábano por
las hojas, tirar de ellas y dejar el tubérculo en la propia tierra”. Desde mi
infancia al día de la fecha, siempre y en toda ocasión mostré total respeto e
incluso comprensión (de comprender) hacia el diferente a mí, a mis concepciones
del mundo y la lógica que dichas concepciones en mi cultura y forma de vivir
encierran.
Ante los que bien me conocen nada tengo
que aclarar, pues en más de una ocasión fui tildado de permisivo. Los que no me
conocen o llegado el caso, conociéndome “necesitan por razón de su propia estrategia
y mala conciencia” atacarme, dan en hueso y en un hueso muy duro, pero
elástico, con lo cual se les hace difícil que se quiebre. Sin necesidad de link
alguno, basta ojear el contenido del presente blog, tanto lo por mí escrito,
como las respuestas que en cada caso obtuve.
Que
hable o escriba del Islam y de la islamización de occidente, no es nada nuevo,
pues su estrategia de penetración en el mundo es la que es y de acuerdo al
momento, más o menos violenta, siempre y en todos los casos por la fuerza. Ignorarlo
es como tratar de poner puertas al mundo. De Alemania, o el resultado de aquel
falseamiento por Bismark de un telegrama, a finales de la primavera, principios
del verano de 1870, unido a la “inestimable colaboración” de la “hija de Dª. María
Manuela”, la que tenía dos hijas, la mamá de Eugenia y Francisca: la emperatriz
Montijo, de Francia, aquella que olvidó el Darro, y por las “mingas” descubrió la
existencia del Sena. Y todos aquellos que quieran ignorar lo que fue, es y será
Prusia y acólitos; o son tontos o se hacen o lo parecen. Tal como siempre hicieron
los de la “grandeur”, “saco de golpes” histórico de los anteriores.
De la definición que habitualmente hago de
Europa, como continente no existente, salvo a los meros designios de Rusia y a
su mayor “gloria imperial”, a fuer de repetitivo puedo caer en el mero “ajo”,
aunque sin agua. No obstante a ello, lo que sí quedó claro, de antiguo, mande
(no gobierne), el Zar, la Zarina, Rasputín, Lenin, Stalin o Vladimir Putin, es
que no se resigna al papel secundario, semi terciario, que su “peso específico”
real le reservó y reserva en la historia; tratando por todos los medios a su
alcance, de continuar jugando de “farol” y tratar de desvirtuar la “razón
europea”, de la que está excluida. Pretendiendo un protagonismo asiático, que
le disputó y ganó por goleada Japón, ya en 1905 y en la actualidad, China.
Es curioso que cuando se habla de Rusia en
los últimos tiempos, es sinónimo de hablar de Putin. Él por sí y para sí, ocupa
todos los espacios, llegando a la conclusión, de que aquello debe de ser una
grandísima finca propiedad exclusiva suya. Si se habla de dopaje deportivo, de
“hackers” y “hackeos”, de intervencionismo en asuntos internos ajenos y
propios, ahí le encontramos a él y a sus boys más inmediatos. A estos, de forma
directa los hizo multimillonarios con sus dádivas a lo dios Midas,
enriqueciéndolos proporcionalmente a lo que empobreció al propio pueblo, por
demás, acostumbrados de antiguo. Pues mande quien mande, les da lo mismo. Tantos
años sin que les gobiernen ya están totalmente acostumbrados a que el último que
llegue, que les putee.
¿Del futuro sultán de Turquía, qué puedo
decir que ya no haya dicho? Me viene a la memoria una vieja canción, que cuando
era niño cantaba por los teatrillos de barrio el bueno de “Rambal”, que más o
menos decía así: “Yo le compré al Turco una cadena, para pagársela a plazos
cuando pudiera; como nunca se la pagué, al salir de casa los domingos mis
vecinos me gritaban, corre, que viene el turco por ahí; corre, que viene el
turco por ahí”. No obstante, lo mío y lo del turco, viene de antiguo, cuando al
inicio de la década de los setenta del pasado siglo, yo hablaba del genocidio
Armenio y de las barrabasadas turco - alemanas en la construcción del
ferrocarril del Hiyaz (1.311 km. De vía métrica entre Damasco y Medina),
llegaron a tildarme de fantasioso, en ambientes que se consideraban cultos y
progresistas. A pesar del cambio climático, ya llovió desde entonces, y los
barrabases y sus barrabasadas siguen donde estaban, no cambiaron ni los unos,
ni los otros ¡Lo que es de “nacedura”, “tararura”! Lo que sí es cierto, es que
aquellos ignorantes de entonces, posiblemente más ahora, tras ver (doblado) el
film “Laurence de Arabia”, se enteraron del jodido ferrocarril y de la jodida
asociación entre los del Mar del Norte - Báltico y los de Mármora ¿Quién hizo
de maestro genocida y quien de alumno…? ¡Ahí lo dejo!
Con independencia de: a correr que viene el
futuro sultán y la “kartofelera”, pregunto: ¿dónde estaban esos que hoy me
llaman “Islamófobo”, cuando yo me dirigía por escrito pidiendo a jefes y
“jefucos”, reales (de realeza), políticos y religiosos intervenciones
inmediatas para parar los viles y cobardes asesinatos en masa de varones y
niños, violaciones masivas de mujeres en la antigua Yugoslavia, por el simple
hecho de sus creencias religiosas?
Cuando para no crearles aún más problemas de
los que ya padecen, con bastante antelación a que el “Peronista” y la “corte de
ojetes” de los que se rodea, se acordasen de su existencia, en el link que
antecede me referí a unos musulmanes tan pobres, que de pobres que son, nadie
quería saber nada de ellos. Ni los licenciados en islámicas, ni esos
preocupadísimos jefes y “jefucos” de ONGS, siempre dispuestos a buscar la forma
y manera de que les quede algo entre los dedos, a la vez que juegan a ejercer
la solidaridad con lo ajeno. A lo que no son ajenos esos “papanatas”, políticos
y eclesiásticos, que en vez de acordarse del que nada tiene, se acuerdan de
jugar a la caridad y a la espera de las correspondientes compensaciones de los
administradores de los “petrodólares”, a la vez que ellos se lucran y
desgracian la civilización occidental cristiana.
Claro está, cuando hablo de musulmanes, sean
de la “rama” del islam que sean, para mí es accesoria esta aclaración, estos
pobres son chiitas. Ante todo, siempre antepongo a las personas, por encima del
color de su piel, creencias u orientación sexual. Tras ésta ante posición, de
la persona, es cuando después realizo matizaciones que tanto ofenden a los
“chupópteros”, “papanatas”, “buenistas” y especies afines. ¿Cuántos de estos H.
de P. querían saber la situación que sin llamarlos por el nombre que les
asignan despectivamente, yo denunciaba en los últimos párrafos del link que
antecede y en el siguiente?
Ninguno. No hay monarquías o teocracias ricas
detrás de ellos, que puedan financiar doctorados, post grados ni grandes
mezquitas, convenciones ni fartonicios. ¡Pobres! Son tan pobres, que tras la
visita del “Peronista” y “corte de ojetes”, los hizo más pobres y repudiados
“ainda”. Que ya es decir…
Capt. Willie
PS.
Cada vez que en la prensa mundial se cita el nombre despectivo por el que
definen a esta comunidad humana, las autoridades de tres países reconocidos por
la ONU, agudiza su persecución y exterminio.
Capitan,
ResponderEliminarPodría usted aclarar el falseamiento de parte de O. von Bismark y el analogía que guarda con la emperatriz Eugenie de Francia.
Es posible que explicase el animosidad que guarda a la Alemania y a la Francia.
Muchas gracias en el anticipado.
Distinguido lector:
EliminarDentro de lo prolífico que sería darle una explicación completa sobre el Canciller de Hierro y sobre la granadina Eugenia Palafox Portocarrero y Kirkpatrick, emperadora consorte de los franceses. Me permito sugerirle se documente sobre ambos personajes con respecto a la búsqueda por parte del General Prim (el fallecido en Madrid el día 30 de diciembre de 1870, como consecuencia del atentado del 27 de dicho mes en la C. del Turco) de una cabeza que coronar para sustituir a Isabel II de España.
De un lado el “falsificazo” del telegrama que el C. de H. le presenta en el balneario de Bad Ems al rey Guillermo I de Prusia (por si tiene alguna duda del citado “falsificazo”, frente a dicho balneario da fe de él, la correspondiente placa en bronce, si busco la puedo reproducir en fotografía por mi tomada en directo). Del otro las injerencias de dicha “emperatriz” por las “mingas” en la política francesa y, el consiguiente estallido de la Guerra Franco – Prusiana. Inicio de las sucesivas revanchas que cada uno de los contendientes se concedieron a sí mismos: el C. de H. hizo pintar un cuadro donde se reproduce a sí mismo dándole escolta al prisionero Napoleón III, tras su detención en Sedán.
A la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, Francia exigió que las condiciones del vencido se firmasen en Versalles, en el salón de los espejos, el mismo lugar donde Guillermo el káiser había proclamado el nacimiento del imperio alemán en 1870.
Como no hay dos sin tres, el coche de ferrocarril en el que el general francés Ferdinand Foch firmó el armisticio con el mando alemán el 11 de noviembre de 1918, en la estación francesa de Compiegne, lo utiliza expresamente Adolf Hitler el 22 de junio de 1940, para que Francia se rinda incondicionalmente ante Alemania, en la misma estación y apartadero de vía.
A partir de aquí, suma y sigue…
Lo que usted define como animosidad a Alemania y a Francia, yo lo definiría: conocimiento de ambas. Téngase en cuenta que, como admirador de Mr. W. Churchill y seguidor de su ideología y conceptos, comparta con él prácticamente todos sus postulados.
Alemania y los alemanes en general despiertan en mi cierta prevención, que desde la reunificación palpé en los distintos aeropuertos a los que me vi obligado a arribar.
De Francia y de los franceses, más bien pienso que les admiro, pues salvando como excepción a la gran mayoría de la Marine Nationale la Royale, el resto del pueblo francés, en momentos críticos consiguió lo inconseguible: estar en la resistencia, estar con Vichy y al final ser todos amnésicos y no saber donde estuvieron. A pesar de los pesares no puedo dejar de manifestar mi más sincero respeto, consideración e incluso esa admiración a la que hago referencia a inicio de párrafo: por L’ École Navale; L’ École Polytechnique (l’X) y sus egresados. Extensión que hago aunque sin conocerla de forma directa, pero sí por sus resultados, a L’ École nationale d’adminsitration (ENA).
Poseo amigos franceses, hasta hace poco tiempo muy vinculados profesional y sentimentalmente con las dos primeras. A las/los que les debo todo mi agradecimiento en ambos planos: el profesional y personal.
Discepolo, compagno e molto caro amico Guglielmo.
ResponderEliminarCual crea más indignación? Difficile de determinar…!
Opino debes de realizar un inmediato copyright de tus escritos. Es de sumo interés el ver cuando alguien sube en la escala intelectual y pasa de relatador de frentes de guerra, corresponsal de guerra a Académico. Siempre, académico en el arte de la plageación de las personas con ideas y conocimientos, hablar directamente de patrística, es muy derecho, tiene mucho más enmascaramiento, el aplicar el vulgaris “patrologia”. Cuánto tiempo hace que en nuestro entorno abandona este término?
A ti o se te plagia directo o se te calca en diferimiento, pero nunca se te imita, eso es mucho más difficile. Sei inimitabile!
Com è possible tu continua siendo tu sin corromperte?
Il in sua immensità, grandezza e bondaz te protegge.
PS. La publicacion es obligada por estar remitida a la possta email.
Cuando uno tiene un número tan pequeño de amigos, que le sobran dedos de las manos para contarlos, se ve en la necesidad de pasar por “carros”, “carretas” y “trenes”, de ahí que os deje por imposible, me deis “metal polish” o “estacazos”.
EliminarCreo que con el discurrir de los años, o quizás más exactamente con lo que te tocó ver, estas un tanto susceptible con los “intelectuales”, que pobres de ellos, leen o escuchan y después se olvidan de lo que leyeron o escucharon y les viene de pronto la inspiración.
Por conocerte no te tildo de maligno, sí de leído y perfecto conocedor del “canarión” D. Benito, así como de algunas publicaciones impresas mías, e incluso corregidas por ti a la versión italiana. Esto es lo que hay… no hay más cera que la que arde…
Creo que tu consciente o inconscientemente diste pie a otros opinantes que coinciden contigo.
Qué le vamos a hacer… la vida es dura… y se hace preciso vivirla, gústenos o no, los que mejor la viven, son eso los vividores…
Un abrazo muy fuerte y eso que olvidaste lo de “maestro” (no el enseñante).
Por favor bajar el “diapasón”, que si termino creyéndoos, puedo acabar como el otro, al que te refieres.
Cómo me alegra que alguien más haya observado lo del gran plagiador. Empezó con los clásicos y cogió carrerilla. Curiosamente un día escribió sobre los que plagian sus artículos.Curioso sentido de la propiedad el suyo.
ResponderEliminarCreo que en la respuesta anterior, estoy dando por sentado mí sentir, con el por Vd. expresado.
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