Pregunto
y les pregunto a esos militares profesionales bolivarianos, que se les llena la
boca de amor patrio y a cambio de una promesa de ascenso o dadiva desde el actual
poder omnímodo del DICTADOR PODRIDO de Caracas, dejan que se incumplan los
mandatos constitucionales, que ellos juraron y ahora están perjurando.
Acaso ellos, al igual que algún que otro
desaprensivo mediador e interesados valedores, desconocen o quieren desconocer,
que la actual pretensión de “Constituyentes”, es un GOLPE DE ESTADO,
orquestado, dirigido, por el “Podrido” y consentido y alcahueteado por ellos
(por las FF.AA.) y por esos mediadores - valedores de crímenes horrendos, que
más antes que después, deberían ser juzgados a nivel de encubridores, por los
mismos delitos que el “Podrido” y su “corte de ojetes asesinos”; y en idéntico
plano que los criminales de la antigua Yugoslavia. Esperemos y deseemos, que
entre ellos, caiga ese valedor – mediador especialista en vender humo y
“champion liges”.
Cuando las FF.AA. de un país juran fidelidad
a la bandera, como símbolo de la patria y la constitución como espíritu de la
misma, al igual que el resto de los ciudadanos de dicho país, contraen la
obligación de cumplirla, y particularmente a las FF.AA. la ineludible de
hacerla cumplir. En el caso concreto de los militares profesionales, se juegan
en ello su honor. La honra, los militares venezolanos, al día de la fecha, ya
la perdieron colectivamente. Dudando muy seriamente que les quede algún arresto
de honor.