No
deja de hacerme gracia el que, a través de “persona principal”, me llegue el
malestar de cierta publicación diaria impresa, que dice ser adalid de la verdad
y el medio de difusión de mayor crecimiento en número de lectores (ignoro si
del mundo, mundial o del mundo universal). Publicación a la que recientemente
me referí, como elemento de “adoctrinamiento” y no de información.
Reiteración en la que incido de nuevo, con
dos noticias, podría decir tres. Pero la tercera, sería entrar en lo personal,
con el hijo de alguien al que en un corto periodo de mi vida, me unió cierta
amistad y dependencia jerárquica.
Si me cabía alguna duda sobre el papel, como
soporte del elemento soportado, tinta, y que en base a los tipos (letras) el
elemento soporte, “aguanta” lo que le echen encima; el pasado día 10 del
presente, se encargó de confirmármelo ese medio impreso. Al cual, parece ser,
le tengo manía o animadversión, por no haberme publicado algún escrito, que
hacía peligrar sus “business” en necrológicas y afines. Cuando en aquellos escritos
hacía referencia al claro alzamiento de bienes, en detrimento de los organismos
de beneficencia locales. Se tocaban muchos bolsillos y dignísimos nombres y
apellidos, que llevan “jugando” a la administración de la “caridad pública
local”, años y más años e incluso generaciones.