sábado, febrero 17, 2018

Cuando la descomposición alcanza el grado de diarrea… a idea concebida allá va… cagada al canto…


      Para bueno, regular o malo, nací y crecí en una “entonces” diócesis que se remonta al año de Gracia del 802, donde, dado el consiguiente número de Obispos que por ella “desfilaron”, los habría de toda clase y “pelaje”, aunque posiblemente la gran mayoría de ellos, por condicionantes geográficos – culturales, siempre viesen a Santiago, sobre un corcel blanco, blandiendo una espada o maza con cadena y bola de pinchos, contra el “moro”.

   Seguramente, consecuentes con el dicho popular en la diócesis de su gobierno, donde de forma categórica, en sus distintas versiones y variedades se afirma: “Asturias es España y lo demás tierra conquistada”, mal que les pese a los “correctamente políticos”, o en menos fino pero mejor definidos, los “Estulto Pijos Progres y afines Peronistas”, es una realidad tangible, a la que creyentes o ateos se pliegan. Siendo para unos (entre los que me cuento) la intercesión divina de la Santísima Virgen María, la que en alguna medida decidió quien ganaba y quien perdía. Porque guste o no, hubo ganadores y perdedores.

   Cuando llego a este “punto”, no puedo menos que recordar, a aquel erudito que expelía (en el sentido más literal del término) bonhomía y saber: D. Ignacio Bertrand y Bertrand, de bendito recuerdo, y al que, siempre que visito el cementerio de Santa Filomena, aprovecho para orar ante su sepulcro. Él, con aquella su total humildad, su saber y bien modulada voz, fue quien llevo a mi conocimiento y ánimo esa intercesión sobrenatural a la que hago anterior referencia.

  De aquellas “Batallas”, porque muchas y cruentas fueron, pasaron los años y pasaron más años… encontrándonos en la actualidad, que la “reconquista”, se invirtió y en “tono pacifista”, pero ignoro hasta qué punto pacífico llegó al extremo donde nos encontramos. Sé que son muchos los que quieren ver en mí un “Islamófobo”, cuando realmente soy persona que nunca a nadie excluyó (y tuve muchas ocasiones para poderlo hacer) por razón del color de piel, credo, sexo, orientación sexual y origen. ¡Ojo… tampoco admití, ni admito que me excluyan! O que por ser “infiel”, se me trate de dar (en el sentido figurado y hasta cierto punto real) por cierto sitio y agujero…

jueves, febrero 15, 2018

Cuando nos olvidamos de lo principal y caemos en lo accesorio…



   Todos, incluido el que esto suscribe, posiblemente estemos cayendo en una serie de tópicos que afectan a la cotidianidad de nuestras vidas, sea en el plano político – social, económico, cultural y por supuesto en el religioso. Nuestro credo nunca fue ni puede ser aséptico a los conceptos anteriormente citados, pero… mor  a actuaciones más o menos afortunadas de miembros de la estructura orgánica de nuestra ICAR, desde simples miembros de la comunidad de fieles, presbíteros  u obispos, incluido el de Roma damos/dan la “nota” con más asiduidad de la debida y, no precisamente para bien.

    Esta peripecia generalizada, nos está conduciendo a un paulatino abandono de lo realmente importante. Esto es la transmisión de la palabra y a poder ser de la materialización en hechos imitativos de Jesús, el hijo de Dios encarnado por obra y gracia del Espíritu Santo, en María. Una humilde judía, hija de Ana y Joaquín. Mi Santísima Madre, con ÉL compartida.  


sábado, febrero 10, 2018

A la contra y/o a contra corriente…



    Créanme amables lectores, que con gran sorpresa por parte de mi querida y difunta madre (de bendito recuerdo), en más de una ocasión le pregunte, si mí arribada a este mundo la hice de cabeza o de pies. Pues desde mí más tierna infancia anduve a “contra pelo” de casi todo y todos.

    Los años transcurridos desde aquella, por mi dudosa forma de “arribar” al Planeta Azul, en más ocasiones de las que realmente hubiese querido, mi caminar a la “contra” me dio la razón y obligaron a otros “sesudos” y razonables marchantes en el sentido correcto, a que recurriendo a grandes circunloquios, implícita y explícitamente tuviesen que reconocer aquella razón por mi preconizada a priori. Esos “retratos” a toro pasado, en ningún caso me favorecieron, pues sí existe algo no perdonable en este mundo, es el tener que darle la razón al que realmente la tiene; máxime cuando el poseedor de la misma, al concepto del errado (quien realmente aparte de estar, debía de andar herrado), debe de ocupar un “escalón” inferior en el área del conocimiento. Pues a su afirmar, el que esto suscribe, siempre tuvo “negros”, pagados familiarmente, que le hiciesen y desarrollasen sus trabajos, investigaciones y publicaciones.

viernes, febrero 09, 2018

Cuando se olvida la existencia de viejos conceptos latinos…



    Independientemente de mi manifiesta fidelidad a D. J. Corominas – J.A. Pascual y a su D.E. y a Dª. María Moliner (D.U.E.). Hay hechos y acciones donde por el origen de los mismos y quien los realiza o preconiza, en mi caso, preciso dejar pasar un cierto periodo de tiempo, para que los calificativos a emplear bajen de tono y sean trasladables al presente blog:



El decoro (del lat. Decōrum)…

 

    La pérdida del concepto que encabeza el presente “sub apartado”:
    En su primera acepción del Mª. M.: Dignidad. / Con referencia al comportamiento, aspecto, etc., de las personas, y a las personas o colectividades por ellos, circunstancia de merecer e inspirar respeto y estimación: ‘El decoro de la profesión exige un traje cuidado’. / Conciencia de esa circunstancia y respeto a ella, por los que una persona se abstiene de hacer cosas vergonzosas: ‘Es un hombre sin decoro’. / Dignidad, honor, vergüenza. Propia estimación.”

    Es claro y manifiesto, que por parte de los actuales dirigentes del partido que nos manda, no nos gobierna, los conceptos literalmente reproducidos del diccionario “María Moliner”, o los ignoran o “pasan de ellos”, lo mismo que pasaron de todos nosotros sus votantes; de lo contrario sería inexplicable su presencia en San Sebastián, en el acto de entrega del “Premio Gregorio Ordoñez”, en memoria del líder local de “aquel partido”, al que por su pertenencia y defensa de las ideas que ambos (el Sr. Ordoñez y el Partido) defendían, fue vilmente asesinado por un criminal Etarra, en presencia de su compañera de militancia Dª. María San Gil.