Comprendo aunque no comparta, que por la
azarosa vida que Él me concedió, el acusarme de lo uno y de lo contrario y de
ambas cosas a la vez, se haga fácil para ciertas personas, que por su propia
incultura y avariciosa estulticia, confunden los más elementales principios,
que predisponen los sentimientos humanos en lo concerniente a la justicia
natural y “concircunstancial” a las personas. Principios que según vemos en
esta época de “verdades líquidas” y otras mentiras encubiertas, permiten vivir
a mucho sinvergüenza de la política, religión o economía.
El que suscribe, no sabe de ciudadanos
Americanos de primera, segunda o tercera Si sabe de unos hermanos que son más
ricos en lo material y de otros, que tristemente, casi carecen de todo. Por
principio, a los ricos no les desprecio, pero tampoco quiere decir que
estigmatice a los pobres. Estando en términos generales por creencias, más
próximo a los menos favorecidos. Proximidad que no me impide ver cuál o cuáles
son sus carencias y en algunos casos, causas de su propia pobreza e incultura.