viernes, abril 02, 2021

Que en estos tiempos de zozobra, ÉL nos tome bajo su divina protección.

      En mi largo peregrinar a través de planeta azul que habito, siempre y en toda ocasión que así se me requirió, me  definí como judeocristiano y consecuente de ese mi intimo sentir y  formación cultural, es el hecho de que maneje con total cotidianeidad el calendario Hebreo y el Gregoriano. No siendo ajeno en ninguno de los casos a las festividades solemnes de ambas concepciones religiosas. Como hombre, soy un animal religioso.

      No puedo negar esa mi imprescindible necesidad de creer en Él, uno o triduo, lo mismo que el día que supe de la existencia de María, hija de Ana y Joaquín, de la estirpe de David, madre de Jesús el de Nazaret y judío, por extensión madre amantísima mía. Ella pasó a ocupar un especial lugar en mí concepción de valores, quereres y satisfacción al estar ligado a su divina y maternal protección.

      Siendo niño, acompañado de mi madre terrena y hermanos, asistí a una procesión católica, conocida por el “Encuentro”. Donde lo que vi, me sorprendió, pero lo que nunca podré olvidar fue el mensaje de aquella, mi madre terrena, que con palabras muy simples y apropiadas a mis seis o siete años, me explicó lo que fue el principio de mi fe: el milagro de la vida después de la muerte.

      Desde tan lejana fecha, con independencia del lugar en el que me encuentre, siempre recuerdo aquel momento tan especial. De de ahí que durante muchos años, por el correspondiente algoritmo calculé con total exactitud dicha fecha en que coincidía la pasión – muerte y resurrección de Jesús, el hijo de Dios hecho hombre, en la humilde judía María. Repito mí Celestial Madre.

       Cuando en un dado momento de mi vida, pasé por una profunda crisis, el “Encuentro” fue una tabla a la que me agarré y transité de la escolástica  de Johannes Vuyclevum a la de Juan Duns Scoto y de esta a la patrística.

      Hoy Sábado de Gloria, a este judeocristiano, solamente le cabe el júbilo de reafirmarse en sus más firmes e íntimas creencias, por dos mil veintiuno años solares (julianos y gregorianos) y en el día 21 de Nisan del 5781. Una vez más el milagro se cumplió y Jesús Redentor del Mundo RESUCITÓ.

      A toda mi familia, en las dos concepciones en mí resumidas, a los creyentes en Él y a todos los hombres de buena voluntad, con afán de paz: les deseo una FELIZ PASCUA DE RESURRECCION.

                              Capt. Willie

sábado, marzo 27, 2021

Séder de Pésaj: סֵדֶר

      En la distancia temporal y física que hoy nos separa de aquellos hermanos que nos precedieron, quienes tras la liberación del yugo egipcio, emprendieron llenos de esperanza el largo y penoso camino que les condujese a la tierra prometida. 
     Esa tierra prometida con la que no solamente soñaron aquellos libertos de hace 3300 años, también lo hicieron y posiblemente les sirvió de esperanza para sobrellevar la esclavitud física y moral, a los miles y miles de recluidos en los campos de concentración nazis y estalinianos, sabiendo que su fin no era otro que el de ser asesinados moral y físicamente bajo el eufemismo de “experimentos biológicos” y o de desinfección. ¡Que de todo hubo! Información que a nivel familiar poseemos de primerísima mano ya que se desprende de la correspondencia intercambiada entre Primo Levy (Z”L) y nuestro recordado padre, Raphael, a su vez también, de bendito recuerdo. 
     Así una vez más, esta tarde noche, con la aparición de la primera estrella en el firmamento, aquellos que habiten en la tierra prometida estarán iniciando el Pásaj. Entre ellos, aquellos nuestros primos allí residentes. Los mismos que en un lejano día renegaron de nosotros. Mi entrañable y directa familia, mis queridas hermaninas, sobrinos; la gran mujer y persona que es la “Peli”, en su incansable obra de unir y aglutinar a la familia, y resto de ausentes de nuestra tierra de promisión: lo celebraremos mañana. 
      Que unos y otros tras el kidush, compartamos en familia y/o con amigos la keará y la fiel interpretación de la lectura de la hagadá que tengamos ante nosotros hoy/mañana noche. Que todos nosotros en la respuesta “todo aquel que tenga hambre que venga y celebre con nosotros”, no sea un mero formulismo. Lo realicemos desde nuestro más íntimo yo. 
    Sepamos tomar ejemplo y de él virtud, de los avatares experimentados por nuestra historia y de nuestro cotidiano vivir. Que seamos fuertes en nuestras convicciones y responsables de nuestros actos y de todo aquello en que podamos ser de utilidad a nuestros semejantes. 
                Mis deseos de paz y felicidad: שלום ואושרs 
          Shalom Aleijem: שלום עליכם 
                         Capt. Willie

miércoles, agosto 19, 2020

De enanos mentales a “jefucos”, olvidadizas/os y géneros afines…

Del vivir a lo “latino” y de los vividores... Los enanos mentales o personas con capacidades intelectuales anormalmente pequeñas, cortas o romas, vulgo obtusas, suelen aspirar a cargos inversamente proporcionales a esas, sus lógicas limitaciones, que a su vez convierten en ambiciones. Ambiciones a las que en el “mundo hispano” solamente se puede optar, mor a la total y absoluta carencia de sentido de la vergüenza o concepto de  la honradez y en todos los casos transitando por uno de los siguientes caminos: la política, la enseñanza y el vivir a costa de ella y/o el compendio de las dos anteriores, siendo la última alternativa, la ICAR y el “carrerismo” en ella fomentado a partir de esos Obispos y Arzobispos “fabricados”, en ningún caso formados, en ese “actual invento” de las “vocaciones tardías” e incultura temprana. Supliendo con la misma desvergüenza y falta de honradez su  real carencia de instrucción académica, concepto del academicismo y una elemental concepción pastoral que pueda definirse como tal. A los “jodidos” de ellos, se les puede disculpar su desconocimiento de la Patrística por antigua, pero la catequética, es prácticamente contemporánea a esos “untuosos borricos” con derecho al uso de báculo.
 
     De la evolución político – social experimentada por las distintas naciones en las que los avatares de la vida me zambulleron, marcaron de forma especial mi concepción y calificación de los políticos, distinguiendo a priori aquellos que en un dado momento de su existencia, con una “vida resuelta” en el plano profesional y personal, creyendo que podían aportar algo al procomún, se aventuraron a entrar en ese proceloso mundo del “garranchazo”, donde el “gancho” generalmente no se utiliza como asidero en el que asentar conceptos e ideas y sí, como elemento de agresión al contrario, habitualmente de su misma “ringlera” o teóricamente ideología.

jueves, agosto 06, 2020

Dónde empieza y termina la justicia… Dónde empieza y termina la injusticia… he ahí la cuestión…

    A la vista de lo que veo y a pesar de mis más sinceros deseos de creer en la justicia, como entidad abstracta de la que disponen los Estados para reprimir, castigar los delitos y dirimir supuestamente las diferencias entre los ciudadanos, de acuerdo al derecho emanado de las leyes. No puedo sustraerme a la duda de que la venda que cubre los ojos de la imagen de la diosa griega, Temis, o deja entrever algunas cosas o que la balanza que porta tiene algún truco. Llevándome de la estricta observación de los hechos, a la creencia de que solamente es real de dicha alegoría la espada, con la que moler las espaldas del más débil o debilitado en un dado momento.

    En las últimas horas asistí a los linchamientos mediático – legales de dos personajes, a los cuales no me une relación de amistad o dependencia ideológica alguna, salvo el principio en el que asiento mi forma de comportarme y funcionar en la vida cotidiana. Me estoy refiriendo a D. Juan Carlos de Borbón y Borbón, D. Juan Carlos I, Rey emérito de España y a D. Álvaro Uribe Vélez, ex alcalde, congresista y Presidente de la República de Colombia.

    A pesar de la distancia geográfica y no menores en lo concerniente a orígenes y funciones de ambas personas y personajes, tienen un nexo común indiscutible: el claro enfrentamiento personal y doctrinal a esa lacra inhumana llamada comunismo, sea del siglo XIX, XX y/o XXI. Comunismo al fin y al cabo, empobrecedor de los más elementales principios ético – morales (conceptos al alimón, emanados del griego y latín) y negación de la libertad humana.

   El primero, D. Juan Carlos, se permitió en “plan fino” llamar “bocazas” al dictador, conductor, de la en otra hora rica República de Venezuela, actual  “Pobrezuela”. El segundo cerró toda posibilidad al comunismo de las distintas organizaciones narco – comunistas, en la hermana república de Colombia.