“Algunos oyen con las orejas, algunos con el estómago, algunos con el bolsillo y algunos no oyen en absoluto.”
Yibrán Jalil Yibrán
En los
últimos meses, algunos círculos me acusan de “pasotismo”, ya que considerándome
con cierta autoridad en algunas “carajadas” y “carajales” doy la callada por
respuesta. La realidad es que es puro y duro hastío. Nunca creí que llegaría a
ver tanto “barrabas” ocupado a “full time” haciendo y soltando tamañas
sandeces, e incurriendo por acción y omisión en auténticos crímenes de lesa
humanidad. La religión, política, economía y la cultura van parejas y a la
tema, pujando por ver quien la “caga más y mejor”. Cierto que a este viejo país,
antes llamado España, “bobonia” fue el sustituto académico del clásico “café
para todos” y el acceso de los procedentes de “vocaciones tardías” a la mitra
obispal e incluso sin ser obispos, alguno que otro a cardenal y abad mitrado,
todos ellos por la puerta falsa. En su caso, mejor se diría… por la de “atrás”.
Pues son los más numerosos y pintureros.