Siempre que de palabra o por escrito (muchas
veces), hice referencia expresa a Giovanni Battista Enrico María Montini, quien
ocupó el sillón de Pedro, como 262* papa de la ICAR, bajo el nombre de Paulus
PP VI (Pablo VI), lo hice desde el respeto y consideración que su persona, espinosísima
(de espino) y su magna obra en mí ánimo despertaron, respeto y consideración
que con el discurrir del tiempo y a la vista de los que le fueron sucediendo,
se fue agrandando en la distancia que da el tiempo, y transformando en clara admiración.
sábado, marzo 25, 2017
miércoles, marzo 01, 2017
Cuando el correspondiente verbo latino “discernĕre” deja de ser discernimiento, y pasa a ser la voz de su amo…
Cumpliéndose 250 años de la correspondiente
efeméride por la que Carlos III, a la sazón rey de España, firma la pragmática de
expulsión de la Compañía de Jesús, vulgo Jesuitas, de todos los dominios de la
monarquía española.
jueves, febrero 23, 2017
Cuán difícil se hace, el no poder hablar bien de aquello que se quiere…
A
raíz de la sucinta semblanza y loa, de la para mí Gran Colombia y sus gentes,
recibo un “pay attention” de dos queridos compañeros y viejos amigos, que
aunque “gallegos”, de Galicia en origen, por los muchos años de estancia e
integración plena en la sociedad venezolana, y más concretamente en la
educación de sus jóvenes y en el sentir y compartir sus alegrías y tristezas,
al día de hoy, quizás sean tan venezolanos como aquellos otros “gallegos”, venezolanos
en tercera o cuarta generación.
martes, febrero 21, 2017
Necesito que alguien no perteneciente ni a los “E.P.P.” ni a los “Q.S.J.” me aclaren mis dudas…
Me
consta y sé que mi formación jurídica, al igual que la de la gran mayoría de
los españoles no peritos en derecho, deja bastante, mucho o muchísimo que
desear. De ahí que tras pegarme un “atracón” (de los auténticos) leyendo y
releyendo hojas y más hojas, no alcance a entender dónde está la diferencia
entre el amor o enamoramiento de una conocida “folclórica” y un “alcalde”, que
le robó el seso y/o el sexo, y una “nobilísima”, a la que parece ser,
sometieron al mismo robo, pero no por un alcalde, sino por alguien, parece ser,
de profesión “consorte de ella”, o al menos eso es lo que parece ser hizo
“consortadas”, “yernadas” e intento al parecer, hacer “cuñadadas”.
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