sábado, enero 28, 2017

Asnorasnos del mundo uniros, que más antes que después, seréis vencidos…

 
    Puede que peque de “crecido”, pero echo en falta palabras que definan en su justa medida, el nivel intelectual – social – cultural de “algunos de mis muy amables lectores” y “disparadores” telefónicos, y en menor medida, “escribidores” en este blog. Nunca rebatiendo mis buenas o malas opiniones, siempre en disposición de descalificarlas, aprovechando la oportunidad para descalificarme a mí de “pasada”.

    En mis años jóvenes, por algunas afinidades que no vienen a cuento con los propietarios de dos burras o hembra de asno (Equus africanus asinus), y de las “proezas” que en ambas observe: una de ellas era capaz de conducir a su dueño de “chigre” en “chigre” y después, cuando ya no cabía más sidra en su cuerpo (en él de su dueño), llevarlo a casa, como si de un saco atravesado sobre su lomo se tratase; subir con su “sidril carga” unas empinadas escaleras, descargarlo a la puerta en el rellano y rebuznar hasta que su dueña se enteraba de que la “pipa de sidra” estaba en “stand - by” esperando que lo entrase. La otra, de baja alzada, y por tanto cortas ancas, pero capaz de ganar año tras año las sucesivas carreras locales en las que participaba. Tiempos aquellos… de carreras de burros. No de “asnos por partida doble” en carrera… tras una prelatura o el cardenalato.

lunes, enero 23, 2017

Cuando el magisterio pasa a ser un simple modus vivendi…

    Próximo a cumplir los setenta, con una formación académica reglada de lo más “variopinta” y respaldada por las más dispares titulaciones, licencias y doctorados. Lances vividos y compartidos de la “ceca” a la “meca”, con personas de toda raza, origen y condición. Desde entornos de total abundancia y seguridad física a extremas, donde mi vida no tenía valor alguno y mis necesidades primarias, incluida la alimentación, dependían de la benevolencia de Él, que en toda ocasión tuvo a bien darme lo necesario para sobrevivir.

     Situaciones todas ellas, que al día de hoy no se me olvidaron, pero que, en distintas entradas en este blog, desde los lugares más chic o recónditos, me hacen recordar y en algunos casos (más de los que quisiese) revivir, a través de conexiones Webcam.

martes, enero 17, 2017

Cuando en función del nivel intelectual y social, así son los apelativos, apodos o remoquetes que se endosan a los demás…

     Ignoro si los sucesivos apodos que a un individuo le pueden ir aplicando a lo largo de su vida, en los ámbitos personales – profesionales, en los que se desarrolló, pueden ser o no reflejo de su ser, estar y participar, en esos precisos ámbitos, momentos y lugares. Dada la disparidad de formación académica reglada que en un momento elegí, en aquella, mi Escuela por antonomasia, entre mis compañeros de promoción, a propuesta del único poseedor en dicho momento de dos doctorados, pasé a ser “Vademécum”. En el ámbito técnico familiar, un buen día y sin saber realmente de su existencia, fui “El Casillas” (por un conocido y curiosísimo libro práctico de mecánica aplicada al taller).

jueves, enero 12, 2017

Cuando el “estoy trabajando” es una licencia para joder al que también está trabajando, sin joder a nadie…

   Cayendo en algo que por repetido lleva todo el camino de convertirse en ley, la “Ley del Embudo”: lo ancho del cono para mí, lo estrecho del tubo, para ti - los demás.

   En los dos últimos años tomó “carta de naturaleza”, que a cualquier hora de la mañana, tarde o noche, domingos y festivos incluidos, recibamos una llamada telefónica, donde alguien pretendiendo ser muy afable, los anglosajones dirían “very friendly”, “muy amistoso”, tanto, que algunas veces ya se pasan tras ese “afable saludo”, comienzan a asaetearte a preguntas. Preguntas, que mientras sean realizadas por el que llama, vamos, el “incordiante carente de todo derecho para hacerlo”, todo discurre como miel sobre hojuelas. En el momento en que el “incordiado”, el pacifico contribuyente el que por la propia constitución política del país que sostiene con sus impuestos, no es tan “fiendly” como el “incordiante”, pretende, se le suelta en tono “menos amigable”: “ES QUE ESTOY TRABAJANDO”. Sucedáneo de TE PUEDO JODER, O AL MENOS PRETENDERLO, PORQUE… ESO, ESTOY TRABAJANDO.

miércoles, enero 11, 2017

Mi iglesia es: “una, santa, católica y apostólica”.

  Ignoro si son los muchos años que paulatinamente voy acumulando, o si es, que en cuestiones que atañen  a mis creencias soy refractario a las innovaciones. Un feliz día de mi vida y sin que nadie me lo cuestionase, por el Sacramento del Bautismo accedí a la religión Católica Apostólica y Romana.
  Pasaron los años y con mi natural crecimiento físico y mental, fui intimando con esa, mi religión y desarrollándome y fundamentando mi fe, a la vez que por formación reglada, profundice en ella y accedí a su orden.

Donde termina el demócrata de toda la vida y/o empieza el “Estulto Pijo Progre”


   Si la memoria no me falla, el día 14 de febrero de 2009, a sugerencia de un buen amigo, notable jurista, en aquel entonces, ejerciente como fedatario público en nuestra villa,  y hoy sobresaliente magistrado de sala en el Tribunal Superior de Justicia, asistí a una charla en el ateneo local; donde mí amigo actuaba de presentador del conferenciante y moderador del posible posterior coloquio. La ¿charla – monologo – disertación - conferencia? corrió a cargo de un conocido “opinador”, náutico y periodista, por más señas, siendo el tema a desarrollar: la reciente, en aquel momento, toma de posesión de Barack Hussein Mohammed Obama.

domingo, enero 01, 2017

Tres puntos determinan un plano, o dos puntas y un punto, un trio o “triada” (*1).


   La “triada”, tomando la tercera acepción del DRAE, donde los tres a los que me refiero tienen en común la más supina de las incompetencias, unidas al atribuir a sus calamitosas personalidades, el providencialismo y ansias de enriquecerse sin límites. No obstante, a las dos más uno tres, la historia a muy corto plazo los dejará en su sitio, como auténticos VILLANOS. Uniendo más antes que después, a dicho “trio”, a aquella que empezó como “hacendosa ama de casa” y terminará, como una vulgar “cartofelera” o “patatera” venida a más, sin razón alguna para ello.

     De la desconsolada Viuda, alegre jefa de “picateros” y especies afines: La “perseguida”, pobrecita ella, ella que llevó a la más absoluta de las vergüenzas al país y a su armada. La misma marina, que en la última de las guerras del pasado siglo XX, puso los héroes en su arcaica flota naval y aérea. A la que le embargaron, por insolvencia, el buque escuela nacional en un país africano.