sábado, enero 28, 2017

Asnorasnos del mundo uniros, que más antes que después, seréis vencidos…

 
    Puede que peque de “crecido”, pero echo en falta palabras que definan en su justa medida, el nivel intelectual – social – cultural de “algunos de mis muy amables lectores” y “disparadores” telefónicos, y en menor medida, “escribidores” en este blog. Nunca rebatiendo mis buenas o malas opiniones, siempre en disposición de descalificarlas, aprovechando la oportunidad para descalificarme a mí de “pasada”.

    En mis años jóvenes, por algunas afinidades que no vienen a cuento con los propietarios de dos burras o hembra de asno (Equus africanus asinus), y de las “proezas” que en ambas observe: una de ellas era capaz de conducir a su dueño de “chigre” en “chigre” y después, cuando ya no cabía más sidra en su cuerpo (en él de su dueño), llevarlo a casa, como si de un saco atravesado sobre su lomo se tratase; subir con su “sidril carga” unas empinadas escaleras, descargarlo a la puerta en el rellano y rebuznar hasta que su dueña se enteraba de que la “pipa de sidra” estaba en “stand - by” esperando que lo entrase. La otra, de baja alzada, y por tanto cortas ancas, pero capaz de ganar año tras año las sucesivas carreras locales en las que participaba. Tiempos aquellos… de carreras de burros. No de “asnos por partida doble” en carrera… tras una prelatura o el cardenalato.

    Así, del calificativo que echo en falta para unos y del “apego” que me merecen los asnos, como nobles e inteligentes animales, para no caer de ahora en adelante en el tópico de definir a los primeros, bajo el para mí tan respetable apelativo animal de asno o burro, pasaré a llamarlos “Asnorasnos”, que como su propio nombre indica, es la contracción de “Asno requeté Asno/s”, quedándome pendiente el darles ubicación en el género y especie. Dejándolo en el concepto aristotélico de la idea y mor a la entelequia. Entrar en Carl Von Linne y en lo tocante a la familia, seria ya muy complicado, pues alcanzar a saber quién es su padre, seguramente sería imposible, salvo cuando por agotamiento de sucesivas generaciones alcanzásemos a Adán, el primer hombre de acuerdo a mis principios culturales – religiosos.

    Entiendo que todos estos “Asnorasnos” por edad, o no estudiaron el bachiller, o bien, que perteneciendo al plan de estudios de el mismo, lo “hicieron” (sinónimo de aprobarlo) “only”. De ahí que de Concilios sepan poco, ya que si en 3º de bachiller no tuvieron interés en ellos, el plan de estudios que les llevó a ordenarse como presbíteros, o lo hicieron por correspondencia, sin exámenes presenciales, o bien, por el plan alternativo: el de vocaciones tardías y ambiciones tempranas, en alguna de esas doctas universidades “especiales” al respecto. Acreditadísimas instituciones que a modo de “eco” o “sotto voce”, cuando alguien realmente interesado en formarse se dirige a ellas, como elemento a destacar, citan el número de prelados y cardenales procedentes de la misma, su docta alma mater. La “jodimos, tía Paca…” así tienen que arreglar los desarreglos en el “Bolletino”.

    Independientemente de que en principio estos “Asnorasnos”, unidos por la misma ignorancia, ambición y carrerismo, pareciesen amigos entre sí, esas amistades, duraran lo que duraba un caramelo a la puerta de un colegio en la Acajutla o Sonsonate (R. del Salvador) en los años setenta (solamente que allí, se compartía por “lamidas” mientras duraba. Niños sí, pobres sí. Dignidad y hermandad = TODA). Los saltos ajenos en el “escalafón”, entre ellos no se los perdonan, y en los paniaguados que los siguen tampoco. ¿Por qué fulanito encabeza la terna de “obispable” y no yo, que soy aún más culi -cagado que él y mejor “lame – culos” (no lame, caramelos por turno hasta que se agotasen)?

    Estos mismos “ecumenistas” a la rama “asnorasna”, que tanto les molesta mi “agarrarme” a Nicea I y II, Constantinopla I, II y III; Efeso, Calcedonia, sus cortas luces no alcanzan a entender, que si  este “TORQUEMADA”, “Niceo”, “Judío Errante” y algunos epítetos que por ser más subidos de tono no repito, no está de acuerdo con ellos, es por razones de principio. Principios que ellos, en todos los casos, sustituyeron por los fines: HACER CARRERA a costa de lo que sea y como sea. Los principios de hoy quedan desfasados mañana y los de mañana pasado. También es cierto que para ellos, las Iglesias Orientales, salvo cuando a falta de C.V. de verdad, precisan figurar, éstas ICAR con “pastores de frontera” siempre en primera línea, no existen, y cuando se acuerdan de su existencia, es para ningunear a sus Patriarcas, en favor de los “titulados” vía “Bolletino”.

    Claro está, su “ecumenismo asnorasno” y su total desconocimiento de la realidad del N. de África y oriente – medio, les impide poder entender lo que fue y significó Nicea II. Sin perjuicio de los anteriormente citados, a ellos no les afecta, su “Carrerismo” les lleva por otros derroteros. 

   Hablar, escribir, opinar es libre. Comparar churras con merinas es cosa distinta. Comparar a Angelo Guiseppe Roncalli y a Giovanni Enrico Montini, con la morralla que vino detrás, es una ofensa a los más elementales principios del decoro intelectual. Decoro al que hacen gala no conocer esos culi – cagados carreristas, preocupados de figurar en la terna correspondiente para “obispables” y en qué número figuran.

     Ciertamente que el momento que nos toca vivir, hace que el “mecido” (cualquiera de sus acepciones es válido), a algunos les impida ver otra cosa que no sea la realidad virtual que ellos mismos quieren y desean ver, y que algunos medios de comunicación, partidos políticos y sociedades de índole cultural, poblados respectivamente por “carreristas”, “culturetas” y “vividores” traten de marcar unas pautas, que a lo único que conducen es a la triste situación de vacuidad en la que nos movemos. La xenofobia es tal si se trata de poner coto a los desmanes de algunos colectivos, pero deja de serlo, si se agrede a los judíos. ¡Qué se jodan!, “que para eso son judíos y mataron a Cristo”. Afirmación está realizada por un conocido “vividor”, a costa de decirse sindicalista, por más señas, declarado ateo.

    Aquí lo dejo y les recuerdo que los dichos populares se asientan en el saber acumulativo de las colectividades humanas, y que hay uno que más o menos dice o reza así: no hay mal o bien que cien años dure, ni cuerpo que lo resista”. Más antes, que después entre todos la jodisteis y ella sola se murió.
                                    Capt. Willie

2 comentarios:

  1. Muy respetado y querido Conte. Willie:
    Ni imaginarse puede la ahijuelita que me produjo el confirmar con el Dr. Arnulfo Arias que este blog pertenecía a mí siempre respetado colega y creo amigo, el aconductado Conte. Willie. Yo venía tanteando lo por U. escrito, y a me decía, es él: escribe como cuando interviene, las mameras que manifiesta son las mismas que le causaban rechazo.
    No quiero mal recordar, pero la última vez que nos separamos, le conduje al aeropuerto internacional de PYT y coincidió en el tiempo con el tratado de Torrijos – Carter, hablo de agosto – septiembre 77.
    Tras acordar con los cuatro compatriotas que tuvimos el placer de compartir con U. aquellos duros meses en la CZ, y recordar la benevolencia que mostraba cuando creyéndole ingenuo le trataban de marranear y la vez su siempre participar en toda vaca que se hiciese a favor de cualquier fin.
    Solamente pedirle autorice al Dr. Arias para que me provea de sus direcciones. Al mismito tiempo que le rogaría se acuerde más de este mi/su país, donde compartimos escapadas aéreas a todos los lugares dignos de reseña: lindo valle del Cauca, Amazonia, Atlántico – Pacifico y esta su/mi Cartagena (de Indias para U.) y esa mi Escuela a la que U. supo engrandecer con sus cortas pero interesantísimas intervenciones.
    Es un placer conocer de U. y poder llegar a hablar en largo.
    Suyo siempre amigo, compañero y servidor.
    A. R. Sócrates R. T.
    PD. Le solicito me dé publicación

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    1. Mí siempre amigo y en un pretérito día, colega y compañeros:
      Siempre que recupero al amigo en la lejanía del tiempo, me causa hondo placer, no pudiendo sustraerme a que se me escapen dos lágrimas. Puede que me esté haciendo más viejo de lo que realmente soy. ¡Que ya es mucho!
      Le recuerdo tanto a Vd. como a su grata familia con verdadero afecto, el mismo que en tan lejanos tiempos como los principios de la década a la que hace mención, en mí depositaron, siendo sin duda, el nexo de unión que me lleva a acordarme con autentico cariño de su hermoso país y sus entrañables moradores, preocupándome siempre de todos los aconteceres luctuosos y alegrándome con aquellos que sean motivo de regocijo.
      Recuerde que cuando hablo siempre me refiero a la “Gran Colombia”, pues si está disminuida en lo físico que nos llevó a la anteposición del “Gran”, no lo está en todos los muchos valores a los que el colombiano medio hace gala, a la mínima oportunidad que se le presenta.
      Siempre y en toda ocasión tengo presente a su país y a la vieja y remozada amistad que nos unió y espero nos siga uniendo, en esta época de fáciles comunicaciones.
      En este mismo instante le doy instrucciones al Ldo. Arias para que le facilite de inmediato mi dirección E-mail, teléfonos, fax, etc.
      Le reitero mi alegría por saber de Vd. y en un futuro inmediato poder ampliar este epistolar y frio medio de comunicación.
      Su siempre amigo y s.s.

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