Si
la memoria no me falla, el día 14 de febrero de 2009, a sugerencia de un buen
amigo, notable jurista, en aquel entonces, ejerciente como fedatario público en
nuestra villa, y hoy sobresaliente
magistrado de sala en el Tribunal Superior de Justicia, asistí a una charla en
el ateneo local; donde mí amigo actuaba de presentador del conferenciante y
moderador del posible posterior coloquio. La ¿charla – monologo – disertación -
conferencia? corrió a cargo de un conocido “opinador”, náutico y periodista,
por más señas, siendo el tema a desarrollar: la reciente, en aquel momento, toma
de posesión de Barack Hussein Mohammed Obama.
Discurrió el tiempo que media entre la
anterior fecha citada y la actual. Transcurrieron dos mandatos presidenciales,
donde los éxitos anunciados a “bombo y platillo” con el correspondiente premio
Nobel de la Paz, en un auténtico “brindis al sol”, posiblemente de media noche,
a la Lapona, donde los noruegos, con la consabida ignorancia que da el no saberse colaboradores
necesarios de los criminales nazis en su día, no pasaron de ahí, de la
concesión de premios Nobel a la Paz. Como el de la Menchú o el último a la
“Pacificación”. Posiblemente a la de los cementerios y/o a la de la ignominia,
a la que de forma magistral en su desnortada labor, colabora con todo ahínco el
“peronista” en Roma.
Olvidando aquella pregunta por mi
realizada y nunca respondida, en aquel provinciano acto de cultura “multiétnico e internacional”, al que al
inicio hago referencia. El tiempo discurrió y la “leche que dio la burra”, a la vista está: Cuando arribó el “buen musulmán, al
decir de su abuela paterna, casado con la de las anchas espaldas, que por no
ser racista, habla de blanquitos”, el
mundo estaba “jodido”: él con su incapacidad y no hacer, lo deja “jodidisimo”,
y lo que es peor, dejando manifiestamente clara y libre de toda duda, su total
incompetencia, inoperancia, mala fe y a última hora, su peor saber perder.
Con esa falta real de
vergüenza de la que suelen hacer gala aquellos que presumen de “auténticos demócratas, de siempre, de toda la vida” (bien podríamos sustituir
el término, por su equivalente), el de: “estultos
pijos progres”. No recuerdan, por supuesto, las dudas planteadas por la
Hilaria y la corte de “ojetes” periodísticos y editorialistas, donde no dejaban
de insinuar horrorizados (posiblemente del propio horror que asimismos se producen
ellos y sus falseamientos continuos y continuados). El mal perder, al que
llegado el caso haría gala Mr. Donald Trump. El tiempo, que para bien o para
mal, todo lo acaba poniendo en su lugar y sitio, transcurrió; mal que les pese
y posiblemente les pueda llegar a pesar más aún ¡La justicia en USA, es la
JUSTICIA!: el entonces perdedor, pasó a ser ganador. Su carencia total de
virtudes (sin rubor ni recato alguno, así lo manifestaban públicamente todos
ellos, incluida la “esposa” o lo que “sea” del famoso ex - presidente “mete mano a fandango - ajeno”). El
mismo presidente de la unión, que al margen de “meter mano a fandangos ajenos” dedicó parte de su presidencia en
el año 1994, a la construcción de un muro de separación entre USA y México,
muro que alcanzo bajo su presidencia la “escasísima
longitud” de casi mil quinientos Kilómetros (sí. leyeron bien. 1.500
Kilómetros, más que la distancia por carretera entre San Sebastián - Cadiz). Lo
cual quiere decir, que así se expliquen algunos “desasosiegos y sinsabores” (entre “meter mano a fandangos ajenos” y construir muros dotados de alta
tecnología en la detección de personas… el tiempo da para lo que da…). ¿Este
“muro físico y tangible” y la “becaria”, fueron un mal sueño mío o existe y
existió?
La caracterización de antiecologista (me
solidariza con él, con el Sr. Trump. Soy antiecologista, máxime si un individuo
llamado Al Gore, a ellos afín, es ecologista, pancista, y unos cuantos
calificativos más terminados en “ista”, a mi concepto, ninguno bueno). Creo
oportuno, llegado el momento, de preguntar por las sucesivas glaciaciones y
calentamientos experimentados por nuestro planeta azul y el consiguiente efecto
directo de los pedos, aire acondicionado, calefacción y demás confort
con el que estaban dotadas las cuevas de nuestros ancestros los cromañones y neandertales.
¡Nos ha jodido…! ¿El cambio climático y el calentamiento global, no vendrá
producido por los “calentazos”
desaforados del “mete mano a fandangos –
ajenos”?
Mi asombro va en aumento.
Resulta que esas “lumbreras” (parece
que oscurísimas) llegaron a estas alturas del siglo XXI a la conclusión, que la
Rusia del futuro Zar, trató de influir en las elecciones USA. ¡Joder! No saben
que desde Lenin hasta ayer mismo, fue política no oculta, dicha intervención y
el establecimiento de gobiernos títeres, donde pudieron y se les consintió.
Capt. Willie
Ínclito Comandante Willie (Abuelón de la Chamaquita):
ResponderEliminarEn lo que a éste su siempre seguro servidor y amigo le pulsa, gracias una vez más por ese su respeto y consabido afecto por este nuestro país y sus gentes. Mostrando parejo aprecio por opulentos y pobres, con esa especial sensibilidad de U. a los que de hecho siempre andan brujas.
Su siempre acatado, compañero, amigo y admirador. C.N. JC.
Publíqueme sin espulgados, gracias Comandante.
Querido y siempre fiel amigo y en un tiempo pasado, compañeros:
ResponderEliminarNo puedo sustraerme al regocijo que me produce su cariñoso apelativo de “Abuelón de la Chamaquita”, pues créame me hace sentirme abuelo en grado superlativo.
A fuer de caer en el tópico, he de reconocer, que en mí el respeto y cariño que su país y gentes despiertan, es reciproco en todos los casos a las múltiples y continuas deferencias por mi recibidas, desde todos los estamentos que le componen, incluidos los opulentos, los pobres y seguramente que también de esos (que no sé quiénes son) “los que de hecho siempre andan brujas”. ¿Qué decir de las deferencias y continuas atenciones por Vd. y todo su entorno dispensadas? ¿Acaso se le olvidó como fui recibido en su ciudad y en su propia casa?
Gracias de todo corazón, por las continuas e inmerecidas atenciones y deferencias que en todo momento y oportunidad me prodiga.
Siempre a la recíproca, su siempre amigo y s.s.