El que esto suscribe, por avatares de su vida, estuvo en un “tris” de carecer de descendencia directa. A D.g. Él en su inmenso saber, poder y bondad, me guio por unos derroteros que me cambiaron el rumbo al que iba y me recondujeron (a decir de alguien muy próximo a mí en la década de los setenta “his live has taken a new turn”. Gracias una vez más, Rvdo. P. Vincet O’Keefe SJ, R.I.P.)al que en el día de hoy me encuentro: feliz marido, padre y abuelo.
En mi condición de lo último (de Abuelón,
al decir de un colega y distinguido amigo Mexicano, destinado en Madrid), en el
día de ayer asistí, en compañía de otros muchos abuelos, a un emotivo acto
organizado por el colegio al que asiste mi adorada nieta. En sí por su
sencillez, no caben grandes explicaciones. Si cabe y es de destacar muy
positivamente, el hecho de que, aprovechando la existencia de tal día sin fecha
fija a celebrar, los Abuelos de los cuatro cursos de segundo de infantil del CODEMA,
pudiésemos disfrutar del homenaje, que con todo amor y cariño nos rindieron
estos nuestros nietos. ¿Qué decir del primor y esfuerzo que significó para los
profesores y centro, la organización de tan sencillo y emotivo acto?