“Al hilo” del último comentario recibido en este mi blog, al cual, con el respeto y cariño que me merecen sus suscritores, di cumplida respuesta. Por asociación de ideas me condujo al desarrollo del presente:
De
los tantos…
Independientemente
de la superlativa cuantificación que alegremente haya hecho de los H… de P… en
el precedente. A fuer de ser honrado he de decir, que fueron infinitamente más
aquellas personas, que sin haber sido consciente de ello, me “gané” o me “ganaron”.
Prueba evidente de ello, son las condecoraciones extranjeras que tan
benévolamente me concedieron, Estados Soberanos de consolidadas democracias, de
muy, muy, muy antiguo. Honores en todos los casos, que a decir verdad considero
por encima de mis escasos méritos o merecimientos. Así y valorando en justa medida
dichas condecoraciones, los esfuerzos y actuaciones de personas-entidades que
en mí confiaron, me propusieron, y llegado el caso, defendieron en controversia,
para mí sus concesiones, y el exclusivo tratamiento antepuesto al nombre y/o
siglas pospuestas al apellido. No eclipsan en absoluto esos otros regalos,
siempre y en toda ocasión, con valores inferiores a los diez US. Dollards,
de los que fui objeto por parte de iniciales alumnos o compañeros y en la