La
“triada”, tomando la tercera acepción del DRAE, donde los tres a los que me
refiero tienen en común la más supina de las incompetencias, unidas al atribuir
a sus calamitosas personalidades, el providencialismo y ansias de enriquecerse
sin límites. No obstante, a las dos más uno tres, la historia a muy corto plazo
los dejará en su sitio, como auténticos VILLANOS. Uniendo más antes que después,
a dicho “trio”, a aquella que empezó como “hacendosa
ama de casa” y terminará, como una vulgar “cartofelera” o “patatera”
venida a más, sin razón alguna para ello.
De la desconsolada Viuda, alegre jefa de
“picateros” y especies afines:
La “perseguida”, pobrecita ella, ella que llevó a la más absoluta de las
vergüenzas al país y a su armada. La misma marina, que en la última de las
guerras del pasado siglo XX, puso los héroes en su arcaica flota naval y aérea.
A la que le embargaron, por insolvencia, el buque escuela nacional en un país
africano.