martes, febrero 07, 2017

Si no está en nuestro poder el discernir las mejores opiniones, debemos seguir las más probables.)

                                                               (René Descartes)

    Soy consciente y consecuente con ello, que mi capacidad de hacer enemigos es proverbial, pero también es verdad que dicha circunstancia no consigue quitarme el sueño. Sé que un día, más antes que después, tendré que comparecer ante Él, y rendir cuentas, de todos y cada uno de mis pensamientos y actos. Llegado ese crucial momento, cuento o creo firmemente contar con la inestimable colaboración de mi madre celestial (independientemente de la invocación o advocación) y con aquello en lo que mis dos madres terrenas hayan podido colaborar: “hacerme un sitio” cerca de ellas y de su maternal cobijo. Pero inexcusablemente tendré que rendir cuentas. De mí y por mí.

   Con la premisa que antecede totalmente clara, me doy una nueva oportunidad de seguir haciendo “amigos” y entro de lleno en el discernimiento de esas groseras manipulaciones a las que un día sí y el otro también, los medios de persuasión y no de comunicación hacen gala.

viernes, febrero 03, 2017

Cuando el “teclado” se pone al servicio del “peticionario”, pero… prevaleciendo aquello en lo que se cree y confía…


   Ver para creer. ¿Quién me iba a decir que mi “teclado” se pondría al servicio de los “ocultos intereses” de un antiguo colega, compañero y amigo, colombiano de pro?

   Así, tras la gratísima conversación telefónica mantenida con ese amigo mío y dentro de mis humildes posibilidades como “escribidor”, trataré de resumir en lo posible su petición. Petición que se limita a que, en los trascendentales momentos que vive su país, glose por escrito mi opinión y sentir sobre la “Gran Colombia” que yo conocí y de la que estoy lejano en lo físico desde octubre de 1993, aunque nunca en lo espiritual; fechas aquellas, que en lo lúdico, tuve el inmenso placer de pescar en su costa del Pacífico (área de Barrera Nariño y en la zona de Ballenas, al N. de Tumaco) los mayores ejemplares que nunca soñar pude, de “Mero Guasa” (Epenipephelus itajara). Me reservo el decir sus medidas y pesos, ya que correría el seguro riesgo de ser llamado exagerado o más aún, exageradíiiiiiiisimo. No obstante puedo afirmar que no fue un sueño, fueron pescas reales, físicas y tangibles.

sábado, enero 28, 2017

Asnorasnos del mundo uniros, que más antes que después, seréis vencidos…

 
    Puede que peque de “crecido”, pero echo en falta palabras que definan en su justa medida, el nivel intelectual – social – cultural de “algunos de mis muy amables lectores” y “disparadores” telefónicos, y en menor medida, “escribidores” en este blog. Nunca rebatiendo mis buenas o malas opiniones, siempre en disposición de descalificarlas, aprovechando la oportunidad para descalificarme a mí de “pasada”.

    En mis años jóvenes, por algunas afinidades que no vienen a cuento con los propietarios de dos burras o hembra de asno (Equus africanus asinus), y de las “proezas” que en ambas observe: una de ellas era capaz de conducir a su dueño de “chigre” en “chigre” y después, cuando ya no cabía más sidra en su cuerpo (en él de su dueño), llevarlo a casa, como si de un saco atravesado sobre su lomo se tratase; subir con su “sidril carga” unas empinadas escaleras, descargarlo a la puerta en el rellano y rebuznar hasta que su dueña se enteraba de que la “pipa de sidra” estaba en “stand - by” esperando que lo entrase. La otra, de baja alzada, y por tanto cortas ancas, pero capaz de ganar año tras año las sucesivas carreras locales en las que participaba. Tiempos aquellos… de carreras de burros. No de “asnos por partida doble” en carrera… tras una prelatura o el cardenalato.

lunes, enero 23, 2017

Cuando el magisterio pasa a ser un simple modus vivendi…

    Próximo a cumplir los setenta, con una formación académica reglada de lo más “variopinta” y respaldada por las más dispares titulaciones, licencias y doctorados. Lances vividos y compartidos de la “ceca” a la “meca”, con personas de toda raza, origen y condición. Desde entornos de total abundancia y seguridad física a extremas, donde mi vida no tenía valor alguno y mis necesidades primarias, incluida la alimentación, dependían de la benevolencia de Él, que en toda ocasión tuvo a bien darme lo necesario para sobrevivir.

     Situaciones todas ellas, que al día de hoy no se me olvidaron, pero que, en distintas entradas en este blog, desde los lugares más chic o recónditos, me hacen recordar y en algunos casos (más de los que quisiese) revivir, a través de conexiones Webcam.