martes, mayo 09, 2017

Si puedes colaborar hazlo… Sí así lo hicieses, desde el corazón… Él te lo recompensará con creces...

   Consciente de los criminales y terroríficos efectos de las minas antipersonales y sus secuelas, tanto en lo físico como en lo psíquico, y los estragos que las mismas pueden causar sobre la pobre, de por sí, economía de subsistencia en las zonas rurales de cualquier país y consecuentemente en esa querida tierra colombiana; donde el campesinado en alguna zonas determinadas tiene que vivir y convivir con el mal añadido de las mismas, me llevan a colgar el presente. Como respuesta al mismo desearía que Vd. estableciese el correspondiente enlace, que nos condujese a esa dirección de la entidad encargada de recopilar fondos destinados al auxilio directo de los damnificados por tales infernales artefactos.

    Lo más malo o aún peor, es que al ser la “insurgencia” un ejército no regular, en la gran mayoría de los casos, aunque se les “suponga” la mejor y buena voluntad del mundo – mundial (expresión de la que mi hermano Sil dice tener “copyright”, aunque benignamente me permite su uso), su colaboración con los esforzados y abnegados desactivadores del ejército y  policía nacional colombiana, resultará un tanto infructuosa. Ya que no dispondrán de cartografía exacta de su ubicación, teniendo que determinar la posición de cada una de ellas y tipo en particular sobre el “propio terreno”, con el consiguiente riesgo para la integridad física de los desactivadores.

sábado, mayo 06, 2017

Donde dije, dijeron que dije… Y aquí y ahora quiero decir…

    En anteriores ocasiones deje sentado, que a pesar de haber desempeñado ocasionalmente, en algún momento de mi vida actuaciones en instrucciones judiciales de lo más variopinto (desde fallecimientos por accidente o asesinato, averías, baratería, remolques, robos, salvamentos y un largo etc., que no hacen al caso), éstas siempre y en todos los casos fueron bajo la atenta supervisión del correspondiente Auditor del Cuerpo Jurídico. Debiendo aclarar una vez más que mi formación jurídica especifica es un tanto limitada y consecuentemente la “constitucionalista” comparada, corre pareja a la anterior. 
 
     No obstante a esa carencia de educación específicamente jurídica, mi formación humano -  cívica me permite distinguir y discernir lo moral o éticamente aceptable, de lo rechazable, a la vez que por “academicismo” formal, sé de la existencia e interpretación  básica, que en un momento dado me exigieron, de las distintas leyes y códigos, que dentro de la tradición del ordenamiento jurídico romano y/o del anglosajón están en uso, y que como ciudadano libre me afectan. Lo cual a priori me lleva a distinguir perfectamente el concepto de legalidad e ilegalidad.

miércoles, mayo 03, 2017

Hoy va, no de maduro ni de heroína, si no de “podrido” y de “gorilita”…


   Con harta frecuencia durante muchos años, y dependiendo en el país en el que me encontrase, se me acusaba, medio en serio medio en broma, de mi especial querencia por el correspondiente vecino: en todos los casos, puedo afirmar que erraban estrepitosamente, pues mi afecto por los unos o por los otros era y es, el mismo. Si bien es cierto que existen excepciones, las cuales obvio al no hacer referencia a ellas. Esto no excluye, de amistades personales o afinidades a colectivos de esas nacionalidades.
 
   El cariño y respeto que me merecen como conjunto social – nacional los: Rotos (Chilenos, en el sentido más restrictivo y figurativo, que se representa en la estatua erigida en la plaza Yungay de Santiago); Charrúas, (Uruguayos, pobladores de la “banda oriental” del Río de la Plata, citados como valientes guerreros por el SJ Pedro Lozano); Costeños y Serranos (Ecuatorianos. Monos, mor a la estratagema – estratégica de suspenderse de los arboles); Cafeteros (Colombianos, como productores primarios de tal preciado producto agrícola y base socio – cultural – económica, con toda una proyección mundial de bien hacer); Venezolanos (a cuyo gentilicio respondieron y correspondieron los ciudadanos de ese gran país), hoy tristemente convertidos y conocidos, para su desgracia, mor a la nefasta gestión del “gorila rojo” y su sucesor - heredero el “mono amarillo”, en “Pobrezolanos”; Canaleros (Panameños, como los otros tres gentilicios que anteceden, y a los que hago referencia, pertenecientes a lo que fue la Gran Colombia), actual “punto libre de encuentro y fusión de culturas” (al decir del Rvdo. P. Xavier Villanueva, q.e.d.) ¿Qué podría decir yo de los anteriormente citados y de los Nicas o Pinoleros; Catrachos; Guanacos o Cuzclatecos; Chapines y/o de los Mexicanos? ¡Que les quiero!, y que con sus peculiaridades nacionales, y algunas veces acendrado nacionalismo, por lo general no excluyente, les hace acreedores de todo mi respeto y consideración.

viernes, abril 28, 2017

Respuesta a vuestro comentario que antecede…

Queridos amigos compañeros y hermanos en Él:


Tras hablar hace unas horas con mi hermana Becky, me dice que os traslade, que toda la familia se acoge a mi petición, muchas veces expresada: En vez de agradecernos lo poco o mucho, que a vuestro concepto podamos hacer en un momento dado, en favor de unos u otros, nos deseéis de corazón que Él o El nos lo pague. Que sí agradecen el colmado de bendiciones que nos deseáis. Deseo recíproco hacia vosotros y hacia esa comunidad formativa en valores asentados en el humanismo.
 
Quien nos diría, que esa querida América latina, tendría la “involución post comunista”, a la que la “estulticia, pijo, progre”, de los ídem, condujeron a las Repúblicas de Venezuela, Ecuador y Bolivia (Parece ser, que a pesar de los malos oficios del Peronista asentado en Roma, la R. Argentina, aunque tarde, consiguió salvarse).
 
Si bien es cierto que toda esa chusma E.P.P., que se rasga las vestiduras hablando de democracia, sostuvieron y mantuvieron la “finca particular de los castrones caribeños” y al criminal de Fidel, hasta cuando era una “momia parlante”, sosteniendo actualmente, con el beneplácito del “buen musulmán”, al canalla de su hermano y aupando al “gorila rojo” y apuntalando a su actual heredero, el asesino “mono amarillo” y su corte de matones a sueldo.
 
Hermanos: que lejos están todos estos canallas, incluidos los “dos indigenistas”, de nuestro “revolucionario de cabecera”, aquel que se dejó inmolar por la redención de todos nosotros, y aquellos hermanos nuestros, a los que con tanto cariño y añoranza siempre nos referimos, que tan conscientemente bebieron de su mismo cáliz. Uno de vosotros y yo mismo, lo contamos por “Su proverbial intercesión” (yo siempre tuve la convicción, de que nuestra querida Sor. Petra (q.e.d.), tenía línea directa con la Santísima Virgen de Belén, celestial patrona de su pueblo, quien inspiró a nuestros asesinos, a despojarnos de los bienes materiales, antes de que los ensuciásemos con nuestra propia sangre, encontrándose así con mi documentación… y aquí estamos para contarlo.