De la erudición y del erudito,
al “sopla gaitas” “estulto pijo progre” o “chupacirios” “estulto pijo retro”,
que de todo hay en esta viña del Señor… También
definidos, los unos y los otros: “eruditos a la violeta”, dada la
superficialidad de sus conocimientos, pedantería y prepotencia.
Con independencia de la significación que
en el idioma coloquial inglés le den los ciudadanos del Reino Unido o los
americanos y canadienses, en español, el término (del lat. erudītus) es
aplicado a la persona que posee erudición (del lat. eruditĭo, -ōnis), en el
amplio sentido de los conocimientos adquiridos mediante el estudio. Cayendo en
el sentido restrictivo, cuando se aplica a sapiencias excepcionalmente amplias
en materias determinadas, sean de aspecto histórico, literario; lenguas o por
manejo y estudio de fuentes documentales. De estas tres acepciones, los
anglosajones suelen aplicar las dos segundas utilizándolas a cualesquiera de
las ciencias: sean físicas, matemáticas, medicas, etc., etc.